LOUIS
-Louis... -mi nombre salió en forma de susurro de sus labios y creo que por un momento mis piernas amenazaron con dejar de sostenerme.
Ella estaba aquí. Había acudido a la cita, una cita que había improvisado momentos antes de salir de casa de sus padres. Mentiría si dijese que estaba seguro de que vendría, porque en realidad me he pasado la mayoría del día mordiéndome las uñas esperando su llegada.
No espero un segundo más para unir nuestros labios. La beso despacio, con el miedo de que me rechace flotando en el aire, y es... perfecto. Se deja llevar, y sé que puedo ir más allá cuando sus manos rodean mi cuello. Yo hago los mismo con su cintura, atrayéndola hacia mi y profundizo el beso. Deslizo mi lengua entre sus labios y por fin siento como el alma me vuelve al cuerpo después de tanto tiempo.
La empujo hacia la cama, recostándola sobre ella, mientras acaricio la piel de sus piernas. Tan suave como recodaba. No quiero romper el contacto de nuestros labios, pero quiero recorrer su piel con mi boca, y sin perder un segundo la deslizo hasta su cuello. Ella se arquea dándome mayor acceso.
Sus acciones me demuestran que ella también me ha extrañado, y ahora más que nunca sé que no todo está perdido. Todavía puedo recuperarla.
Mi instinto me dice que me detenga. Que le diga todo lo que le tengo que decir y que haga lo que he venido ha hacer. Pero mi cuerpo reclama el suyo y me pide que la posea. No puedo dejar de tocarla y de besarla.
Ya habrá tiempo para hablar mañana.
Subo la tela de su vestido por sus piernas, dejándola por completo al descubierto, al igual que su vientre y segundos más tarde, su pecho. Termino por sacárselo y arrojarlo bien lejos. Mis manos se deleitan con el calor de su piel, y las suyas no se mantienen quieta mucho rato más, enseguida se desplazan hasta mi camisa y se encargan de arrancármela. Literalmente.
Los botones se esparcen por todas partes y no podría importarme menos. Mi pecho queda al descubierto y Bianca se encarga de deslizar la tela por mis hombros despojándome de lo que, en estos momentos, supone un estorbo.
Jadea cuando mis dientes se clavan en su hombro, donde seguramente mañana habrá una pequeña marca. La muestra de que Bianca es y será siempre mía. Porque ella me pertenece y yo le pertenezco a ella.
Me encargo de hacer desaparecer su sujetador negro, para poder centrarme en sus pechos. Bianca suspira cuando paso mi lengua por una de sus aureólas. Gime bajo mi cuerpo mientras me deleito durante minutos enteros con sus pechos.
-Louis, deja de jugar... -jadea retorciendo la sábana entre sus manos.
Sonrío apartándome de su pecho y deposito un pequeño beso en sus labios. Es apenas un roce que parece torturarnos a ambos.
Gruño cuando siento su mano en mi entrepierna. Ahora es ella la que está jugando a volverme loco, y joder si lo está consiguiendo.
Me aparto para deshacerme de mis pantalones y sacar del bolsillo un preservativo. Me tiemblan las manos al ponérmelo y no sé si es por cómo me está mirando Bianca o por el hecho de que estoy a punto de poseerla de nuevo después de meses de agonía lejos de ella.
Por último, retiro el último trozo de tela que cubre su cuerpo y me adentro en ella, despacio, muy despacio, disfrutando de cada roce. Y entonces me detengo y me dedico a contemplarla.
Sus mejillas están ligeramente sonrojadas por la excitación y sus pupilas están tan dilatadas que casi no se distingue el azul de sus ojos. Sus uñas se clavan en mis hombros y sus piernas se envuelven a mi alrededor empujándome más dentro -si es que eso es posible-.
-Louis... -murmura incitándome a moverme.
Su petición, y mi propia necesidad de ella, hacen que mis caderas empiecen a moverse. A ambos se nos escapa un jadeo al sentir lo que hacía tiempo no sentíamos. Sus caderas se mueven viniendo al encuentro de las mías lo que me hace soltar un profundo gruñido.
Tengo la necesidad de besarla, pero no soy capaz de apartar la mirada de sus ojos, eso que me han perseguido en sueños durante meses y que tanto he anhelado. Mi necesidad se ve sacíada cuando una de sus manos se desliza tras mi nuca y me acerca a su boca para unirnos en un beso. Un beso cargado de sentimientos y de pasión.
-Louis... -mi nombre suena también cuando sale de sus labio que no puedo evitar sonreír-. Poséeme. Hazlo como solo tú sabes.
Y esa es la clave para que los movimientos de mis caderas se vuelvan frenéticos. Sus uñas se clavan en mi piel mientras jadea. Nuestros cuerpos chocan, haciendo notar que ahora sí la estoy poseyendo.
Con cada embestida noto cómo la nube de placer se acerca más y más, y entonces noto como sus paredes se contraen a mi alrededor al mismo que una serie de murmurios se escapan de sus labios. Su espalda se arquea ligeramente y entonces exploto en su interior, soltando un gruñido gutural.
Caigo rendido sobre Bianca, y ella aprovecha para rodearme con sus brazos. Acaricia mi espalda y besa mi cabeza, mientras nuestras respiraciones luchan por volver a la normalidad.
Creo que hacía demasiado tiempo que no me sentía tan bien. Desde luego esto es el jodido Paraíso.
Me tiendo a su lado y la envuelvo entre mis brazos, pegándola a mi tanto como me es físicamente posible y no pasa mucho tiempo hasta que me quedo profundamente dormido.
BIANCA
La claridad que entra por la ventana me hace abrir los ojos y segundos después cerrarlos por la molestia que esta provoca. Vuelvo a abrirlos lentamente y veo lo que me rodea. Estoy en una habitación de hotel de estilo neoclásico y con grandes ventanales. Unos brazos me rodean y una respiración choca contra mi cuello.
Me giro lentamente y mis ojos se abren desmesuradamente al ver a Louis durmiendo plácidamente a mi lado. Miles de imágenes de la noche anterior vuelvan hasta mi cabeza, haciéndome saber que no fue un sueño. Fue real, muy real.
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¡Hola! lo prometido es deuda, 10 votos y aquí tenéis el capítulo. Espero que os guste y me lo hagáis saber. Me gusta leer vuestros comentarios así que no dejéis de escribirlos.
Para subir el próximo pondré un mínimo de 11 votos, no son nada y yo sé que en poco tiempo los tendréis.
Me gustaría que me dejáseis saber qué pensáis que va a hacer Bianca, cómo va a reaccionar y cómo va a reaccionar Louis. Vamos, que me dejéis saber que créis que va a pasar en el siguiente capítulo.
Besos :)
