Era viernes y la cafetería del edificio estaba casi llena de gente. Time, Twi y Ruto se encontraban escuchando a Darunia con atención. Aunque sus chistes no eran la cosa más divertida del mundo, no pudieron evitar sonreír a causa de la ruidosa risa de Ruto.
-¡Estás demente!- Le sonrió al hombre robusto, mientras apoyaba una mano en su brazo.
Él no pudo evitar sonrojarse, y Time y Twi intercambiaron miradas ante su reacción.
-Como sea- Dijo ella, mientras miraba a los otros- Nos vemos en la noche.
-¿En la noche?- Time miró a Darunia cuando la mujer se alejó.
-Ah, sí… Ella quiere que tengamos una especie de- El hombre alzó los dedos para hacer comillas- "cita doble".
El ojiazul sonrió.
-¿Entonces ya sabe que te gusta?
-¿Te gusta Ruto?- Twi lo miró boquiabierto.
-No…- Respondió sonriendo- Ella es la que quiere conmigo.
-Está tan enamorado- Le dijo el ojiazul al moreno, guiñándole un ojo- Pero no quiere aceptarlo.
Twi arqueó las cejas. De todas las posibles parejas que había analizado en el edificio, jamás había pensado en Darunia y Ruto como una de ellas.
-¿Y a dónde se supone que iremos?- Preguntó.
-Bueno, escuchamos que pondrían una feria en la orilla de la ciudad- Contestó Darunia- Así que imaginamos que les gustaría venir con nosotros. Es viernes, ¡a huevo! Así que no pueden decir que no.
-Suena bien- Dijo el ojiazul, y luego miró a su novio- ¿Quieres ir?
Twi asintió.
Después de salir del trabajo, ambos se dirigieron hacia la casa de Time en su camioneta, pues quería cambiarse de ropa. Y a pesar de que el ojiazul quería quedarse más tiempo con él, el moreno lo obligó a salir temprano de casa. Para ello tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano, ya que no podía negar que Time lucía demasiado bien en la chaqueta de cuero negro que escogió.
Luego de dejar la camioneta en un estacionamiento que Darunia les indicó por celular, se encaminaron hacia el luminoso y amplio lugar. Los juegos estaban repartidos por toda la feria, entre puestos y más puestos de distintos productos.
Antes de entrar, Twi se quedó mirando un papel que había pegado en un poste. El letrero anunciaba la venta de una casa en Kakariko, un lindo pueblo que había a aproximadamente una hora de la ciudad en auto. Había considerado antes la idea de mudarse cuando tuviera suficiente dinero.
Aunque le gustaba Hyrule, prefería vivir en un lugar un poco más… tranquilo. Después de todo, había crecido en un sitio así y el silencio y la tranquilidad siempre habían sido lo suyo, pensó Twi.
Y pensando en Ordon… ¿Qué estarían haciendo Rusl y Colin en ese instante? ¿Lo extrañarían? Había pasado mucho tiempo desde la última vez que pisó aquel lugar, y las súbitas ganas de visitarlo lo invadieron.
-¿Qué es eso?- Al ver la atención que Twi había puesto en el letrero, Time se acercó para mirar- ¿Te interesa vivir por allá?
-Lo estoy considerando- Respondió.
Luego lo tomó de la mano para dirigirse hacia el interior de la feria. El aroma a pan y dulces se respiraba en el ambiente. Casi inmediatamente, se pusieron a buscar a Darunia y Ruto, quienes les dijeron dónde estaban por mensaje.
Tiempo después, los localizaron justo al lado de un puesto de algodón de azúcar. La mujer estaba tomando al otro del brazo.
-Que bueno que llegan- Dijo ella, sonriendo- El algodón está bien bueno.
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En Coma (Linkcest)
FanfictionA dos meses de haber terminado con la mujer de sus sueños, Twilight ha logrado conseguir el empleo que siempre quiso: trabajar como diseñador en una de las compañías más famosas de todo Hyrule. No obstante, a pesar del esfuerzo y la dedicación que...