19 Árboles en flor

96 4 4
                                    


El invierno iba dejando paso a la tímida primavera que luchaba por hacerse un hueco entre los rincones de Kasugayama. Entre los criados se podía oír conversaciones más vívidas, y ver rostros felices. A pesar de ello Kogo era una de las personas que había cogido un resfriado y su salud había decrecido en los últimos días. Sin embargo, no dejaba que ello le perturbase en su día a día.

-Yukimura-dono, ¿cómo la ve?

Cuando el médico de Kasugayama venía a chequearme le pedía que viese y medicase a la sirvienta.

-Necesita reposo y comer bien, pero sobre todo no debe salir hasta que pasen las toses.

Kogo intentó incorporarse para hablar.

-Pero One-sama...

Le cogí de los hombros con cuidado, pero con determinación.

-No. Has oído a Yukimura-dono, necesitas descansar_ cogí sus manos entre las mías.

El médico vio aquel acto de amistad y sonrió para sus adentros.

"¿Qué haría si te llegara a pasar algo?" pensé para mis adentros y al instante negué con la cabeza.

-Me prometiste que veríamos los cerezos en flor, así que debes recuperarte cuanto antes posible. Obedece_ dije imitando a Kenshin solo que con una sonrisa.

El médico se disculpó y salió de la habitación, le seguí y cerré la puerta detrás de mí.

-No sé cómo agradecerle todo lo que ha hecho por ella, señor_ hice una profunda reverencia.

Me cogió de los hombros obligándome a levantarme. Nuestras miradas se encontraron. El anciano sonrió.

-Nada me alegra más que verla compartir su felicidad con la gente de Kasugayama.

-Si bien al principio fue un poco caótico y nada esperado, siento que nunca me he sentido tan bien recibida como entre la gente de aquí_ rememoré mi llegada a estas tierras.

Yukimura-dono frunció el ceño.

-¿Considera que Uesugi-sama entre ellos?

Cerré los ojos y me llevé las manos al pecho.

-Somos muy diferentes y aún así...

"Si tan solo pudiera conseguir que se abriese a mí" pensé.

-A pesar de nuestro comienzo turbulento y nuestras diferencias, creo que llegaré a encontrar las respuestas que busco y quizá un día llegue a comprenderle.

El gesto del médico se relajó y volvió a una media sonrisa.

-Uesugi-sama ha cambiado desde que su llegada, puedo sentirlo.

Sus palabras me cogieron por sorpresa.

-Os confío a Uesugi-sama, señora.

Su cuerpo se fue dejándome con una gran incertidumbre. ¿Me confiaba a Kenshin? ¿Qué quería decir con eso?

Aquella misma tarde de marzo decidí dar un paseo por los jardines de Kasugayama.

(..........)

Al pasar por la zona de los pequeños estanques artificiales repletos de flores de loto, vi una figura conocida posada sobre la barandilla del puente rojo que enlazaba ambas orillas.

En otro tiempo hubiera retrocedido y optado por otra ruta ante el temor de no saber cómo reaccionar ante él. Sin embargo, no era necesario seguir con esa táctica. Mis piernas no dudaron en continuar el camino hasta llegar a él, es más, podría decirse que cada paso que daba mi corazón latía más fuerte esperando ver su rostro.

Kenshin x Oc COMPLETO (Ikemen sengoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora