23 | Soy una estrella

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— ¿Qué me estás haciendo? — Murmuró con la boca abierta el pelinegro, observando como el rubio terminaba de acercarse a él completamente. Una dulce risita salió de los labios contrarios.

— No sé de qué me estás hablando, Jungkookie.

Jungkook podía jurar que los ojos de Taehyung brillaban como dos bellas estrellas.

— Claro que sabes, precioso... — Observó los hermosos ojos grandes del menor, hipnotizado. Su lengua tocó con suavidad la comisura de sus labios, mientras se acercaba más y más al rostro contrario. La belleza de Taehyung era etérea, y daba ganas de ser admirada de por vida. Las suaves mejillas del menor estaban pintadas de un bello sonrojo, igual a tiernas pinceladas. No pudo evitar colocar su mano en una de ellas, mientras pegaba más ambos cuerpos, como si estos fuesen imanes. — ...Me estoy volviendo loco, me estás volviendo loco. Eres tan hermoso, tan bello... ¿Cómo puedes serlo acaso?

Pensó en besarle, pero antes que llegase a tocar siquiera los labios ajenos con los suyos, se separó suavemente, cerrando sus ojos por un momento.

— Vamos retrasados.

Sonrió.

Taehyung quedó estático, viendo al hermoso hombre guiñarle el ojo, y simplemente moverse. Abrió la puerta del copiloto y esperó a que el rubio entrase, para cerrarla después a sus espaldas.

El corazón del rubio bombeó rápidamente, mucho más que antes, al imaginarse el sitio al cual irían ambos en esta ocasión, a su cita.
Suspiró, asustado y emocionado al mismo tiempo.

— ¿A dónde iremos en esta oportunidad, Kookie?

— Mmm, creo que es una sorpresa.

— ¿Sorpresa? ¡Sabes que odio las sorpresas! Ahora quiero saber... — Comentó con cierto mohín tierno en sus labios, escondiendo su rostro entre los dedos de sus manos.

Una de las típicas risas burbujeantes salió de los labios del mayor, encendiendo el auto, empezando a dirigirlos a ambos al único destino de la noche.

De su noche.

❤️

Cuando ambos salieron del auto, siguieron un camino hasta un hermoso jardín. Habían luces pequeñas, que alumbraban un picnic, bajo la luz de la luna.

Taehyung había tenido que luchar con las lágrimas, gracias a lo hermoso que era Jungkook con él. No tuvo mucha suerte al final, soltando varias de ellas.

Ambos habían comido, hablando de cosas irrelevantes, que a los oídos del otro simplemente eran, magníficas.
Una vez allí, abajo del árbol que ambos usaban como lugar de reposo en aquel bello jardín decorado con luces y flores, Taehyung colocó su cabeza en las piernas de Kook, cerrando los ojos, recibiendo la brisa fresca que soplaba en aquel bello lugar, a esas horas de la noche.

— Te quiero, Kookie.

— Y yo te quiero a ti, Taehyung.

De un momento a otro, los dedos de Taehyung se cerraron al rededor del brazo de Jungkook, estirándolo hacia él, llamándolo para que estuviese a su lado, para que lo protegiese.

Su pecho le dolía tanto de la felicidad que no parecía incluso ser normal.

Su corazón estaba contento. Sentía que su vida había cambiado muchísimo en los últimos meses, que ya no era la misma, y todo gracias a ciertas personas que habían entrado en su corazón. Gracias a Jungkook y a Bae.

Sabía que no lo sería tampoco si Jungkook en algún momento decidía simplemente dejarlo.

— ¿Sucede algo, Tae?

I love you | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora