Cap7

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Mei
-Bebe- me habla mi profesor sentándose a mi lado en su sofá mientras me ofrece otro vaso de agua.

-Gracias- contesto antes de hacer lo que me ha dicho. Cierro los ojos un instante al tragar, esta fría. Paso el dedo por el cristal al ver como empieza a empañarse por la temperatura del agua- lo siento, se me escurrió de entre las manos al marearme

-Da igual. ¿Estas mejor?- pregunta mirándome

-Sí, creo que si- respondo no muy segura. Él se pone en pie y me ofrece la mano. Yo le miro sorprendida

-Vamos, no quiero que acabes en el suelo y me lo manches de sangre- pongo los ojos antes de agarrar su mano.

¿Amabilidad? ¿Qué es eso para mi profesor?

-Me esperaba su casa diferente- comento unos 5 minutos después de haber salido de ahí- no sé, mas desordenada y peor decorada.

-¿Quién ha pedido tu opinión?- me dice molesto.

Ups.

-Si no lo hubieras hecho todo tan mal esta situación nunca habría ocurrido, y yo estaría tranquilamente durmiendo en mi cama- rechista

-Tampoco puedo ser la peor- reclamo algo ofendida.

-¿Qué no?- contesta mirándome con las cejas levantadas.

-¿Me está diciendo que soy peor que Mineta?- se queda unos segundos meditando.

-Bueno, al menos él sí ha aprobado- contesta poco después. Yo me quedo en silencio hasta que estamos a un par de calles de mi casa.

Me he dado cuenta a los dos minutos de empezar la prueba que iba a tener muchos problemas para pasarla porque los primeros obstáculos han sido complicados. Además la expresión de Aizawa me estaba poniendo nerviosa, aunque sé que no debería haberle prestado atención y centrarme en lo que hacía. Era entre "te lo dije" y "menuda mierda estás haciendo". También notaba su mirada en mi nuca, lo que es normal, porque me estaba examinando, pero seguía sin serme cómodo. Creo que en general cuando está cerca siento cierta presión, incluso ahora que está menos serio que en clases, y no me gusta nada ese estrés constante en mi cuerpo.

Por otro lado no para de recordarme lo mal que lo hago, y me da muchísima rabia porque realmente lo estoy intentando. Sé que no tengo la mejor forma física de la clase, pero tampoco creo que tenga la peor, e igual con mi habilidad. Nunca me habían dicho que no merecía la pena y cuando se lo escuche me cabree, pero también me dolió. Eso me sorprendió a mí misma, siempre he sabido ignorar esos comentarios, me han dado completamente igual, pero por alguna razón cuando salió de su boca no fui capaz de hacer oídos sordos. Quizas sea porque salió de un profesor.

Pero, ¿y si tiene razón y realmente no debería haber pasado la prueba de ingreso?

Le miro de reojo, está tranquilo, sin caras de odio. Ni siquiera lleva el ceño fruncido. Que diferente se ve con esa expresión, casi parece otra persona diferente, menos intimidante y más... dulce.

Sin embargo luego puede ser bastante cruel con sus comentarios, como si realmente no le importara hacerte daño. Aunque, para que mentir, yo cuando me enfado hago exactamente lo mismo.

No estoy acostumbrada a que me duelan las palabras ajenas, y eso me hace plantearme si en realidad está en lo cierto y yo inconscientemente lo sé.

Niego ligeramente aun en silencio. ¿Desde cuándo dudo asi de mi misma? No puedo permitirme este tipo de cosas. Entre en la Academia con un objetivo, y pienso cumplirlo.

Si es necesario entrenare por las mañanas y por las tardes, antes y después de clases. Puede que al principio me cueste un poco, pero si eso hace que mejore tanto mi físico como mis habilidades merecerá la pena.

¿Cuál será la mejor manera de organizarme?

-¿Te encuentras mal otra vez?- me habla de nuevo- te veo muy seria.

Me quedo callada un instante, no pensé que estuviera prestándome atención. Niego en respuesta.

-Solo pensaba- miro a mi alrededor, ya estamos cerca- puede dejarme aquí, me encuentro bien.

-Vale- dice encogiéndose de hombros. Se da la vuelta y empieza a caminar. Yo me quedo mirándolo, ¿de verdad no piensa decir nada más? En ese momento levanta una mano ligeramente antes de hablar- te veo mañana en clase.

Yo sonrío ligeramente con sus palabras y emprendo de nuevo el camino a mi casa, ilusionada por hacer mi plan de entrenamientos. En cuanto llego a mi cuarto saco una hoja y un boli para apuntar lo que necesite: horarios, rutinas, metas...

Nunca he tenido problemas con madrugar, eso me va a venir bien, porque entro temprano a clases.

Quizas debería trabajar por las mañanas la forma física, y por la tarde mis habilidades porque gasto mucha más energía y no quiero dormirme en clase. Suficientes problemas he tenido en dos días, que ya estoy castigada.

Aún estoy algo dolorida, pero Recovery Girl no me dijo nada de reposo. Mañana mismo empezaré a las 5 am.

Pienso demostrar que si valgo la pena, voy a hacer que mi profesor se trague sus palabras. 

Si, profesor [Aizawa Shota]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora