I love you | KookTae

17 | Quiero que me sientas

— Yebin era magnífica... Era muy pequeñita y frágil. Ambos estudiamos juntos, pero yo era el mayor de todos por faltar unos años gracias a mi padre. Decía que los estudios no servían para nada, y que debía trabajar en el negocio familiar. Por suerte, cuando se fue a la cárcel, mi madre pudo ahorrar lo suficiente para comprarme los uniformes y dejarme ir en una escuela pública. Yebin era hermosa, la más hermosa de todas... Si te fijas, Bae es parecida a ella, muchísimo. Ambas son tan pequeñitas y... — El pelinegro hizo una pausa, suspirando y apoyando su cabeza en la mano del menor, pasando su otra mano por su cintura, pegando sus cuerpos mucho más. Taehyung acarició con su otra mano el suave y brillante cabello de Jungkook. — Fuimos novios por casi 3 años. Ella acababa de cumplir los 20 y yo tenía 22 cuando luego de unos meses, nos dimos cuenta de que Bae nacería. Fue un revuelo en nuestras familias y nos obligaron a contraer nupcias y a irnos de casa a una propia. Habíamos terminado la escuela, pero no teníamos fondos para criar a un bebé ni para comprar una casa, así que tuve que buscar un trabajo de medio tiempo y estudiar, también, en ese tiempo, conocimos a mis padres, los que conoces. Fue difícil, maldición, pero yo haría eso y lo que fuera por mi hija. Yebin trabajaba como camarera en un local y como peluquera en una peluquería de Busan. Hacíamos lo que fuese para que Bae llegase al mundo con comida y pañales necesarios... Al ser Yebin tan frágil y pequeña, el embarazo se empezó a complicar y Jungie nació a los 7 meses. Ese día fue horrible, aunque haya nacido la bebé. Yebin no lo soportó y falleció luego de ponerle el nombre a Bae. A mí nadie me llamó, yo estaba tranquilo estudiando y cuando llegué a casa y no la encontré ni a ella ni a mis padres, me alarmé. La busqué por todos lados, la llamé. Una enfermera cogió el celular y me contó. Mis padres estaban lo suficientemente ocupados tratando de hacer fuerzas para que la bebé no tuviera complicaciones y olvidaron llamarme. Bae estaba en una especie de máquina que la hacía estar vivita y Bin estaba en otro lado siendo cremada por sus familiares. Ellos me odiaban. — La lengua del mayor se arrastró por el interior de su mejillas y bajó la cabeza para ver a Taehyung. — Me odiaban tanto que no me dejaron verla después. Me culparon, dijeron que era mi culpa desde un principio que su hija estuviese así... Le desearon la muerte a mi hija.

Taehyung se tapó la boca con espanto. En los ojos del azabache se reflejaba el dolor, tal vez la incomprensión.
¿Cómo podían existir personas tan malas como para hacerle eso a alguien que solo había amado a otra persona? No era para nada justo, aún cuando Jungkook solo le cuidó de todo lo que pudo.

— ¿Bae los conoce a ellos? Me refiero, a sus abuelos.

Jungkook negó mientras se soltaba del cuerpo del rubio y se levantaba caminando por la habitación. Sacó su celular de su chaqueta, que estaba en el piso, y le mostró a Kim las fotos que su pequeña se había tomado con el aparato mientras hacía muecas. Antes Jeon solo tenía fotos de su niña en su celular, y lo amaba. Podía ver su pequeño rostro coqueto cuando quisiese, y podía acordarse de que esa hermosa carita le esperaba todos los días en casa, solo queriendo besar su rostro con mucho cariño o ver películas luego de hacer los deberes.
Ahora también tenía el rostro y las muecas de Jintan, de Taehyung , haciendo que su felicidad se triplicara.

— Ellos se pierden a mi niña. Ella es tan linda y obediente... Todos ellos son unas mierdas y no merecen ni siquiera pronunciar su nombre. Desde el padre hasta la madre de Yebin le maltrataban por ser pequeña cada vez que podían, solo por ser más pequeña de lo normal; mi hija ha heredado eso de su madre, y no pienso dejar que le hagan daño.

— Bae es muy linda.— Acercó la foto de la pequeña en la que hacía una mueca extraña mientras sonreía con dulzura. — Tienes mucha suerte de tenerla. Ha llegado para llenar el vacío que tu esposa ha dejado en tí.

— Ahora también lo estás tú y lo está Jintan.

❤️

Baejung estaba tratando de leer un libro delgado con imágenes de princesas. La historia de un príncipe y una princesa completamente enamorados que debían luchar contra el destino y los estándares sociales para poder proclamar el amor del otro.