Durante días no salí de mi habitación. Recluida en aquella estancia las paredes decoradas con motivos florales se convirtieron en mis nuevos barrotes. Hasta que un día presioné a Kogo para que me llevara hasta la habitación personal de Kenshin. Kogo me había advertido fervientemente que me alejara de sus aposentos, ya que no permitía entrar ni siquiera a sus criados allí dentro. Sin embargo, no pude reprimir la curiosidad y me adentré en la sobria habitación.
Lo primero que me llamó la atención fue la armadura dispuesta sobre un maniquí. Sostuve el casco con delicadeza entre mis manos. Pesaba muchísimo. ¿Cómo podría moverme con todo eso puesto? Entonces vi las dos espadas sobre una estructura que las guardaba, una de ellas era la que Kenshin había utilizado para salvarme la vida nada más que llegué a Japón.
- ¿Qué haces aquí?
Al oír su voz me tiré al suelo e hice una reverencia mostrando mi arrepentimiento.
-¡..!
-Levántate.
Me incorporé sin llegar a levantarme del todo, tal y como Kogo me había enseñado.
- Uesugi-sama _ bajé la cabeza a modo de disculpa
Kenshin caminó hacia el maniquí, cogió el casco y lo devolvió a su sitio original donde reposaba el atuendo de guerra.
-Himezuru Ichimonji.
Alcé la mirada frunciendo el ceño a Kenshin.
-El nombre de la espada.
"Hime". Reconocía esa palabra, era princesa. Le había puesto nombre a la espada y a mí me seguía llamando "mujer".
- Es un nombre de mujer _ dije esperando a ser corregida.
Kenshin la cogió en sus manos y se acercó a mí.
-Es el alma de la espada.
Me quedé mirando la katana.
El Dios de la Guerra luchando con una katana poseedora del alma de una mujer. Aquello era hilarante.
-Hay quien dice que odias a las mujeres_ me atreví a decir.
Kenshin se vio afectado por mis palabras. Abrió los ojos con sorpresa y sus bellas facciones se tensaron.
- Rumores que corren entre las paredes de Kasugayama.
- ¿Es falso entonces? _aventuré.
- ¿Tú lo crees, mujer? _ dijo cortante.
Sus ojos penetraron mis pensamientos e hicieron desaparecer la pequeña sonrisa de mis labios. No me atreví a decir ni una sola palabra más.
-No te das cuenta de que vives en el filo de una espada.
Hizo una pausa escrudiñando mis ojos. Su tono de voz cambió, parecía quebrado.
-Nadie en su sano juicio dejaría entrar a un extranjero en Japón sin dar nada cambio.
Dio la vuelta a la espada, apuntándome con el mango. Dio unos pasaos hacia mí y me presionó con la funda de la katana, me deslicé por el suelo hacia atrás sin dejar de quitarle la visto a los ojos de Kenshin que parecían no parpadear. Me resbalé con el propio yukata y me hizo caer hacia atrás mientras Kenshin aprovechó ese momento y se posó suavemente sobre mi cuerpo.
- ¿Qué quieres de mí? _ dije con nerviosismo.
Se deshizo de Himezuru a un lado para dejar su mano libre y poder recorrer mi rostro con sus dedos. Sus ojos se posaron en los míos y por un momento me pareció reconocer un resquicio de humanidad. A pesar de su comportamiento con el paso del tiempo había llegado a conocer un poco más a Kenshin. No era lo que parecía. No era un monstruo. Si lo fuera me hubiera matado aquel día.
-Como las alas de una mariposa_ susurró pensando en alto pasando sus dedos sobre mi cabello.
Kenshin POV
*" Como las alas de una mariposa, tan solo puedes quebrarte en mis manos" . Pensó en su interior.*
FIN Kenshin POV
-Mujer...
Mi respiración se entrecortó.
De pronto su rostro se aproximó peligrosamente al mío. El corazón me palpitaba con tanta fuerza que sentía que iba a desmayarme por momentos. Sus labios entreabiertos esperaban una respuesta. Pero mi cuerpo permaneció inmóvil.
-Márchate_ susurró.
Kenshin POV
Estar a mi lado solo traería tu desgracia. Como a todos lo que he dejado atrás. Solo te espera la muerte si dejo que continúes a mi lado.
FIN Kenshin POV
Presionó su frente contra la mía. Nos miramos durante unos minutos sin decir nada, tan solo escuchando nuestros alientos agitados. Hasta que se levantó dejando vía libre y gritó
- ¡Vete!
Entre lágrimas y sin entender qué había pasado me recompuse y salí corriendo de allí.
ESTÁS LEYENDO
Kenshin x Oc COMPLETO (Ikemen sengoku)
FanfictionUna mujer zarpa con un objetivo rumbo a Japón. Pero nada más tomar tierra su vida corre peligro, hasta que inesperadamente se encuentra con Kenshin, quien la tomará como su prisionera. Una turbulenta historia llena de pasión y sentimientos encontrad...