Si, profesor [Aizawa Shota]

Cap36

Aizawa

¿Y ahora qué hago? Está dormida, y con el pedo que lleva encima no creo que se despierte. Me incorporo para cerrar de una vez el grifo. Estoy empapado, y ella también. Intento mover su cuerpo pero sus brazos me rodean el cuello.

Genial.

Cuando por fin consigo levantarme sin tirarla al suelo agarro con esfuerzo unas toallas que están colgadas en el baño y me dirijo hacia mi cuarto con ella en brazos. Estoy mojando todo el suelo por el camino, tendré que limpiar después.

Tiro las toallas sobre mi cama y la pongo a ella encima con el máximo cuidado posible. No puedo dejarla con esa ropa y el pelo así, se va a poner mala...

-Uffff- me froto la cara con las manos algo desesperado- ¿Por qué me sale todo mal?

Me cambio rápidamente y me pongo una toalla en la cabeza para que mi pelo se vaya secando también.

Me quedo mirándola unos segundos. Toda su ropa está húmeda, incluida la ropa interior. ¿Cómo voy a cambiarla entera y ser capaz de mirarla a la cara en clase después?

-Odio mi vida- me digo no muy alto.

Camino hacia el armario de nuevo, busco unos shorts de deporte, una camiseta y una sudadera. Los tiro sobre la cama, agarro una toalla de manos y me pongo a buscar la bolsa de cartón que tengo por algún lugar guardada. Mi madre, no siendo demasiado original, me envió ropa interior por mi cumpleaños, como cuando era un crio. La metí en algún sitio y no la he estrenado aun, supongo que puede servir...

-Aquí esta- exclamo al encontrarla en uno de los cajones, me quedo de pie a los pies de la cama con los brazos en jarras- ahora tengo que averiguar cómo hacer esto sin mirarla... ¿eso es posible? Que agobio... Venga... se va a quedar fría.

Intento animarme a mí mismo. Antes de ponerme a ello.

Me siento detrás de donde esta ella, la incorporo un poco para ponerla sobre mis piernas, donde he puesto una toalla para que no me moje de nuevo con el pelo, y empiezo a quitarle la camiseta. Es tarea complicada hacerlo cuando tiene la tela húmeda pegada a la piel. Cuando su pecho queda descubierto retiro la mirada y siento como mi cara se sonroja de inmediato otra vez.

Parezco un puto adolescente... como si no hubiera visto tetas en mi vida...

No las de tu alumna.

Le pongo la mía lo más rápido que puedo y me levanto para seguir con la falda.

Esto es tan inapropiado...

Desabrocho la cremallera e intento tirar de ella, pero apenas pasa por sus caderas, ¿cómo coño se pone esto todos los días? Estoy a punto de ponerle los shorts cuando me acuerdo de la ropa interior.

-¡Joder!- digo sin gritar- la vida me odia. ¿Por qué me tienes que arrastrar a tantos problemas niña? Metiendo la pata todo el rato, y yo ahí, para comerme todos y cada uno de los marrones.

Me quedo meditando unos segundos. Podría dejarla asi, taparla, meter su ropa a la secadora, secarle el pelo mientras, volverla a vestir y llevarla a su casa.

-Asi no pensara cosas extrañas cuando se despierte por la mañana, y con suerte no recordara nada- pienso en alto.

Me decido por esa opción.

La observo por unos segundos, básicamente desnuda de cintura hacia abajo y tirada sobre mi cama. ¿En qué momento ha ocurrido esto? Y sobre todo, ¿en qué momento empecé a quererla ahí mismo pero sin estar ebria?

Se gira, aun dormida, hacia un lado.

-Mierda...que lleva tanga...-me agacho quedando de cuclillas y tapándome la cara de nuevo, mas colorado si era posible por el empalme que tengo. Se me va a salir el corazón del puto pecho. ¿Cómo me saco ese tanga negro de encaje de la memoria?- tengo clase con ella el lunes ¿Cómo voy a mirarla a la cara?

Me pongo en pie, la cubro rápidamente con una de las mantas de mi cama, agarro su ropa, vacio los bolsillos en los que solo tiene las llaves, la llevo a la secadora y me detengo para pensar de nuevo. No es bueno llevar ropa interior mojada, y menos fría... es de sentido común.

-Joder...- me acerco de nuevo a ella y meto las manos bajo la manta, sin quitarla para no ver nada que no deba. Meto los dedos entre la goma de su tanga y su piel y tiro para quitársela. Rápidamente la llevo a la secadora y cierro la puertilla antes de encenderla- creo que no he pasado tanta vergüenza en mi vida. Tenía que venir a MI casa borracha, no podía ser a casa de una de sus amigas...

Agarro el secador del mueble del baño y camino hacia la cama de nuevo. La tapo mejor para que no tenga frio y me siento donde hace un rato para secarle el pelo. Por suerte lo tiene bastante corto. Para no hacer demasiado ruido no lo pongo con demasiada potencia, mejor tardar un ratito de más que la opción de que se despierte y la situación la escandalice.

Después de varios minutos, cuando su pelo esta apenas húmedo la observo bien. Parece tan tranquila así de dormida...

Me rió sarcásticamente.

-No tienes nada de tranquila- comento- me vas a volver loco un día de estos.

Cerca de una hora y media después la secadora acaba. Saco la ropa y me dispongo a ponérsela poder llevarla a su casa por fin. Hago un esfuerzo sobrehumano para ponerle la ropa interior de vuelta sin mirar, y después la falda. No sé cómo cargarla hasta su casa... no tengo coche. Por primera vez en mi vida desearía tener uno, y estoy agotado, no puedo llevarla en brazos.

Voy al salón a por mí móvil y marco el único número que me es útil en estos momentos.

-Hola, siento las horas- me disculpo por adelantado- lo sé, lo sé. Oye, necesito tu coche Mic.