En Cantos de Sirena hemos podido conocer un poco más en profundidad al temible Leif Kerensky, la antigua mano derecha de Harkon Vandalyen y actual voivoda. Ah, y el amigo amante de Diana... ¿Qué os parece? ¿Os gusta? ¿Os fiais de él? A pesar de su cara de malote y su naturaleza de Radiante, es innegable que ha demostrado en muchas ocasiones que Diana le importa... la gran pregunta sería, ¿realmente a ella le importa tanto? :)
Capítulo 30 – Lira, 1.831, Norraxis, Talos
Norraxis era la ciudad más aburrida que había visto jamás. Construida en el corazón de un volcán no extinto y habitada por una población tecnológicamente muy avanzada, aquel lugar reunía muchos ingredientes para ser un lugar apasionante. Una ciudad que vivía al límite siempre con la sombra de una posible erupción poniendo en jaque la supervivencia de los millones de personas que vivían en su interior. Un lugar siempre al límite donde había esperado encontrar emoción, parajes increíbles y gentes de lo más interesantes. Sin embargo, Norraxis respondía a lo que cabría esperar de Talos: una ciudad aburrida, cuadriculada y sin ningún tipo de encanto. Sus ciudadanos eran grises, sus edificios simples bloques de hormigón sin decoración alguna ni color, y su aura, en general, mucho peor de lo que cabría esperar. Demasiada disciplina, demasiados horarios... demasiada monotonía.
Si alguna vez aquel lugar había tenido algún tipo de encanto, la sociedad talosiana la había apagado.
Por suerte para Lira, no pretendía quedarse demasiado tiempo. De hecho, esperaba que la estancia se redujese al mínimo, aunque todo dependería de lo que encontrase. Su objetivo era localizar a Suri, la arpía que próximamente sustituiría a Vexya, y aunque confiaba en que respondería adecuadamente a la llamada, ya no sabía qué pensar. A lo largo de su corta vida había visto tantas cosas que ya nada le sorprendía.
O casi nada.
Según la dirección que Diana le había proporcionado, Suri vivía en uno de los suburbios de la ciudad, una zona alejada del núcleo urbano donde sus habitantes eran destacados miembros de la Sociedad Nacional de Ciencia y Desarrollo de Talos. Gente importante, en definitiva. Si bien en Albia los pretores eran la élite del país al igual que en Hécate lo habían sido las brujas, en Talos lo eran los científicos de la SNCD. Porque aquel país era pura ciencia y sabiduría: eran los abanderados del conocimiento y de la tecnología, los genios por excelencia, y los elegidos de la SNCD eran sus grandes líderes. Los cerebros más valorados...
El auténtico motor del país.
Y Suri era uno de ellos.
Mientras caminaba por la gran avenida de piedra y asfalto al final de la cual se encontraba la imponente vivienda donde Suri se había instalado, Lira no podía dejar de pensar en Vexya. Comprendía que tuviesen que sustituirla, necesitaban a alguien para gestionar las identidades de las arpías, pero incluso así le molestaba. No quería a nadie en su lugar, y mucho menos a Suri. Aquella arpía era tan complicada y tenía un talante tan frío que le costaba creer que pudiese llenar el gran vacío que había dejado Vexya. Cumpliría con su papel, por supuesto, y probablemente lo haría con maestría, pero dudaba que fuese a ponerle aquel toque mágico con el que Vexya dotaba de vida a sus identidades. Para ello se necesitaba a alguien más cálido, con más corazón, y Suri no era la mejor candidata para ello.
ESTÁS LEYENDO
Cantos de Sirena
FantasiJóvenes, solas y sin nada que perder, cuatro espías se enfrentarán a un mundo en pleno proceso de cambio en el que tan solo aquellos que no temen a la muerte pueden abrazar el éxito. En sus manos está sobrevivir y extender la gran Tela de Araña desd...