🥀•capitulo 2•🥀

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[ Siegfried...]

Eo, me llevo directamente a una cafetería cercana. Una de tantas en la misma calle.

Al entrar inmediatamente

El olor ácido del café, se mezcla con el dulce aroma del pan recién horneado, preparados especialmente para acompañamiento y forma un ambiente más que reconfortante.

Si, era bastante agradable,pero entre este aroma percibí un ligero olor que me llamo mucho la atención. Valla si mi olfato no me falla...

- buenos días mi nombre es Alberich ¿en que le puedo servir?-

Maldita sea! Este aroma se mezcla fácilmente entre el resto de los presentes.

Pero aún así lo percibo.

Mi instinto nunca me falla Pero
¿De dónde viene? Este aroma es influyente he intenso. Mis ojos buscan en cada rincón de esta cafetería pero no encuentro de dónde proviene.

- Siegfried ¿Que pedirás amigo?-

Eo me hizo volver en si, dándome entender que aquel joven esperaba desde hace algunos segundos mi orden ¿Que se me ofrecía?

Mierda. Pero que desperdicio de tiempo.

- un café-

Le respondo a aquel joven de melena rosada. Por que el hambre que tengo no se saciara con comida

-Siegfried, no seas tacaño, vamos prueba unas rosquillas te encantarán, el pan de esta cafetería es magnífico-

Sencillamente respondí con un gesto aprobando el pedido, para que Eo me dejase en paz de una maldita vez.

No estaba de humor para su pan, no ahora que mi instinto me decía que había alguien de mi interés cerca.

continue olfateando, intentando encontrar aquel exquisito aroma entre tanta gente, pero solo me basto con bajar la mirada ligeramente para notar la mano temblorosa de aquel muchacho que tomaba mi pedido.

Entonces tuve que mirarlo a los ojos. Por que su comportamiento elevó mis alarmas. Era el, tenía que ser el.

El nerviosismo en su rostro era evidente y bastaba con leer su lenguaje corporal para notar que estaba incómodo. Alce mi mano con el dinero para pagarle, esperando a que lo tomase, pero giró el rostro y no se movió. Así que se estaba negando a tomar mi billete.

¡Pero que juego tan entretenido!

-¿es un regalo entonces?-

Le pregunté en tono de burla, mientras continuaba observándolo al momento que se tensaba como una cuerda cada vez más. Luego de un momento, por fin tomo el dinero que le daba.

No voy a negar que me llamó mucho la atención su manera de actuar. Pero quizás fue su persona lo que me interesó un poco más.

Es un muchacho bien parecido,de tez pálida, sus ojos claros un misterio, el mentón bien formado y sus labios rebosantes.

No se me pasó aquel detalle de cómo me miraba, como si intentará apartarse de mi usando solo sus ojos. Semejante actitud jamás pasaría desapercibida para un Alfa cómo yo. En cambio el idiota de Eo, por su puesto que no lo noto, ese pequeño Alfa solo piensa en llenar su estómago.

DOMINUS ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora