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Ahí estaba, congelado al frente de su padre luego de ver a Minho irse y abandonarlo por completo. Si dejo que Minho lo besara era porque creía que su padre seguía en la empresa a esas horas.

-Yo... no sabía que llegarías temprano -se rascó la nuca ruborizado. Su padre lo había visto besarse con un chico, ok, lo peor es que no eran solo besitos inocentes. Se odiaba mucho en esos momentos.

-Y yo no sabía que tenías novio -. El hombre se quitó su saco y lo dejó en el perchero cerca de la puerta. La misma cata y fatiga de siempre lo embargaban. Si bien era cierto no tenía el conocimiento de que su hijo tenía pareja y mucho menos que era gay pero para ser sincero no le interesaba mucho la vida amorosa de éste.

Han no podía hablar. ¿Qué más le diría su padre? ¿Lo aborrecería por el resto de su vida por ser gay? ¿Lo echaría de la casa? ¿Le contaría a su madre? Todo menos eso. Si aquella mujer se enteraba que su único hijo era homosexual estaría muerto.

-¿Por qué tan tenso? Tengo que decirte algo Jisung. Toma asiento -dijo el hombre mientras se acercaba a él y lo miraba fijo, un poco preocupado.

Jisung se imaginaba la cantidad de palabras que su progenitor utilizaría para expresarle su molestia y decepción. Empezando porque no quería que su hijo estudie música ya que tenía muy pocas salidas y era una pérdida según él, continuando con lo recién ocurrido, lo avergonzado que se sentía por tener un hijo homosexual y que para añadir de cereza al pastel, se comía a besos con un chico que ni era su novio.

Jisung estaba acabado.

-Bien, no sé cómo empezar esto uh... -dijo en voz baja reproduciendo el discurso en su cabeza que había planeado todo el transcurso hasta llegar a su casa.

-Déjame hablar a mí primero, por favor -pidió Jisung con el corazón en la mano.

Suspiró con pesadez y terror a las consecuencias que se enfrentaba.

-No le digas nada -lo miró sabiendo muy bien que se refería a su madre. -Te lo ruego, yo haré todo lo que quieran, desde la carrera a elegir hasta la universidad, pero por favor no le menciones... ésto -¿Iba a arriesgarse? Por supuesto que sí. Sus mejillas se teñían de rojo cada que recordaba a Minho. Aún no estaba seguro que tan importante era la presencia de Lee en su vida, incluso no sabía de qué se trataba esa mezcla de emociones cuando se tocaban pero no quería que su madre le haga un escándalo o algo por el estilo. No quería que Minho pasara por una mierda que no merecía.

-¿Qué? No, no me interesa tu madre y no le diré nada -masculló retrocediendo un poco. No podía creer que su hijo realmente lo haya tomado como "cómplice" de las maldades de su esposa sin embargo tampoco se podía quejar o reclamarle. No había sido el mejor padre.

Jisung lo miró asombrado por la reciente declaración.

-No, no, espera. Otra vez. Empecemos otra vez -dijo nervioso haciendo gestos con la mano y luego se cubrió el rostro.

¿Su padre siempre había sido así?

Jisung dejó escapar una sonrisa y se quitó un peso de encima, o algo así. Era la primera vez que tenía una conversación con su padre quien siempre lo había vigilado de lejos. Tantos años dejado de lado, aturdido por su madre. Él nunca estuvo ahí, nunca se preocupo en decirle algo así que esto tenía que ser de suma importancia.

-Lo que quería decir es que me divorciaré de ella. Últimamente estos años no han sido lo mismo, tu madre no es la misma persona de la que me enamoré hace mucho y tú mismo has notado parece que cada día enloquece más. También hago esto para protegerte, ella... -hizo una pausa para que lo siguiente que dijera no sonara tan malo -... ella no es una mala persona, quiero que sepas eso, solo se deja guiar mucho por las demás personas, a veces no considera como se pueden sentir los demás pero ella no es una mala persona -. Después de todo es la persona de la que se enamoró. -Necesita darse cuenta de las cosas que está haciendo mal tal y como hice yo, créeme que he intentado hablar con ella pero no está dando buenos resultados.

Se quedaron en silencio por unos momentos ya que lo próximo que diría le pondría una inmensa presión a su hijo. El señor Han solo quería ayudar a que Jisung sea feliz, no pretendía en ningún momento lastimar a alguien más.

-Tienes dos opciones.

Jisung odiaba tener que elegir entre dos cosas. Él prefería un millón de veces solo tener una opción o agarrar ambas. Además quién era él para hablarle ahora, hasta su madre había estado más presente en su vida, aunque quizás no de la mejor forma.

-Obviamente dejaré de vivir aquí y buscaré un trabajo en otro país ya que dudo mucho que tu madre me deje quedarme en la empresa -soltó una risa agria y siguió -. Tú eres el que decide que hacer con su vida y yo como padre quiero apoyarte ¿Si? Pero no puedo hacerlo si tu madre te cohibe de tomar tus propias decisiones.

Otra bocanada de aire.

-Tú te puedes quedar y vivir aquí con tu madre, esa es la primera opción o muy bien te puedes venir a vivir conmigo, te dejaré estudiar en lo que tú desees pero no tendrás los mismos lujos que tu madre te da acá.

Okay, esa era una decisión fácil de tomar. No tenía que pensarlo dos veces. Definitivamente se iría con su padre porque sabía que él le daría las libertades que su madre nunca le dio. No la extrañaría, llamenlo insensible o ingrato pero no siempre los hijos son tan apegados a sus padres como todos piensan. Él ahora tenía que pensar en lo que necesitaba y sus prioridades.

-Genial, me iré contigo -contestó sonriente y listo para darle un abrazo. Esa era una nueva etapa para él y se aseguraría de aprovecharla al máximo para luego devolverle el favor a su padre.

-Hay algo más. Me mudaré a Malasia.

El hombre sabía que su hijo no querría dejar su casa, su escuela, sobre todo a sus amigos, pero era algo que tenía que hacer, no tenía muchas oportunidades de encontrar un buen trabajo en Corea al ser uno de los gerentes de una de las empresas más conocidas del país y tenía amigos en Malasia quienes le ayudarían en todo lo que necesite.

-Oh.

Bueno si, la decisión no era tan fácil.













falta poquito poquito, lloro

what is love? [skz au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora