CAPÍTULO 7.

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Cuando regresó a la sala, Twi, Mipha y Revali comenzaron a trabajar en el proyecto que deberían entregar dentro de un mes. Los tres se encargarían de exponer una serie de productos diseñados por ellos mismos a gente importante de la empresa. Por supuesto, los detalles de su elaboración y los beneficios para Skyloft tendrían que ser descritos frente al público.

Mipha se encargó de explicarle a Twi cómo tendría que ser su exposición, y de inmediato se pusieron a trabajar en ello. Les costó desacuerdos y mucho trabajo neuronal, pero consiguieron avanzar un  poco al proyecto para el final de la jornada.

Después de despedirse de su amiga fuera del edificio, Twi decidió ir a ver a Shad al bar de Telma para visitar al gato herido y ver cómo se encontraba su pata. Un café cargado tampoco le vendría mal aquella tarde, pensó. Mucha gente podría saber preparar café, pero nadie lo hacía como Ashei. Siempre se había preguntado cómo le haría la pelinegra para que su café le quedara tan delicioso, así que con un poco de suerte, ella también estaría en el bar cuando llegara.

Después de caminar durante unas cuantas cuadras, por fin llegó al establecimiento. Cerró la puerta tras de sí y notó que, aunque no estaba lleno, en el lugar había una cantidad considerable de gente esparcida entre las mesas. Miró hacia la barra y sólo encontró a Telma ahí, de modo que se encaminó directamente hacia ella.

Ignoró por completo la multitud que lo rodeaba, así que no notó el par de ojos azul zafiro que lo siguieron hasta la barra.

………………..

Después de la noche anterior, a Time le dolía el cuerpo y lucía unas bien marcadas ojeras como resultado de su falta de sueño. Por si fuera poco, se sentía cansado y Saria no dejaba de recordarle lo estúpido que había sido al complacer a Warren cada vez que él quería.

"¿¡Una última vez!? Sabes que va a seguir insistiendo después de haberse dado cuenta de que lo sigues obedeciendo, ¿verdad?", le exclamó su hermana mientras los dos se dirigían hacia el bar. El ojiazul necesitaba beber un poco, para olvidar un rato lo que había pasado y quizás aliviar el dolor que sentía en los músculos. Cada paso que daba resultaba un enorme esfuerzo por su parte, y moría por recostarse sobre una mesa y olvidarse de todo por unas horas.

"No puedes seguir dejando que te trate como a su juguete".

Antes de cruzar la puerta de entrada, Time la miró frunciendo el ceño.

-Ya basta.

Su hermana le dedicó una mirada triste y luego desapareció.

Cuando entró al bar no había mucha gente, lo cual supuso un gran alivio para él.

Inmediatamente tomó asiento en una mesa desocupada, y pidió un vaso de lo más fuerte que le ofreció la chica que lo atendió. Minutos después, la pelinegra regresó con la bebida y se retiró. Sin embargo, el ojiazul sólo bebió la mitad. Después sintió cómo el peso de sus párpados y el resto de su cuerpo lo obligaban a recostarse sobre la madera, de modo que se quedó dormido ahí sin más.

Cuando despertó sobresaltado, notó que en el lugar ya había más personas. La mayoría iba con uno o más acompañantes, y varios de ellos estaban carcajeándose ante un chiste por parte de su compañero. Otros estaban cantando o bailando de manera tonta. Las pocas personas que aparentemente se encontraban solas tenían una apariencia de lo más deplorable. Se encontraban cabizbajas, y parecía que, como él, sólo habían ido a aquel lugar para olvidarse un rato de lo desgraciadas que eran sus vidas. Al menos eso le pareció a Time. ¿Así de lamentable lucía él?

El hombre pensó en levantarse para retirarse del bar. Sin embargo, no tenía muchas ganas de regresar a su casa para sentarse tras la computadora y comenzar a trabajar para el nuevo proyecto que se avecinaba en la empresa. Tampoco tenía ganas de revisar documentos ni nada relacionado con el trabajo. Y mucho menos, nada que le recordara a Warren. 

En Coma (Linkcest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora