•capítulo 5•

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[Kanon...]

Después del pequeño inconveniente en el estacionamiento, Radamanthys no se separó en ningún momento de mi.

"El comandante Lumiett" había sido muy claro con sus órdenes, mantenerme alejado a toda costa del caso Dominus.

Pero las simples órdenes de mi hermano no me iban a detener, ya hallaría la forma de adentrarme nuevamente en el caso.

Por ahora las órdenes de mi hermano eran claras y debía obedecerlas.

Tras la falta de personal, gracias al operativo Dominus, la escasez de agentes era obvia, así que yo y un puñado de agentes sin experiencia alguna, éramos los encargados de atender casos de mínima relevancia.

Mira que más bajo no puedo caer.

Yo, un agente reconocido a nivel nacional, trabajando con un puñado de Alfas de academia, que idea tan estúpida.

Pero claro que esa pequeña bola de principiantes se emocionó de sobremanera al enterarse con quien iban a trabajar, pero para mi, era una idea desagradable tener que hacerla de niñera.

No me esforze, ni trabaje tanto toda mi vida como para terminar así.

Mi único casó por hoy era algo insignificante...

"Encontrar a Un pequeño Alfa que escapó de su familia"

Vaya, no saben como muero de emoción por encontrar a aquel niño mimado. Si entienden mi sarcasmo, ¿No?

Era lógico que aquel mocoso estaría en el mismo lugar donde hizo el berrinche,  los niños Alfa siempre son así cuando quieren algo, espantan a sus padres un buen rato para después manipularlos y estos como arrepentimiento le compran el capricho que el quiere. Es un clásico.

Pero esos novatos no lo saben.

Y yo no tengo por qué hacerles el trabajo fácil. La verdad que me causó mucha risa escuchar la opción de un posible secuestro o homicidio.

¡¡Por favor, solo es un niño mimado en busca de atención!!

Escuché claramente todas y cada una de las propuestas de cada Novato, pero todas eran aburdas.

-ya considerarón buscar en la tienda, bola de imbéciles-

Dije de mala gana, poniendome de pie y largandome de aquella sala. En verdad que no toleraba tal humillación.

Camine hacia mi oficina rogando por que ningúno de esos principiantes me siguiera o terminaría por desquitarme con el. Abrí una de las gavetas y saque los expedientes de lo que en verdad me importaba. "El caso de los supresores"

Inmediatamente tome asiento en mi escritorio y como si se tratara de un acto sagrado, regue todos estos papeles a lo largo de mi escritorio. Buscando más pistas o algún indicio.

Trate de concentrarme en el caso que tenía en mis manos. Ante todo, mi trabajo es primero.

Pero mi cuerpo no respondía a mis órdenes, mi miembro no paraba de palpitar y mi corazón latía eufóricamente.

¿que demonios me pasa? Se supone que ya había superado todo esto.

La sangre se me sube a la cabeza, necesito calmar esta ansiedad. No resisti más y le informe a Radamanthys que me ausentaria por un rato.

Le ordene que se hiciera cargo de los novatos y mi compañero me aseguro que se encargaría del resto, que no me preocupara.

A decir verdad, estábamos dando vueltas en círculos. La información que teníamos no era suficiente. La nueva droga en circulación era un caso para los de narcóticos. Pero nos correspondía tomar el caso, por que el muchacho Alfa, era parte de este. Necesitábamos regresar a la calle A buscar respuestas, no quedarnos tras un escritorio analizando los mismos datos una y otra vez.

DOMINUS ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora