Quizás su padre se pudo haber sentido disgustado por lo que hacía Han en esos momentos. Jisung sentado sobre el regazo de Minho, las manos del mayor en su cintura mientras él tenía sus brazos alrededor de su cuello. Sus dedos jalaban de sus cabellos suavemente y le devoraba los labios como si no hubiera mañana.Minho fue el primero en darse cuenta, tener la mirada del hombre no era lo más cómodo, aunque el cuerpo del menor no lo dejaba ver bien sabía que los veía detenidamente, pero no percibía ningún tipo de asco proveniente de él por lo que solo alejó el cuerpo de Han quien terco no quería romper el contacto entre sus labios. Al separarse jaló su labio inferior e hizo un puchero, lo cual le pareció malditamente atractivo a Minho, acompañado de sus mejillas rojas al igual que sus labios.
El hombre entonces aclaró su garganta haciendo que Jisung voltee a lo exorcista, su rostro era un tomate y Minho lo veía tan aterrado, en ningún momento podría habérsele pasado por la cabeza que aquel era el mismo chico que le estaba comiendo la boca hace unos segundos.
-Padre -soltó casi inaudible. Era uno de esos momentos en los que las palabras no le salían de la boca por más que gritara internamente y aquello solo terminaba atribuyendo más a su temblor en las extremidades. Se puso de pie como pudo y lo miró fijo a los ojos. No tenía idea de que era lo que su padre le diría, claro y como lo iba a saber si más parecía un desconocido viviendo bajo el mismo techo.
-No sabía que habías traído visita -mencionó tratando de aligerar el ambiente. El tono que usó fue amable y no uno de "estás muerto".
-Eh s-si -. Jisung no podía moverse por el miedo que circulaba por su sangre en esos momentos. Lamentaba mucho estar haciendo pasar por una situación tan vergonzosa al mayor.
-Mucho gusto. Soy Lee Minho -se presentó por educación y le extendió la mano al hombre que le recibió el saludo.
-Un gusto.
Se quedaron en silencio por unos segundos hasta que el celular de Minho empezó a vibrar. La llamada de su hermanito menor lo salvó, tal vez era momento de irse.
-Me tengo que ir, lo siento. Adiós Ji -. Rápidamente le dio un beso en la mejilla e hizo una reverencia al hombre.
En poco tiempo ya estaba atendiendo la llamada fuera de la mansión de Han.
-Ya estoy yendo a casa Innie -. La verdad no lo traía muy preocupado Jisung, su padre no parecía mala persona, en cambio, lucía cómo alguien bastante comprensivo
-M-Minho -. Los sollozos que el menor reprimía en vano se oían claros. Eso fue suficiente para que la sangre de Minho empezara a hervir.
-¿Innie? ¿Qué sucede? ¿Dónde estás?
-M-Mamá me... -. Las lágrimas no lo dejaban hablar con claridad, hubo un silencio de a penas dos segundos que hizo que Minho perdiera la calma. -Minho -se escuchó una voz más calmada y gruesa.
-Chan... dime dónde están.
-En mi casa.
Cortó la llamada y se apresuró en llegar al lugar. No sabía que estaba ocurriendo. ¿Por qué su hermanito lloraba? ¿Por qué Chan estaba con Jeongin? ¿Que le hizo su madre?
Minho había aguantado ya muchos años el comportamiento homófobico de su madre, acompañado de la victimización que siempre hacia presente al hablar de su padre. Siempre había sido paciente con ella, nunca le faltaba el respeto ni mucho menos la contradecía (no en voz alta) pero ahora de alguna forma había hecho llorar a Jeongin. Eso no lo tenía permitido nadie.
Minho entró a la casa usando las llaves en el macetero que había afuera. Jeongin lloraba contra el pecho del australiano quien acariciaba su cabello intentando calmar las lágrimas que caían por sus mejillas.
Jeongin levantó el rostro una vez notó la presencia de su hermano mayor y corrió a sus brazos a seguir llorando, porque la había cagado y en grande.
-¿Qué sucedió Innie? -. El corazón de Minho se quebraba por cada lágrima que el menor rebalsaba. Notó una de sus mejillas más roja y la trató de tocar haciendo que el menor se estremeciera.
-¿Ella te golpeó? -. Jeongin no respondió. Estaba demasiado ensimismado buscando una solución al problema que no prestaba atención a su entorno.
