Psicólogo Frank [Frerard] Y [Ryden] PAUSADA

020|La obsesión de Frank.

Frank cada que platica con Brendon. (memillo)

Preguntilla nomas para pasar el rato. 

¿Ustedes cómo creen que se manifestará el romance aquí? ¿Creen incluso que existirá? 

Bueno ya me voy. 

----

G.

Es lunes y hoy tengo mi terapia gratis.

Toco la puerta y se abre en menos de 5 segundos. Frank se ve fresco, enérgico y sonriente, como si no hubiese pasado nada la semana pasada y no lo vi todo muerto y desnutrido por su exceso de alcohol. Está sudado y la playera sin mangas (parecen recortadas por él mismo) también está mojada. Tiene unos pantaloncillos cortos por donde los veas, lo que me incita a querer mirar cada fibra componiendo su pantalón. Deja la puerta abierta y se aleja dejándome ahí, sin decir nada. Supongo que es un "pasa", así que me adentro.

Observo la masa de papeles pegados por la pared en la que se encuentra su escritorio. Como una pared tapizada de posters, él la tiene tapizada de..., información. Luce orgulloso, sin embargo, la pequeña letra ni siquiera me permite saber nada de lo que es.

- Toma asiento donde gustes – no parece interesado en su paciente como lo he visto con otros pacientes que ha atendido. Supongo que no le caigo bien todavía, o aun cree que soy una pérdida de tiempo. Quizás ambos.

Aun así, debo admitir que su aspecto es extraño. Como si estuviera vuelto loco, pero no pienso decirle una sola palabra al respecto, no quiero que me mande a la mierda. Me siento sobre su cama con incomodidad debido a que me está ignorando olímpicamente.

- Supongo que... - habla mientras sigue dándome la espalda - ¿ahora te gusta madrugar? – se gira y me mira con los brazos cruzados y una sonrisa burlona – llegando una hora antes, eso no es propio de ti, ¿eh?

Parece disfrutarlo.

- ¿Qué? – miro mi celular y son las 5:06 - ¡Oh!

- Sí... - asiente – y también supongo que estabas ya haciéndote ideas en la cabeza de que te ignoro y que no me importas como paciente en lo absoluto.

- Yo... - él asiente como diciendo: "Ni refutes, ya lo sé". – Regreso en una hora entonces.

- Al menos que no te importe verme así..., supongo que no importa – suspira y se sienta en su silla frente al escritorio. Remueve un poco el cuerpo y saca una libreta de su trasero, pues se sentó en ella – bien, 5:07. Dime, ¿Cómo te trata la vida, Gerard?

Sigo mirando todos sus papeles en la pared con cierto asombro por su organización. JAMÁS en mi puta vida yo haría tal cosa. Me quedo bobo viendo y de pronto siento un peso a un lado mío, se ha sentado junto a mí en su cama. Lejos de asustarme o petrificarme, me quedo normal, esperando a que me diga algo.