LOUIS
Una puta semana. Una puta semana es lo que he tenido que esperar para que Bianchi se fuese para su casita y así tener la posibilidad de acercarme a Bianca sin que el gilipollas estuviese de por medio tocando los cojones.
Y justo ahora que estoy parado frente a la casa de los padres de Bianca me replanteo lo que estoy apunto de hacer. Pero no me echo para atrás. Solo espero que todo este circo valga la pena.
Asiento hacia los caballeros que me acompañan y ellos se ponen manos a la obra. No me creo lo que estoy a punto de hacer.
Si nos dejan nos vamos a querer toda la vida.
Comienzo a cantar sintiéndome completamente ridículo mientras los mariachis acompañan al ritmo de guitarras y trompetas.
Si nos dejan nos vamos a vivir a un mundo nuevo.
Yo creo podemos ser un nuevo amanecer de un nuevo día.
Yo pienso que tú y yo podemos ser felices todavía.
Las puertas de uno de los balcones y Bianca y su madre salen a ver lo que está pasando. La señora Elisa se lleva las manos a la boca emocionada y le dice algo a Bianca.
Si nos dejan buscamos un rincón cerca del cielo.
Si nos dejan haremos de las nubes terciopelo.
Cada vez me siento más estúpido. Y Bianca me mira sin mostrar ningún signo de emoción. Pero de un momento a otro veo como empieza a sonreír y entonces me animo y canto con más ganas mientras una sonrisa tonta adorna mi cara.
Y ahí juntitos los dos cerquita de Dios será lo que soñamos.
Bianca vuelve a entrar en su casa y sonrío esperando a que baje mientras continúo con la última estrofa de la canción.
Si nos dejan te llevo de la mano, corazón y ahí nos vamos.
Si nos dejan te llevo de la mano, corazón y ahí nos vamos.
Pero mi sonrisa se borra cuando Bianca vuelve a salir al balcón, y en sus manos lleva un cubo. La voz se me corta y las últimas palabras me salen en un susurro.
Si nos dejan de todo lo demás nos olvidamos.
Y entonces me encuentro empapado de pies a cabeza. La madre de Bianca se lleva las manos a la cabeza y le grita algo, para después meterse en su casa.
Me siento más estúpido que nunca. Niego con la cabeza mordiéndome el labio y después me doy la vuelta listo para retirarme con el rabo entre las piernas.
Alguien grita mi nombre y me giro lentamente para encontrarme de frente con la madre de Bianca. Ella me mira negando con la cabeza y tras despedir a los mariachis me agarra del brazo y me arrastra con ella hacia dentro de la casa.
-Te ruego que disculpes a la loca de mi hija. No sé en qué estaba pensando para hacerte algo así -dice mientras entramos en el acogedor salón-. Ven, siéntate. Iré a buscar algo de ropa de mi marido para que puedas ponerte algo seco.
Se retira y me dedico a observar todo a mi alrededor. Unas fotos llaman mi atención y me acerco para verlas mejor. Entonces me doy cuenta de que son de cuando Bianca eran más joven. Debía tener unos quince años.
-¿A qué has venido? -me doy la vuelta. Bianca me mira de brazos cruzados.
-Necesitamos hablar -respondo. Ella va a decirme algo pero se ve interrumpida por su madre que aparece en escena con unas prendas de ropa seca en la mano, las cuales me tiende con una sonrisa.
-Bianca, lleva a Louis arriba para que pueda cambiarse -le dice. Bianca abre la boca para reprocharle pero entonces Elisa levanta la mano haciéndola callar-. Ni se te ocurra protestar.
Bianca bufa y se echa a andar por el pasillo, Elisa me sonríe y me hace un gesto para que siga a su hija, cosa que hago encantado. Subimos las escaleras y después me abre la puerta de una habitación y me deja pasar, pero antes de que cierre la puerta la agarro del brazo y tiro de ella hacia adentro, acorralándola contra la puerta de la que creo es su habitación.
-Idiota, suéltame -gruñe tratando de empujarme.
-Me vas a escuchar, aunque te tenga que atar a la cama y ponerte esparadrapo en la boca -digo.
-No quiero oír tus tonterías.
-Pues lo vas a hacer.
-¡No! maldita sea, me dejaste y no te importó y ahora que estaba comenzado a recomponer mi vida apareces para fastidiarlo todo -casi grita.
-Te iban a hacer daño por mi culpa, Bianca. Estaba jodidamente asustado por ti, tenía que alejarte de mi vida un tiempo para tratar de averigüar quien es el hijo de puta que mandó a aquel tipo a tu casa -me explico-. Me tenían cogido por los huevos. Si seguías a mi lado lo más probable es que acabases muerta.
-Si piensas que contándome esto voy a volver contigo estás muy equivocado -dice. Suspiro soltándola.
-Te quiero de vuelta en mi vida. No puedo seguir viviendo sin ti, maldita sea.
Ella niega y se da la vuelta dejándome solo en aquella habitación.
BIANCA
Mi madre me mira desaprobatoriamente mientras me siento en el sofá dándole vueltas a todo lo que me ha soltado Louis dos minutos atrás. Si algo tengo claro es que no voy a perdonarlo tan fácilmente. Él me echó de su vida sin importarle mis sentimientos.
-Te has pasado -me dice mi madre sentándose a mi lado.
-Se lo merecía -respondo. Ella niega.
-No sé por qué eres tan terca. Él ha venido con la intención de recuperarte y si lo quieres... deberías aunque sea escucharlo.
-Ya he escuchado sus tonterías, pero nada va a justificar el hecho de que me largó de su vida.
-Sus razones tendría.
-Me dan igual sus razones. Quiero que se vaya y me deje seguir con mi vida -digo-. Mario y yo estamos muy bien juntos y no quiero que Louis venga para estropearlo todo.
Mi madre suspira y se pone de pie.
-Espero que no te arrepientas tus decisiones.
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¡Hola! lo siento muchísimo. Os he tenido muy abandonadas, pero es que mi ordenador se murió hace algunas semanas y por eso no he podido subir. Y no sabéis la pereza que me da subir desde el móvil porque no puedo controlar cuanto llevo escrito. Pero le he pedido el portátil a mi tía y gracias a Dios me lo ha dejado así que aquí estoy para subiros un capítulo. Supongo que la semana que viene tendré de vuelta mi odenador y podré volver a escribir con frencuencia.
Y antes de despedirme quiero felicitar a FatiDiazAleman por su cumpleaños. Espero que pases un día genial. Muchos besos :)