Comienzo del flashback
Dos años atrásLa voz de su madre era como un odioso e insoportable despertador. Tan chillona y ruidosa que sentía que sus oídos sangraban cada que la escuchaba gritar.
De modo que hundió la cara en una de sus esponjosas almohadas y se cubrió por completo con las cobijas, hechas de la más distinguida y suave tela que podría existir en Hyrule.
—¡Warren! ¡Baja ya, cumpleañero!— La escuchó gritar de nuevo.
El chico se mantuvo hecho un ovillo sobre la cama, ignorándola. Odiaba que lo fastidiara así.
Normalmente era alguno de los empleados quien lo despertaba por las mañanas, pero como aquel día era su cumpleaños, su madre había querido hacerlo ella misma. Y su manera de llamarlo no era en realidad su favorita.
—¡Warren!
Él sólo gruñó, sin siquiera intentar moverse.
—¡La abuela Charlotte vino a verte!
Bueno, eso sí que cambiaba las cosas.
Warren pateó las cobijas y se levantó de la cama de un brinco.
Buscó ropa en el enorme armario que había en su amplia habitación y se vistió rápidamente. Luego se miró en el espejo que había sobre su tocador y al ver su desastroso cabello suspiró.
Tenía que verse presentable para ver a su persona favorita, pensó mientras peinaba su lacio cabello rubio.
"14 de agosto…"
En realidad no le gustaba mucho celebrar su cumpleaños, ni asistir a las fiestas que su familia planeaba para dicho día.
Pero lo que hacía diferente ese específico día del año, según sus padres, era el hecho de que cumplía dieciocho años y por tanto se volvía mayor de edad.
Aunque el chico no lograba ver por qué el alboroto, se dirigió hacia la puerta de su habitación. Pasó la vista por los variados títulos de su librero y luego por el póster del mejor jugador de ajedrez de todo Hyrule que había justo al lado.
Salió del cuarto y bajó las escaleras de mármol para dirigirse hacia el comedor, de donde emanaba un delicioso aroma.
En la mesa ya estaban sentadas su madre y su abuela, quien sonrió cuando lo vio. Él le devolvió la sonrisa y casi corrió para abrazarla.
—¡Que bueno que viniste!— Le dijo cuando se separó para mirarla.
Su abuela era una mujer de ojos verdes y cabello rubio, justo como el suyo. A pesar de que el tiempo había dejado ya varias arrugas en su rostro, para Warren ella era quizás la mujer más hermosa del mundo. Y también su mejor amiga.
La madre del chico carraspeó.
—Buenos días— Dijo, mirándolo.
—Buenos días— Contestó él.
Después su mirada fue a parar en su lugar en la mesa, justo al lado de su abuela, donde el mayordomo había dejado ya su desayuno. El cual consistía en un montón de vegetales y alimentos bajos en grasas que para nada le agradaba consumir.
No obstante, justo al lado de su comida saludable, había también un plato con una rebanada de tarta de fresa.
Habían pasado meses desde la última vez que se le había permitido comer algo así.
—Te hice algo por tu cumpleaños— Dijo su abuela, guiñandole un ojo.
—Muchas gracias— Respondió Warren, sonriendo, mientras controlaba la parte de él que quería saltar sobre la mesa para devorar el postre.
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En Coma (Linkcest)
FanfictionA dos meses de haber terminado con la mujer de sus sueños, Twilight ha logrado conseguir el empleo que siempre quiso: trabajar como diseñador en una de las compañías más famosas de todo Hyrule. No obstante, a pesar del esfuerzo y la dedicación que...