🥀•capítulo 7•🥀

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[Sorrento...]

No debi venir a trabajar. Fue una mala idea siquiera levantarme de la cama.
Pase la noche en vela, por ratos sentado en el suelo frío de mi pieza, en otros revolviendome sobre mi cama olorosa a sexo.

La mañana llego y yo todavía seguía impregnado del olor de kanon. Tampoco podía dejar de repetir su nombre en mi mente. Lo odiaba tanto, que el coraje no me cabía en el pecho.

Apenas cruce la puerta de la cafetería, tuve ganas de regresar sobre mis pasos. Volver a mi cama, enrredarme en las sábanas y morir de inanición, por que no pensaba abandonarla nunca mas. Llegue tarde y ya había gente formada en una linea esperando ser atendida. No supe que hacer, si no dirigirme al mostrador y buscar mi mandil y la gorra que era mi uniforme. Me sentía perdido, como si de un día para otro me hubiera convertido en otra persona.

Quizá lo era. Ya no era el mismo, ahora era una cosa marcada por ese Alfa, para ser un hueco donde ir a meterse cuando quisiera.

-¡Sorrento, a mi oficina ahora!-

Esa es la voz de mi jefe. Y no suena contento. No estoy de ánimos para lidear con el, en estos momentos cuando el mundo se me derrumba. Rodé los ojos, pero lo seguí a donde me condujo para luego cerrar la puerta de golpe

-¿Que tienes? ¡estas hecho una mierda!- me grito y sacudió de un brazo. No se si quería que le respondiera o partirme un hueso- escuchame bien, no me importa con quien te revuelques, pero no vas a venir a trabajar asi. ¿que carajo es ese olor? Hueles horrible ¿te has bañado?-

Más de una vez, me restregue la piel tanto, que pensé que se me desprenderia. Pero el olor a kanon no se me quitaba

Mi gefe siendo un beta, no tenía el olfato lo suficientemente desarrollado para saber lo que sucedía conmigo. Sin embargo, el resto de la cafetería lo noto.

-No tengo nada- Le respondí por fin, pero sabía que no se iba a quedar tranquilo -Me hubiese quedado en casa, pero no me quedan días libres. Me dijiste que si quería vacaciones tenía que chupártela ¿recuerdas?-

Tenía que pensar en mis palabras y las consecuencias, pero en ese momento no podía contenerme.

¿que quería que le dijera?

Verás, la noche anterior, un Alfa se metió a mi departamento, por quien sabe donde y termine revolvandome con el, como animal en celo. Si, todavía costaba creerlo, pero era cierto. El dolor en todo mi cuerpo, no me dejaba olvidar.

-Debería hecharte por tu atrevimiento- bufo cruzando los brazos- Deberías estarme agradecido que no te bote a la calle, por que soy un hombre compasivo-

Si, tan agradecido estaba que me pare de imprevisto, para regresar a mi puesto en la caja. Si iba a hecharme que lo hiciera de una vez. Aunque si perdia mi trabajo, no se que haría.

-me regreso a trabajar-

Le dije, por que estaba cansado de escucharlo reclamarme todo el tiempo.

-No vas a atender a los clientes en ese estado. ¿te has visto la cara? ¡quitate esa chaqueta, que no es parte del uniforme!-

Me grito enojado.

Por algún motivo necesitaba esa prenda conmigo y no solo para cubrir las marcas de mi cuello. Me la retire, sin embargo mi jefe ahogo un grito. No me dijo nada, no necesitaba hacerlo. Podía ver la reprobación en su rostro así que me alejé antes de que empezara de nuevo.

Mientras regresaba a trabajar, uno de mis compañeros me tomó del brazo y me empujó hacia el cuarto de empleados.

-Ven, te pondré algo de maquillaje-

DOMINUS ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora