capítulo 7

123 9 2
                                    


A veces duele más perder una amistad que la persona con la que estás, una pareja puedes encontrarla a la vuelta de la esquina, pero una amistad, una amistad en donde has depositado confianza con los años, en donde has aprendido enormemente y ha estado para ti siempre, esas amistades duelen más que cualquier otra herida.

No se va quien lo merece, se queda quien no debe. Isv.



Sara pov.

Mierda, mierda, como iba a explicar esta situación cuando yo no sabía cómo Elia había conseguido venderme esas acciones.
Camila se levantó con esa sonrisa cínica y de autosuficiencia que le caracterizaba aún que yo sabía bien que por dentro se moría de rabia y de dolor. Me levanté enseguida para seguirla.

- Camila porfavor, dame la oportunidad de aclararte las cosas.- ella se detuvo fuera de la sala de juntas, no se dio media vuelta simplemente se detuvo.

Camila: Que me vas a explicar Sara, que vas a decirme que no sepa ya, más excusas no son necesarias, está más que claro de que lado estás ahora, ciertamente esperaba más de ti, de mi amiga, de la que se dice asi misma decirme hermana, qué chistoso no Sara tanto que hablas de las personas que me ven la cara y tu terminas siendo una de ellas. - esas palabras eran como estacas en mi corazón, ella tenía razón, la tenía pero mi instinto protector hacia cosas absurdas a veces que después de hacerlas me lamentaba no decirlas.

- Camila, para todo en la vida existe una explicación y yo quiero que...

Camila: Todos queremos algo en la vida Sara y yo en estos momentos estoy queriendo que desaparezcas de mi vida.- Mi corazón con eso sí que se había roto, como podía decir eso sí todo lo hacía por ella.

- Todo absolutamente todo lo hago por protegerte a ti, como mierda puedes si quiera decirme esas palabras cuando yo he echo asta lo imposible por salvarte el trasero.

Camila: Tu no me has salvado Sara, me has hundido, hace cuanto no vemos una película en nuestra sala, hace cuanto dejaste de pasarte por la casa y dormir un fin de semana, hace cuanto tiempo no me cuentas de lo feliz que te hace la mujer con la que estás, me has sacado quizás de un problema Sara pero nunca has salvado mi trasero por qué si así fuera ahorita no tendría las ganas de destruirte.

Camila pov.

Y si quería destruirla hacerle pasar por lo que yo estaba pasando pero la realidad era que todo lo merecía, merecía cada una de las consecuencias que me ha llevado a donde estaba, merecía no tener amigos por ser una letra egoísta y apoyarlos siendo honesta con ella, merecía que mi esposa me hubiera abandonado por ser tan hija de puta y romperle el corazón en más de una ocasión, merecía todo esto por tomar malas decisiones en donde la única que salió perjudicada era yo, pero eso se había acabado, nunca más, nunca más nadie iba a humillarme si tenía que ser la fría y la perra que era antes, lo iba hacer.

Después decirle esas palabras ella simplemente se quedó callada y esa fue mi señal para salir de ahí, camine hacia mi oficina en busca de esa morena preciosa que aún llevaba mi apellido. Sara venía gritandome pero realmente no ponía atención en lo que ella decía, como había llegado asta acá, como había permitido ser la causante de romperle el corazón a una mujer que me ha entregado todo de sí, como había llegado a este momento, quizás y yo no había dejado a Maia en el altar pero era casi el mismo dolor que ella estaba sintiendo cuando Vanessa me había dejado plantada incluso podría decir que era mejor eso a tener a una esposa como mueble en tu hogar, como podía esa mujer aún darme una esperanza para sacar a flote nuestro matrimonio, como podía ser posible, llegue a mi oficina y la busque con la mirada, perfecto ella se había ido. Me serví whisky en un vaso y me senté esperando a Sara llegar.

Apareciste tu ( II PARTE).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora