24 | A partir de hoy, voy a tener algo serio contigo

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— ¿Crees que me veo gordo, Jinie?

— ¿Qué clase de pregunta es esa, Tae? ¿Se supone que tengo que responderla? — El ceño del mayor se frunció, mientras se acercaba hasta el lindo rubio. El pequeño dio varias vueltas frente al espejo, fijándose en sus gruesos muslos, en sus anchas caderas, en su trasero, y en el tonto pantalón de vestir que parecía quedarle como una segunda capa de piel.

— Tal vez deberías decirme algo lindo, Seokjinie, antes de que mute esta piel de serpiente que tengo encima. Me queda como si fuese un condón de talla extra pequeña. Lo odio. Me veo gordo.

— Tae, no estás gordo. Tu cuerpo siempre ha estado así... Aparte, ¿por qué te importaría ahora eso?

El menor suspiró, bajando con fuerza el pantalón de mezclilla por sus lindas y lampiñas piernas. Una vez semi desnudo, caminó con lentitud hasta uno de los armarios.

— No quieres que Jungkook te vea "gordo"... — Murmuró Jin, afirmando.

— No quiero verme gordo. Jungkookie es muy lindo, sé que no le molestaría si yo subiera de peso...

— Pero te molesta a ti, Tae, y eso es lo único que importa.

Una de las manos del rubio cayó justo encima de su panza un poco abultada, bajando hasta tocar la cicatriz, acariciando, también, un poco las estrías que estaban a un lado. Su cintura parecía ser igual de delgada que siempre, extrañamente.

Seokjin le miró, curioso.

— ¿Te has estado cuidando con Jeon?

— C-Claro... Hace unas semanas he ido a una clínica y me han puesto una cápsula en el brazo. Quise empezar a planificar luego de que Jungkook y yo hemos comenzado a hacer el amor... — Susurró el muchacho, sonrojado.

— Entonces eso es. Leí por allí que las hormonas que las cápsulas pueden liberar, logran ser fuertes en algunos casos. El ganar peso es algo normal. — Comentó el mayor, acariciando el cabello platinado de su hermanito, para luego, alejarse y tirarse en la cama. — Deja de preocuparte, antes no te había llamado eso la atención.

Taehyung soltó un suave gemido, estirándose hasta alcanzar otro pantalón de su armario. Otro pantalón que tampoco parecía querer pasar por sus gruesas piernas.

— ¡No puede ser! Me niego a comprar pantalones con elástico, me niego.

El mayor se rió, a carcajadas, para ser sinceros, rodando en la cama. Su hermanito podía llegar a ser un poquito, poquito, exagerado en algunas ocasiones.

— ¿Puedes calmarte? Tampoco es el fin del mundo. Te puedes poner uno de los pantalones de chándal de Jungkook, y vamos al centro a buscar unos de una talla más grande para ti.

— Dios, no lo creo apropiado.

— Ya llevan más de un mes saliendo oficialmente, no veo ningún inconveniente con que uses su ropa por un momento. Además, ¡volveremos enseguida!

Taehyung suspiró, quitándose también su camiseta. Tomó una de las suyas, blanca, que le quedaba un poco grande y los chándales negros de Jungkook que se veían más pequeños. Sus vans negras acompañaron el conjunto.

El pelinegro iba varias veces a la semana, así que cosas suyas y de Baejung estaban regadas por todos los rincones de su apartamento. Y le gustaba.

Jintan y él también tenían cositas personales en la nueva casa de los Jeon.

— ¿Nos vamos?

— Nos vamos. — Murmuró el rubio, siguiendo la silueta de su hermano mayor.

I love you | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora