I love you | KookTae

35 | Ya no puedo ir hacia ti

¿Qué es el amor?

Cuando Taehyung tenía 20 años, estaba convencido de que si le hiciesen esa pregunta algún día, él respondería que el amor tenía un nombre y un apellido.

Kim Jintan.

Diría que Kim Jintan, su pequeño pedacito de carne, era el significado de amor. De calidez, de aprendizaje y enseñanza.

Para Taehyung, eso era el amor.

Y lo sigue siendo ahora, de hecho, luego de que hubiesen pasado unos cinco, seis años.

Solo que ahora, se siente un poco confundido con respecto a cuántas personas podía nombrar en aquello que para él era el significado del amor. Porque para él el amor, amor, amor era definido como Kim Jintan. También, Kim Seokjin.

Para él el amor, el amor puro y hermoso, era nombrado también Jeon Baejung.

Sin olvidar, claro está, que el mismo hermoso y magnífico amor, amor, amor que adornaba a aquellos otros nombres, también era un sinónimo de Jeon Jungkook.

Según la psicología, se considera como amor verdadero aquel sentimiento de afecto y compromiso el cual una persona tiene por otra. Según Taehyung, el amor es Kim Jintan y Jeon Baejung.

Y Jeon Jungkook, por supuesto.

El problema estaba -aunque no es un problema en realidad-, en que Kim Taehyung no maneja el mismo lenguaje del amor que la mayoría de las personas en el mundo maneja.

Es normal, no todos somos iguales, y no pueden culpar a nadie por no serlo.

El pequeño castaño solo está... asustado.

Está asustado porque después de tantos años, se siente un poco confundido con respecto a cuántas personas podía nombrar en aquello que para él es el significado del amor. Porque para él, para Kim Taehyung, el amor, amor, amor es definido como Kim Jintan. Como Kim Seokjin.

El amor, el amor puro y hermoso, era nombrado también como Jeon Baejung.

Sin olvidar, por supuesto, que el mismo hermoso y magnífico amor, amor, amor que adornaba a aquellos otros nombres, también era sinónimo de Jeon Jungkook.

De su Jeon Jungkookie.

— Jungkookie... — Taehyung estaba agitado, con su hermoso cabello ondulado alborotado y esos bellos labios rosas húmedos. Estaba ansioso, y el mayor lo sabía.

El doncel se sacudía el cabello cuando estaba un poco angustiado, se lamía los labios una y otra vez cuando estaba ansioso y se movía de un lado a otro, cuando no sabía qué decir.

Ahora él, el pequeño castaño, no sabía qué decir.

Pero había ido, había tomado la iniciativa esta vez y aunque no era lo que esperaba, Jungkook estaba feliz de verlo frente a su puerta con el corazón en la boca.

— Pasen, pasen. — Susurró, bajando un poco la cabeza y dándose cuenta de que Jintan también estaba allí, observándoles.

El niño había seguido de largo hacia la habitación de Baejung y se había encontrado con la pequeña en el pasillo, esperando por él, sabiendo que llegaría.

Y Jungkook junto a Tae, se quedaron de pie en el medio del salón con la incertidumbre de saber qué era lo que pasaría. Lo que sentían al mirarse entre ambos era demasiado intenso, como si fuese una mezcla turbia de deseo, de amor, de tristeza.

— ¿Sabes...? — Inicia el castaño. Su voz hermosa inunda los oídos del mayor y para él el tiempo se vuelve líquido, como si fluyese con forma de cascada. Rápido, ruidoso. — Antes dijiste que no es necesario en sí que te diga ese tipo de cosas románticas, y no pienso decirlas por el momento, pero igual me gustaría estar a tu lado y tomar tus palabras como una posible señal de que está en mi la decisión de dejar perder nuestra relación o no.