CAPÍTULO 9.

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Las semanas pasaron volando. Más rápido de lo que habrían querido.

Después de aquel día en el que el jefe había dormido en su departamento, Time y Twi habían pasado más tiempo juntos del que esperaban.

Twi había estado consciente de las palabras que le dijo esa noche de camino a su departamento en todo momento. "No te voy a desechar". De manera más o menos sensata, el moreno se lo había prometido. Y no había sido para nada difícil cumplir esa promesa.

Solían salir juntos de regreso a su departamento o tomar algo en el bar de Telma, quien no paraba de preguntarle a Twi de dónde sacaba gente tan atractiva. Que las personas le insinuaran cosas así sobre él y su jefe le fastidiaba en menor parte. Era lo que menos le molestaba de pasar tiempo con él.

Cuando iban juntos al bar, y aprovechaban el tiempo para trabajar en la computadora, de repente el celular de Time sonaba y no paraba hasta que lo apagaba. Muy en el fondo, quizás Twi sabía de quién se trataba, pero no quería preguntárselo. Lo cual era muy bueno, considerando que su jefe se ponía bastante pesado cuando las llamadas terminaban por hartarlo.

En ese lapso, había aprendido más cosas de Time que nadie en el edificio. Aquello lo hacía sentir extraño… y Mipha no paraba de recordárselo. Aunque la chica había empezado a aceptar más su relación, no dejaba de rogarle que no se entrometiera demasiado. Pero Twi no podía evitarlo, porque simplemente Time le agradaba. Le gustaba pasar tiempo con él, y le gustaba que podría decir cualquier estupidez y jamás lo juzgaría por ello. Estar con él le arreglaba el día por completo.

Y necesitaba que alguien lo mantuviera cuerdo después de pasar tantas horas con su insoportable compañero, Revali, quien había generado todavía más odio hacia él cuando se enteró de que pasaba tanto tiempo con el ojiazul. Después de que aquel sujeto se alejara de él y Mipha, los tres habían hecho prácticamente el proyecto de manera individual.

En cuanto a Mipha…

Wild y Sidon habían empezado a pasar más tiempo juntos por igual, y Twi no sabía cómo apoyar a su amiga. En parte porque durante ese tiempo se había dado cuenta de que Sidon también tenía sentimientos por el rubio. Si Mipha se había dado cuenta o no, no lo decía.

No obstante, el tiempo había pasado bastante rápido y el día de la exposición por fin llegó. No era el momento de pensar en eso.

Como todas las mañanas, Twi se levantó de la cama y tomó una ducha. Luego se vistió formalmente para la ocasión. Se había preparado durante todo el mes para que ese día llegara. Se miró al espejo y pensó con orgullo que quizás nunca se había visto tan bien en su vida. Y quizás tampoco había estado tan nervioso.

Despues de desayunar, se dirigió hacia la puerta y al abrirla una sonrisa apareció en su rostro cuando vio a su jefe afuera, esperándolo.

Time le devolvió la sonrisa.

-Buenos días.

Hace tan sólo unos días, Time había  empezado a pasar a recogerlo hasta su departamento para ir juntos al trabajo. Y siempre que lo veía parado frente a su puerta esperándolo, sentía cómo una pequeña llama de felicidad se encendía en su pecho.

Aquella mañana, el ojiazul lucía fantástico vestido con un traje negro.

-Te ves bien- Le dijo Twi, mientras se dirigía hacia él después de haber cerrado la puerta.

-Tú te ves mejor- Respondió el otro.

Ambos empezaron a caminar la ruta diaria hacia el edificio. Time le rodeó los hombros con un brazo, como le gustaba hacerlo desde hace un tiempo ya. Y a Twi no le molestaba que lo hiciera en lo absoluto. Pensaba que era porque a Time le gustaba recordarle que era más alto que él, pero no podía negar que le gustaba el contacto.

En Coma (Linkcest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora