En Coma (Linkcest)

CAPÍTULO 1.

El chico moreno se levantó de la cama justo cuando la alarma de su celular sonó. Luego de callar el odioso sonido, aún adormilado, buscó su toalla y se dirigió al cuarto de baño para tomar una ducha. Después de quitarse la ropa y abrir la llave de la regadera, dejó que el agua empapara su cara y el resto de su cuerpo.

Ya habían pasado unos dos meses desde que Midna se había ido, sin embargo, Twilight ya se había acostumbrado al silencio de su departamento. Y vaya que había sido duro aceptar que la mujer que amaba se fuera después de la pelea que habían tenido. Había pasado ya un tiempo pero no por eso le dolía menos. A veces se preguntaba a sí mismo si algún día lograría superarla.

Mientras se tallaba el cabello no pudo quitarse esa idea de la mente, y así era todas las mañanas. Todas las noches. Podría incluso pasarse todo el día pensando en aquella mujer que no sólo había roto su espejo favorito la noche que lo abandonó, sino también su corazón.

Y dolía como el demonio. Se había ido no sin antes dejar una especie de maldición en Twilight que lo torturaba, y día con día se preguntaba "¿algún día nos volveremos a ver?, si así fuera ¿nos hablaríamos?, ¿trataríamos de reconciliarnos?, ¿ella lo intentaría?, ¿me seguiría amando?" Y la pregunta que le dolía más que cualquier otra cosa cada que pensaba en ello: "¿alguna vez me amó?"

Salió del baño y regresó a su habitación para vestirse. No podía dejar que sus pensamientos lo siguieran atormentando, y menos durante ese día tan especial. Había esperado tanto, se había esforzado tanto para que aquel día llegara. El primer día en el trabajo de sus sueños. ¡Le habían dado el puesto y no se lo podía creer!

Trabajar para la compañía de equipos electrónicos más famosa de todo Hyrule, la empresa Skyloft, había sido sólo un sueño durante su infancia; pero con el paso de los años se dio cuenta de que quería dedicarle su vida al diseño, y ¿qué mejor forma de hacerlo que trabajar para una empresa como aquella? Los detalles que ponían a cada uno de sus productos y demás siempre habían sido origen de su inspiración.

Twilight siempre había sido un chico brillante. No tenía padres, pero tenía a Rusl, un hombre que se hizo cargo de él desde que tiene memoria. Cuando notó su inteligencia, Rusl lo apoyó con sus estudios y logró mantener sus gastos escolares. Y el muchacho estaba eternamente agradecido con él. Siempre mantuvo las mejores calificaciones, haciendo que Rusl se sintiera como un padre orgulloso de tenerlo como su hijo. "Serás una persona brillante, lo sé porque te conozco y sé que nunca te rindes" le había dicho el hombre cuando Twilight se encontraba estresado una noche antes de su examen de admisión a la universidad.

El apoyo que nunca pudo recibir de sus padres se lo habían dado Rusl y Telma, una mujer que había conocido cuando él y Midna salieron en su primera cita en un bar de la ciudad. Esa mujer amable siempre lo escuchaba cuando tenía cualquier problema, e incluso a veces le "prestaba" dinero cuando lo necesitaba, ya fuera para comer o para cosas de la escuela. Sin embargo, siempre que Twilight quería devolverle el dinero ella se negaba rotundamente, con el pretexto de que le gustaba ayudar a "chicos lindos y necesitados".

Pensándolo bien, quizás sería bueno ir a ver a Telma después de trabajar, pensó Twi, pues necesitaba platicar con alguien acerca de Midna y de lo que seguía sintiendo por ella. De cualquier modo la última vez que había visto a Telma fue hace unas semanas, una tarde que salió de su departamento porque sintió que necesitaba un trago. En el bar, la mujer había intentado varias veces hacerle la plática, pero no había tenido éxito dado que Twi todavía estaba destrozado por dentro.

Seguía sintiéndose como mierda... pero la llegada de la entrevista de trabajo y la manera tan repentina en que le habían dado el puesto en Skyloft le dieron suficientes razones para olvidar a Midna al menos durante unos días. Tiempo que utilizó en tratar de conversar más con la gente y salir un poco de su mundo destrozado.