Taehyung entró en la habitación un poco desubicado. Le había costado un poco, mucho, liberarse de la abrasadora mirada que Jungkook le daba a la hora de decirle que se quedara en su casa, en la habitación de invitados.
Una vez en el baño, se desnudó y se colocó bajo la regadera, dejando que la lluvia artificial le mojara todo el cuerpo. Habían muchos productos en el baño para el aseo corporal por lo que se vió en una batalla mental que duró unos segundos para poder elegir.
Decidió al final tomar un shampoo que tenía aroma a frambuesas y lavó su cabello rubio con masajes deliciosos que le estaban empezando a tranquilizar y a entender que estaba en una casa ajena.
Del hombre que podía estar de ahora en su vida, y en la de su hijo, claro.Una vez ya había terminado de asearse por completo, se envolvió en una de las tantas toallas suaves que estaban en el amplio baño y salió a la habitación, que era un poco más grande que la suya. Jungkook había dejado en la cama un pantalón de pijama negro junto con una camiseta gris que parecía ser xxxxl. Ambas cosas le quedaron enorme, pero decidió quedarse con el pantalón hasta que se fuese a dormir, quitándoselo y quedándose solo con la camiseta que le quedaba unos cuantos dedos abajo del final de su trasero.
Cepilló por último sus dientes con un cepillo nuevo que el mayor también había dejado junto a la ropa, y se peinó un poco el cabello, que al estar recién lavado, creaba unas suaves ondas.Cuando salió a despedirse de Jungkook, lo encontró en el pasillo, cerrando una de las varias puertas que decoraban el amplio corredor. Estaba precioso.
Llevaba un pantalón de chandal junto con una camiseta blanca ceñida a su cuerpo, con su cabello recogido y peinado hacia atrás.Jungkook al verlo aparecer de la puerta, se quedó mirándolo y sonrió al encontrarlo tan tierno con su ropa puesta. Aquella sonrisa abierta y un poco sexy encendió en el fondo de Taehyung una sensación extraña, cálida.
Reaccionó inmediatamente, atrapado por los ojos brillantes de Jungkook, por lo bellos que eran sus rasgos faciales. La atracción que ambos tenían por el otro era simplemente innegable, sea física o sentimentalmente.— Yo... He salido para despedirme. También quería dar nuevamente las gracias por dejarnos dormir aquí, aunque sigo pensando que es un poco innecesario.
— No ha sido nada. Espero que descanses, Taehyung.
El rubio le sonrió una última vez, y se encerró en la habitación de forma rápida, con el corazón acelerado. Taehyung ignoró su corazón, se apoyó en la puerta de la habitación y sintió como el calor subía desde su vientre y se acomodaba en su rostro y su cuello, luego de haberse resistido a brincarle encima al pelinegro.
Jungkook, por su parte, se quedó mirando la puerta cerrada del dormitorio de visitas, en el que el rubio se quedaría esa noche.
El pelinegro no era para nada de esos hombres que mantenían relaciones y aventuras de una noche con donceles a los que apenas conocía, por muy guapos que fueran o por muy calientes que le parecieran. Taehyung no iba a ser la excepción, mucho menos cuando en su mente habían planes diferentes junto al rubio.Y uno de ellos no era atener a su corazón en una relación de una noche.
No cuando podía conocer mejor al chico y iniciar una relación que sea todo menos pasajera.❤️
La mañana siguiente, Taehyung se despertó con el pie izquierdo.
Había olvidado que estaba en una casa ajena y que por lo tanto su cama no era la misma, por lo que al levantarse se enredó entre los cobertores de la cama y cayó al piso. Casi llora al haber caído de bruces al piso, pero mordió su labio buscando no gritar.Su muñeca se torció.
Se levantó con cuidado y la tocó con cuidado mientras salía de la habitación, sin tomar en cuenta el hecho de que estaba sin el pantalón de pijama.
Por suerte, Jungkook no parecía estar en el lugar, y no se sentía tan incómodo.
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I love you | KookTae
Romantizm♡ Jungkook era padre soltero. El típico viudo que llamaba la atención de todos los padres y madres del colegio al que asistía su pequeña hija Bae. Él no era de prestarle mucha atención a ellos, solo quería estar al tanto de su pequeña, de su felici...