Minho miró a Chan por una respuesta y el australiano asintió despacio mientras agachaba la cabeza. Era su culpa y tenía que hacerse responsable de la situación, incluso si eso significaba que Minho lo odie.
Los besos eran mudos, ni siquiera se escuchaba el sonido de sus respiraciones, todo estaba silencioso y tranquilo. Chan no había fumado un solo cigarro ese día por lo que Jeongin no podía estar más a gusto, en un principio solo lo había llamado para que pase tiempo con él; sin Minho, el menor estaba solo, no hablaba con la madre y su padre nunca se encontraba. Solo le quedaba Chan.
Sus besos no iban a más que unos inocentes encuentros entre sus labios, era un ritmo acompasado a una balada de esas tristes que uno suele escuchar en días fríos, a un ritmo en el que los dos estaban conforme y no pedían más ni menos. Leves sonrisas tímidas de Jeongin contra la boca del mayor. Jeongin era un niño tan puro, mientras Chan se consideraba una persona podrida que marchitaba todo a su alrededor, tal y como hizo con Minho el tiempo que estuvo con él, pasó lo mismo con Woojin y no quería que sucediera con Jeongin.
Hubo un momento en el que el mayor solo dejaba besitos en el rostro a Jeongin, éste soltaba risitas con los ojos cerrados disfrutando los efímeros segundos que los labios del mayor se posaban en sus mejillas, nariz o frente.
Esos segundos efímeros, al igual que la felicidad de ese momento la cual sería reemplazada por los gritos inentendibles de la mujer con la que se casó su padre.
Quien sabe cuánta mierda le habrá dicho, Jeongin lo escuchaba todo tan lejano, sin embargo ella estaba ahí cerca suyo. La mano delgada en su rostro lo sacó del trance. Chan estaba al frente suyo recibiendo los golpes débiles de la mujer en lo que intentaba que Jeongin huyera de la casa.
La imagen se desvanecía a medida que sus lágrimas se acumulaban en sus ojos y ya no veía nada. Ya no veía nada. Ya no estaba Minho y ahora tampoco estaba Chan; estaba de nuevo solo.
Minho lo miró anonadado, aún procesando la información que sus neuronas recibían.
Lo tomó del cuello de su camisa en un impulso, sin quitarle los ojos de encima. Brillaban. Chan siempre amó como los ojos de Minho brillaban en cualquier momento, estando alegre, enojado o triste. Sus ojos siempre iban a ser lo más hermoso para Chan.
Jeongin trataba de separar a su hermano mayor quien en ningún momento soltaba el agarre. Chan estaba dispuesto a recibir cualquier golpe porque se lo merecía. De todas formas siempre se había preguntado cómo se sentirían todos esos chicos a los que Lee algunas vez golpeó.
-Está bien. Yo... iré a la casa y traeré ropa para ti -se dirigió al menor que sollozaba. -Y tú, Chan, si tú lo lastimas olvídate de todo -lo soltó de una vez y suspiró con frustración.
Bang recorrió su cabello con sus dedos mientras miraba al menor.
-Está bien Jeongin. No dejaré que nadie te toque -murmuró atrayendo su cuerpo hacia él. Minho salió de la casa y golpeó la pared con su puño dejando que sus nudillos sangren un poco.
"Está bien. Chan no es tan malo después de todo". A Minho le hubiera encantado descifrar que era lo que sentía en esos momentos pero aquello parecía ser algo que lo terminaría abrumando más y sinceramente prefería posponerlo y luego cuando no lo aguante más romper en un llanto lleno de emociones.
estaba cambiando los guiones cortos por los largos y los comentarios del anterior cap, tipo... se perdieron?? osea siguen ahí pero ya no aparecen por cada párrafo :(((( quería seguir corrigiendo los demás capítulos también pero no quiero que los comentarios se pierdan
wattpad pto te voy a demandar
buenop, gracias por leer, un beso
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what is love? [skz au]
FanfictionMinho debe dejar de buscar pelea con todo el mundo. Hyunjin es un dramático que le tiene miedo a Minho y ama a Seungmin. Jisung tiene que dejar ir a su crush de la infancia. Changbin no quiere enamorarse. Bang Chan prefiere dormir. Felix tiene que h...