G.
Abajo, en el comedor de la casa, los chicos hacen sus actividades individuales rutinarias. Ray está buscando cucharas limpias en uno de los cajones, Bob busca el cereal, Khalil toma una manzana mientras lee su ensayo de la clase (quien sabe cuál, no me interesa tampoco) y se sienta en una de las sillas de la mesa, Christopher cocina huevos fritos, Jimmy prepara su licuado de proteína y Ryan se dedica a platicar estupideces en voz alta. En resumen, hay mucho ruido en la parte de la cocina.
Yo sigo aun en pijama porque mi primera clase del día es en tres horas, pero ese mensaje que recibí de Donald, pedazo de mierda, me acosó toda la noche y también ahora.
- ¡Hey! – Jimmy es el primero en percatarse de mi presencia y acto seguido, todos me miran - ¿Y esa cara? ¿Le viste las bolas a Ray?
Ray hace una mueca de disgusto muy graciosa, le lanza un palillo y se sienta a servirse cereal. Con cautela me acerco y me siento en una de las sillas.
- Lo siento hermano, esa es mi silla – Bob se me acerca y espera a que me salga de ahí. No digo nada, detesto las confrontaciones entre un chico musculoso con cara de perro y yo. Me encojo de hombros y me levanto. Puedo observar y sentir la mirada fulminante de Jimmy hacia Bob, pero no sirve mucho que digamos – No quiero que me pegues tu asexualidad.
Ya no sé ni siquiera donde sentarme.
- ¿Y bien? – ahora Ryan me pregunta mientras se sienta como chino y juguetea con los manteles del comedor – Estás así desde ayer, ¿alguien especial? – arquea sus cejas.
Vamos, Ryan, sabes que no.
- Uyy... cosas íntimas – Ray espeta con la boca llena.
- Traga antes de hablar, cerdo Toro – le regaña Christopher, después se para ante mí y me sonríe - ¿Qué silla quieres?
Frunzo los labios y señalo la silla que está a un lado de Jimmy y me siento.
- Nada interesante, la verdad – suspiro – Era un mensaje de mi padre, dice que vendrán a verme a un restaurante – Todos me observan.
- ¡Creí que te diría: ¡hijito, encontraron un tumor en tu pito, por eso no te servía! – se ríen Bob y Ray – Qué gran noticia, ¿no?
- Iba a decir eso – dice Ray - ¿Por qué mierda no te consigues tus propios chistes?
- ¿Y tú por qué no te consigues una vida?
- Qué pésima contestación, pareces mongol.
- ¿¡Mongol!? ¡Y tienes el pinche culo prieto! – Bob se levanta de la mesa y agarra a Ray del cuello de la playera.
- ¿¡Ya me lo viste!? – contesta Ray intentando bajarse los pantalones y por si las moscas, cierro los ojos asqueado.
- ¡Ya cállense! – ese es Ryan.
Siguen discutiendo ambos, pero yo no estoy. Solo escucho sus voces a lo lejos, peleando sobre quién la tiene más grande, quien tiene el culo más limpio y quien es el mejor mientras los demás se ríen de ellos. Quisiera poder hacerlo, aunque sea de una manera falsa, pero ahora solo pienso en una cosa: mi padre viene.
Mi padre.
Siento que me sofoco de pronto y el oxígeno no pasa por mis vías respiratorias. Enseguida pongo mis manos sobre mi cuello y siento la atadura de la corbata impidiéndome respirar. Cálmate, cálmate. Oye...
- ¿Gerard? – los brazos fuertes de Jimmy me regresan a este plano. Frunzo el entrecejo y lo miro borroso, pero después empieza a verse claramente - ¿se te atoró algo?
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Psicólogo Frank [Frerard] Y [Ryden] PAUSADA
FanfictionFrank es estudiante de psicología. Gerard es un desastre, como todos. Ryan solamente es gay de clóset. Y Brendon..., bueno él estudia administración de empresas. Reseñas: "... ¡Fresca! ¡De lo mejor que he leído este 2020" - VOGUE "Está bien perr...