"La última persona en la que piensas antes de dormir, es la fuente de tu felicidad o de tu dolor"
F
Ah, el sexo... el único momento en el que se te permite ahorcar a otro ser humano y no eres penalizado. El único momento en el que puedes atar a alguien y lo disfrutará. El único momento en el que te permiten que les hables con maldiciones y como si no fueran más que una escoria o una "perra sucia", ¿no es así? El poder del sexo en donde todo el mundo es vulnerable, pero a todo el mundo le gusta.
Soy Frank y siempre he creído que en esta vida hay un vulnerable y un vulnerador. Existen dos tipos de personas en este mundo: Los que persiguen y los que son perseguidos. Así como también, existen los tops (vulnerador) y los que son bottom (vulnerables). Pero una cosa lleva a la otra; por lo general si eres el que persigue... por consecuente, eres bottom. No es mucha ciencia.
Estudio psicología en la universidad de Washington. Y por si se lo preguntaban, sí, yo soy al que generalmente persiguen, por consecuente... el top. Me he autoanalizado y he llegado a esa conclusión: Yo no estoy hecho para perseguir a alguien, al contrario, ellos me persiguen a mí. No hay nada que yo no pueda hacer, a excepción de una cosa: ser el que persigue.
No culpo a los perseguidores, se necesitan para que este mundo tenga sentido y pueda girar en completa paz, pero se me hace una labor realmente complicada y mis manos no están hechas para ello, soy el arquitecto y ellos son los albañiles, es así de sencillo. Los admiro, bueno, una parte de mi lo hace.
Aunque otra parte de mí dice: pobres idiotas.
Ja, ja...
- A ver, ¿qué es lo que estoy pensando hoy? – oh, se había tardado.
Regreso de mi palacio mental y me doy cuenta de que estoy en una de las bancas de la cafetería, seguramente con mi mirada al horizonte.
Ah, sí.
Él es Brendon Urie, un chico alto (bueno, cualquiera es más puto alto que yo así que evitaré este punto), frente que mide más que un bebé recién nacido, cabello asquerosamente... lacio, y una sonrisa que mata a cualquier chica... ciega. Es inteligente, pero lo suficientemente idiota como para pensar que ser psicólogo es un sinónimo de ser adivino. Así que solo lo miro con una sonrisa pacífica y tomo de mi soda, lo cual es mi único almuerzo porque lo gasté todo en un bar cercano al campus la noche anterior.
- Seguramente piensas en Ryan – le digo. Abre sus ojos, asustado e impactado. Si, les digo que es un completo idiota cuando se lo propone.
- ¿Qué mierda? – acerca su cuerpo hacia mí, como si estuviera checando alguna cosa mágica que tengo en la cara para adivinar cosas – Frank. Contesta.
- No seas estúpido, Brendon.
- ¡¿Pero cómo lo supiste!?
- Lo sé porque es de lo único que hablas desde el lunes. Dices que te observa a cada rato, y yo pienso firmemente que no es así. Así que, si buscas un diagnóstico, creo que tienes delirios de persecución. Son cuarenta dólares.
Me encanta observar a la gente. No se necesita ser un genio para adivinar lo que piensa Brendon. Por lo general, si hablas de algo o alguien durante tres días, el cerebro se acostumbra a que debes pensarlo porque debe ser importante. La basura que nos gusta a los humanos... casi no importa un comino, así que... bam, ahí está la clave de la vida y de la estafa: si dejáramos de pensar estupideces, seríamos de lo mejor.
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Psicólogo Frank [Frerard] Y [Ryden] PAUSADA
FanfictionFrank es estudiante de psicología. Gerard es un desastre, como todos. Ryan solamente es gay de clóset. Y Brendon..., bueno él estudia administración de empresas. Reseñas: "... ¡Fresca! ¡De lo mejor que he leído este 2020" - VOGUE "Está bien perr...