010| La terapia de Ryan

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un memillo que encontré y me recordó a fRANK Y A BRENDON. JAJAJA

 JAJAJA

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f.

Tomo el bonche de hojas que dejó Brendon sobre mi escritorio hace como cuatro días. Creo que es hora de hacer lo prometido; no me la puedo pasar siendo un hijo de puta con él todo el tiempo. Además, el cumplió su palabra de traerme el lector de emociones. Oh, Dios dame fuerza, en serio. Cierro los ojos con pesadez mientras me dirijo hacia mi cama y enciendo la lámpara sobre la mesita de noche a un lado de mi cama.

- Okey... - suspiro - ¿qué mierda haces, Brendon?

Comienzo a leer.

<< ¿Qué se sentirá la verdadera pasión? ¿Acaso ya la he sentido antes? ¿Acaso jamás lo voy a descubrir? ¿Habrá gente tan desdichada de no poder sentirla jamás? Todas esas preguntas rondan por mi mente a diario, y a veces me siento tan deprimido de que sea lo único en lo que soy capaz de pensar...

Mi nombre es Brandon y esta es la historia de mi inigualable y apasionado amor. Conocí a un chico, se llama Bryan, y bueno, no lo conozco en sí, pero sé que existe y eso me basta. No me malinterpreten, Bryan es solo un amigo...>>

- Ay, no... - cierro los ojos – mierda contigo, estúpido. Qué pena ajena.

Continúo leyendo y no es más que un diario de Brendon cambiándose el nombre a Brandon y claramente la historia no va por ningún lado; es decir, con Ryan quien sospecho que es Bryan... es... es obvio que no sabe qué más escribir porque se basa en sus vidas y ninguno de los dos se hablan. Por Dios santo, la puta ficción se inventa. Joder.

Tocan la puerta y sé que es Brendon olvidando las putas llaves del cuarto. OTRA PUTA VEZ. Me lo voy a roastear ahora sí que lo vea, no, primero me voy a reír a carcajadas por su triste historia patética y luego lo voy a roastear diciéndole que no era un diario, y que lo tendrá que exponer y no creo que quiera eso.

Me levanto de la cama y ya me estoy riendo. En serio, lo amo. Amo a este tonto, ¿Cómo explico que siempre es tan torpe que me hace reír? Polveo mis manos y me dirijo a la puerta.

- Quiero decirte que me duele que no me hayas incluido en tu—

Me callo inmediatamente porque éste no es Brendon.

- ¿Bryan? ¡digo! ¡¿Ryan?!

Esto no lo tiene que saber nadie, ¿okey?

El chico nutria está frente a mí con una pose penosa, eso me lo dicen sus brazos ocultos en su espalda y la evitación de mirada. También mueve sus pies de manera inquieta, quiere entrar a mi habitación lo más pronto posible porque siente una pena inmensa de que lo vean frente a mí habitación; es que ya tengo fama de ser el portachismes del piso, todo me cuentan y todos saben que si vienen conmigo tienen "terapia" claro, si tengo ganas, tampoco lo hago siempre. Y en cuanto a mi rostro, puedo sentirlo tieso y sorprendido.

Psicólogo Frank [Frerard] Y [Ryden] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora