You and me (Percabeth)

Capítulo 28. ¿Explicación? (Parte 1)

N/A: HOLIS! Aquí hay un nuevo capítulo, y como lo prometí, mas largo. (Ok. No tanto, pero es lo que se puede) La verdad es que para hacer la nota lo mas corta posible, solo les voy a decir que no me puedo creer que hayamos llegado a las 7600 leídas. Les juro que nunca me lo imaginé. Prometo que si llegamos a las 10 000 leídas, haré un maratón de 5 caps, y sé que es posible porque lo lograremos en cosa de un mes, y para entonces estaré de vacaciones. 

PD: Solo quiero pedirles de todo corazón que no copien la historia. Me cuesta escribirla. Lo digo porque acabo de leer una en fanfiction.net que es casi idéntica a la mía. NO COPIEN, PORFA!

PD 2: Este cap va a tener P.O.Vs de la mayoría de semidioses, y de Grover tratando de explicarles todo. Espero les guste. :)

Mariana *_* 

*_* *_* *_*   

P.O.V Percy.  

Desde hace mucho, yo tenía una teoría que se podía considerar "poco probable", aunque luego de lo de esta noche, se demostró completamente: mi vida es un asco. 

Y no lo digo porque en menos de dos meses me hayan atacado una furia y una manada de caníbales asesinos. Lo digo porque llevamos como dos horas sentados en la puerta de la enfermería del internado, y Jason aun no despierta, Annabeth no se digna en hablarme, y Leo no deja de cantar Wrecking ball de Miley Cyrus y la verdad, me está hartando, desafina y odio esa canción. Aunque podría jurar que también está nervioso por lo de Jason, porque su nariz acaba de encenderse en llamas. 

Un momento: ¿Encenderse en llamas?   

P.O.V Leo.  

Sigo tratando de aligerar el ambiente, pero nada funciona. Traté de cantar Wrecking ball lo más gracioso que pude, pero la mirada que mata de Piper me hizo callar. 

 - Leo, no estamos para bromas, cállate de una vez - la verdad, yo no quería hacerlo, pero apenas lo dijo, mi boca se cerró completamente. Y simplemente dejé de cantar.

Me puse a juguetear con uno de los alambres que tenía siempre en mis bolsillos, aunque aún estaba sumamente preocupado por Jason. Él era mi mejor amigo. Siempre lo había sido, desde que entré a la academia, en primer año, él, Piper y yo nos hicimos mejores amigos, luego, a nuestro grupo se unieron Hazel y Frank, primero Haz y luego Frank, hace como un año, Nico y Thalia se  unieron al grupo, y Annabeth se unió gracias a Piper, aunque Annie nunca había estado muy pegada a él. Sólo ahora, cuando Percy se unió al grupo. 

Creo que estaba tan ocupado pensando en Jason, y en lo que le podría haber pasado, que no me dí cuenta de cuando mi nariz se encendió.

 - Amigo - me dijo Percy, sobresaltándome - Tu nariz se está quemando. 

 - ¿Qué? - dije, preocupado, luego, inmediatamente, me toqué la nariz, que al instante se apagó.

 - Que tu nariz se estaba quemando - me dijo él - ¿Cómo eso fue posible? - un nudo se hizo en mi graganta, yo confiaba mucho en Percy, además de que era esa clase de chicos en los que no dudas de contarles tus secretos, porque sabes que nunca se lo contarán a nadie. Pero por muy Percy sea uno de mis mejores amigos, no creo que pueda contarle mi secreto. No se lo puedo contra a nadie. Nadie se puede enterar.

 - Ah, pues...  - respondí - No... no sé de que me hablas.

 - En serio - me dijo - tu nariz simplemente comenzó a quemarse - luego paró un rato, como si estubiera recordando algo - ¿Cómo lo hiciste? - preguntó al final.

 - ¿Hacer qué?

 - Atrapar los balones - me dijo - Estaban ardiendo.

 - Pues... - dije, Dios, no podía contarle mi secreto, no me gustaba usarlo, además de que gracias a él, mi madre había muerto - No lo sé. Suerte, supongo.

Percy me miró con el ceño fruncido, se notaba que no me creía. 

 - Está bien...

Y nos sumergimos en un silencio incómodo.