Apareciste tu ( II PARTE).

capítulo 44

He vuelto....

Camila pov.

Todo me daba vueltas solo esperaba que todo saliera como habíamos planeado o de lo contrario iba a morirme si a Isabella le sucedia algo malo, la había puesto en peligro y no accidentalmente solo me quedaba rezar por que todo saliera bien y no hubiera una piedra en el camino.

Trataba de parecer lo mas inestable posible por que solo así los demás se creerían tofo y eso era lo que todos debían ver, todos.

Una vez mas necesitaba tomar fuerzas y mucha voluntad para sobrevivir aun ataque al corazón, debía pensar que hacer en dado caso que las cosas no fueran lo que esperaba, como sería el siguiente paso si el plan no funcionara.

Tome la botella de whisky y la coloque en mi escritorio, quien sabe cuantos vasos llevaba pero no era suficiente, gire la silla y me concentré en ese cielo tan precioso, hoy las estrellas iluminaban a mas no poder igual a como Isabella iluminaba mi vida.

La puerta se abrió de un gran golpe, con solo oler el perfume sabia de quien se trataba y no estaba preparada para esto.

Sara: Es cierto o solo es un chisme.- Sabía lo que me estaba preguntando el dilema era por que me hacía la pregunta. - Contestame maldita sea.

- Por que debería decirte justamente a ti Sara cuando no tienes nada que ver con ella.

Sara: Solo dime si es cierto que esta secuestrada.- Ella podría estar en los planes si no fuera que tuviera una gran boca suelta.

- Al mediodía mis padres me llamaron para decirme que Isabella no aparecía. Y hace dos horas me pidieron su rescate.

Sara: Tan rápido, que coño, y por que mierda estas aquí como si nada bebiendo mientras ella esta en riesgo.- Por qué ahora Sara se preocupaba por mi esposa cuando jamás mostró interés por su media hermana- Debemos ir y tratar de averiguar que demonios ocurrió al menos mueve tus malditas influencias.- Ella hablo rápido tomando el vaso de whisky y lanzandolo

- Que demonios te ocurre, desde cuando te importa ella a caso no me dijiste que era una maldita casa fortuna y una zorra, ahora estas aca haciéndote la santa hermana preocupada por alguien que no te ha importado un carajo.

La cara de Sara desencajo de inmediato transformándose en culpa o quizás en desilusión, quien diría que aveces hay que sentir que perdemos a alguien para de verdad saber lo importante que esa persona es.

Sara: Que vas hacer para traerla de vuelta.- Ella ignoro por completo mis palabras. - Que te dijeron,  que te pidieron a cambio por ella.

- No es de tu incumbencia lo que sucede con mi esposa es solo mi problema de nadie más... - Iba a hablar cuando la puerta se vuelve a abrir de un gran golpe.- Por qué maldita sea nadie toca la puta puerta, a caso nadie tiene educación en este puto mundo.

Sr. Fitz: Como pudo ocurrir entre tus narices si se supone que debías cubrir tus espaldas.- Hablo sin percatarse de la presencia de Sara y cuando lo noto ya era tarde, muy bien, supongo que ya era hora.

- Con la misma posibilidad que pudo ser Sara, y una vez mas no entiendo que carajos hacen aquí los dos cuestionandome cuando ninguno la soportaba.

Sr. Fitz: Esto, se supone que tu, tu tenias cubierto absolutamente todo y Sabías perfectamente que esto podía pasar y no le pusiste seguridad.- El viejo solo hablaba y se delataba sin ninguna ayuda, Sara aun no había hablado y seguramente su silencio se debía a estar uniendo todo muy bien.

- No tengo por que darte explicaciones y voy a pedirte que salgas de una puta vez de mi cara o no respondo.

Sr. Fitz: Vas a responder por que la secuestrada lleva mi sangre y por lo tanto tienes que hacerlo.- El no midio lo que había dicho sin duda todo había salido, Sara lo miró y con los ojos llorosos solamente se quedo muda.