3O | Me he entregado a ti

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Cuando Jungkook iba llegando del centro comercial con algunos regalos y helado, se encontró casi en la puerta de su casa con un hombre muy parecido a Jintan, que bailaba sobre sus pies un poco nervioso.

Park Bogum.

El castaño esperaba a alguien, y ese alguien al parecer era él. No tenía ánimos de pelear, así que simplemente lo esquivó cuando los ojos marrones del tipo se fijaron en él y buscó el camino más rápido para llegar a su casa.

Necesitaba abrazar a Taehyung o posiblemente se lanzaría a reventarle la cara a ese hijo de puta por haber observado aquella noche el cuerpo de su pequeña hija. Las palabras del mismo Bogum lo detuvieron.

— ¿Sabías que es de mala educación ignorar a las visitas? Deberías estar invitándome a una taza de té ahora mismo.

Jungkook gruñó.

— Primero muerto antes que abrirte las puertas de mi casa con Taehyung y mis hijos adentro.

— Me parece que estás hablando en plural cuando te refieres a tu hija... Muy linda, por cierto. — Jungkook apretó con fuerza sus puños y continuó sin mirar al menor a la cara.

Bogum sabía que esa niña era su punto débil. Ella y Taehyung. Por eso continuó lanzando puyas para que el pelinegro reaccionara de manera negativa. Lo estaba provocando.

— ¿Qué se siente saber que no fuiste el primero en nada? Todo lo que tú toques ahora con la añoranza de ser el único, fue explorando por mi en un pasado, cuando tu amor se entregaba a mí todos los días y me dejaba comerlo de todas las formas posibles. Eres bastante patético si llegaste a creer que podrías reemplazar el puesto de alguien que nunca se ha ido, por lo menos no por completo... ¿Crees que Taehyung te ama y te desea como me deseó a mí, que fui su primer amor? — Bogum estiró una de sus manos hasta el otro hombre, estaba buscando una pelea que no sabría llevar si continuaba. Jungkook gruñó y se alejó lo más rápido posible, apretando nuevamente las bolsas de compras que llevaba en sus manos.

Park se rió un poco cuando lo notó alejarse un poco más.

— ¿Qué pasa, Jeon? ¿Te da miedo encarar la verdad? ¿No quieres escuchar la imitación que tengo de los dulces gemidos que soltaba tu precioso doncel siempre que lo complacía?

— ¿Esa es tu supuesta jugada, Bogum? No me siento intimidado por un cabrón corriente como tú, jamás lo estaría. Prefiero ignorarte y no escuchar la imitación de los gemidos de mi novio que puedo escuchar yo mismo en carne propia ahora que llegue a nuestra cama. — Escupió mientras se acercaba al cuerpo contrario y dejaba las bolsas de plástico en el suelo nevado. La sonrisa cínica de Bogum flaqueó un poco cuando escuchó lo último. — ¿Triste, verdad? Es triste que tengas que recordar todas las curvas de Tae porque no te puedes acercar, que no lo puedas tocar y que te lamentes por no haber estado a su lado hasta que llegó un verdadero hombre a ocupar el lugar que tú mismo abandonaste.

— Nunca me intimidaría un segundón como tú.

— ¿Quieres comprobarlo? — La paciencia de Jungkook se agotaba y eso no era precisamente algo recomendable. Era mayor, más alto, más fuerte. Bogum sabía que aquello era una muerte segura, pero no se rebajaría hasta sentir miedo por ser asesinado, no si su orgullo era tocado.

Taehyung salió de la casa nervioso mientras se colocaba un abrigo para el frío. Había observado por la ventana cómo Jungkook se quedaba a conversar con Bogum y no parecía ser algo amistosa su charla.

I love you | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora