Todavía recordaba la figura de Shingen a galope corriendo hacia nosotros, en aquella fatídica tarde en la que el ejército de Kenshin había sido proclamado vencedor y Nobunaga había sido arrestado. Gracias a la rapidez de Shingen, el malherido cuerpo del Dios de la Guerra consiguió llegar con un hilo de vida al campamento donde Yukimura pudo salvar su vida.
Habían pasado tres días desde que Kenshin cayera en un estado de seminconsciencia. Yukimura-dono apenas salía de la habitación de su señor para cerciorarse de que no dejaba nada al azar y había insistido en que nadie debía perturbar el descanso que tanto necesitaba Kenshin. Por lo que tan solo podía esperar con paciencia a que volviese en si mismo y poder hablar con él.
Mis pasos me llevaron hasta el puente que cruzaba el pequeño estanque con las carpas de colores, donde fijé mis ojos, mientras pensaba en todo lo que había pasado.
-Confía en Yukimura-dono_ dijo una voz detrás de mí_ Kenshin despertará pronto.
No hacía falta que me girase para saber quién era.
-Sí, está haciendo un gran trabajo.
El hombre se paró a mi lado apoyándose sobre la barandilla de madera.
-Gracias a tu rapidez pudo salvarle la vida.
Shingen sonrió y me miró.
-¿Yukiji?
Se me hizo extraño que alguien que no fuera Kenshin usara ese nombre conmigo.
-¿Cómo sabes...?
Fijó su mirada en el estanque.
-Kenshin no paraba de repetir ese nombre.
Hubo un silencio prolongado.
-Has conseguido sacar de la oscuridad a ese idiota después de todo_ sonrió.
Una carpa blanca salió a la superficie. Me agaché para verla mejor, me arremangué la manga del yukata blanco que acostumbraba a llevar y metí el brazo por los barrotes de la barandilla para intentar tocarla.
-A estas alturas deberías saber qué significa amar a Kenshin y lo que ello conlleva. ¿Te arrepientes de algo?
La pregunta fue directa e imprevista, pensé en la posibilidad de que el daimio no me perdonara y siguiera con la idea de que me fuera.
-No me arrepiento de nada. Sea cómo sea el final de mi aventura...
Lo único que lamentaría hubiera sido no haber podido llegar a estas tierras y haber conocido a la gente de Kasugayama, Kogo, Yukimura-dono, Shingen-sama. Kenshin. A pesar de que no todos estaban conmigo en aquel momento, sin duda habían dejado parte de ellos en mi interior.
-Os estaré agradecida a todos de por vida_ dije sin poder evitar sonreír de corazón.
Shingen me devolvió la sonrisa y dijo:
-Tengo una pequeña sorpresa para ti. Yukimura-dono me ha dado permiso para que veas a Kenshin un momento.
Mis lagrimas se humedecieron al instante. Hice una reverencia y salí corriendo hacia las estancias de Kenshin.
-¡Procura no dejarle sin aliento!_ rio Shingen a mi espalda.
Mi deseo se había hecho realidad antes de lo esperado. Recorrí gran parte de los exteriores de Kasugayama cruzándome con varios sirvientes que dejaban espacio nada más verme. Unos pasillos más y habría llegado. Al girar la esquina casi me choqué con alguien.
-¡Mi señora!
-¡Yu-Yukimura-dono!
Hice una reverencia y traté de mantener la compostura que había perdido.
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Kenshin x Oc COMPLETO (Ikemen sengoku)
FanficUna mujer zarpa con un objetivo rumbo a Japón. Pero nada más tomar tierra su vida corre peligro, hasta que inesperadamente se encuentra con Kenshin, quien la tomará como su prisionera. Una turbulenta historia llena de pasión y sentimientos encontrad...