Capítulo 6 "Tormenta venidera"

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POV Juliana

— Me acaba de avisa Peter que el personal de National Geographic ya está en altamar, son tres mujeres y dos hombres — Brenda reporta tras llegar a mi casa luego de su día arduo de trabajo.

— Para ser un canal internacional enviaron a muy poca gente, ¿no?

— No creo, o puede ser, tal vez son personas muy preparadas para hacer el documental — se quita la chaqueta colocándola en el respaldo de una de las sillas del comedor.

— Eso si lo creo, hay personas que no son expertos en solo un área, se preparan continuamente — le sirvo un poco de caldo de verduras recién guisado acompañado de una bebida preparada a base de raíces.

— Así como tú — un silencia invade el ambiente, ya sé que sigue a continuación —. Sé que prometí esperar a que estuvieras lista pero, ¿hasta cuándo me dirás porque abandonaste Estados Unidos? Ese es el país donde todos quieren vivir.

— Brenda, te lo explicaré en algún momento, confórmate con saber que cada vez tengo menos ganas de regresar a Estados Unidos, me gusta Tristán de Cunha — me acerco al respaldo de donde ella está sentada para abrazarla —, me gustas tú.

Besarla es agradable, pasar tiempo juntas también lo es, todo va bien, eso creo.

— Me gusta gustarte — busca mis labios para besarlos.

— Ahhh, en serio quisiera quedarme — le digo rompiendo el contacto — pero debo recibir la información de Gough y reenviarla a Reino Unido.

— Algo oí de eso, que habría mal clima, tal y hasta el internet falle durante algún tiempo.

— Espero no comiencen esas fallas justo hoy, que me de tiempo de al menos enviar esos reportes — me coloco la chamarra ya que a la interperie el clima arrecia —. Nos vemos al rato, trataré de llegar antes de la cena. Te quiero.

Coloco la mochila de manera atravesada en mi torso, en ella no llevo muchas cosas, solo una libreta y la pequeña computadora que me traje de Los Angeles, son mis cosas más preciadas y, aunque confío en Brenda, no creo sea el momento adecuado de que ella vea lo que contienen.

Durante el corto camino hacia Albatros me topo a varios vecinos que en su mayoría vienen de la iglesia o del mismo bar, el cual funciona de todo, ahí está la comisaría, la oficina d gobierno, el pequeño abarrotes, es el alma de la isla.

Al mirar al cielo no es difícil divisar los cúmulos oscuros que se acercan a gran velocidad desde el noroeste, a este paso es muy seguro que el barco carguero que transporta al equipo de National Geographic se encuentre con alguna tormenta y eso... eso me recuerda a... no no, no debo pensar en ella, pero como no hacerlo cuando últimamente he soñado con ella, me incomoda que eso suceda siendo que lo que trato es olvidarla, pero mi estúpido cerebro parece aferrado a su recuerdo.

Lo que resta de camino trato de pensar en como en el poco tiempo que llevo en este lugar siento que este es mi hogar, en como las personas pasaron de ser hostiles a ser mis amigos, de como antes era una extraña y ahora hasta el gobernador y los administradores me confían cosas relacionadas a la isla, me hacen sentir útil.

— Juliana, buenas tardes, llegando puntual como siempre — me saluda Camilo, el encargado de Albatros Bar —, ya ha sonado la computadora varias veces.

— Igualmente buenas tardes Camilo, parece hoy será un día movido — respondo al ver como el bar tiene afluencia de clientes.

— Bueno, nadie niega que tengo buen sazón — se despide Camilo para luego yo entrar en la pequeña oficina donde la única computadora con internet de la isla me espera para revisar los muchos correos de la bandeja de entrada del correo.

Desbloqueo la computadora para luego abrir el buscador y dejarlo cargando en lo que enciendo mi portátil para poner algo de música relajante la cual queda perfecta en esta atmósfera lúgubre pre tormenta. 

Tras cargar el buscador abro el correo electrónico de la administración de la isla en donde ya ha llegado el reporte de la Estación Metereológica de la Isla de Gough y el cual me permito ver para al menos saber como estará el clima por aquí.

Luego de echar una vista al reporte sin duda nos azotará una mala racha de tormentas, aunque, bueno, eso era más que obvio, pero ahora ya sé que serán muchos más días de los pensados con el mal clima.

No pierdo tiempo y reenvío el correo a Reino Unido para mantener al tanto de los que suceda en nuestras pequeñas islas, ellos deben saber si luego de las tormentas se requerirá ayuda en la isla, algo que espero no suceda.

Algunas horas después de redactar documentos para enviar a diplomáticos y empresas con las que la regencia de la isla tiene contratos, al fin me dispongo a regresar a casa antes de que la ya ligera lluvia se convierta en la tan temida tormenta. Cierro mi portátil y lo guardo en mi mochila al igual que mis demás pertenencias personales que suelo tener aquí.

Las luces de la oficina comienzan a parpadear, algo normal que sucede cuando las épocas lluviosas, Camilo me avisa que con gusto me llevará a casa en su camioneta aún cuando la distancia es corta pero el clima es traicionero. 

Estando en la espera de que se apague la PC escucho el sonido de "correo nuevo" y parece ser de mi cuenta personal que mantengo abierta por si Pamela tiene noticias importantes que decirme con respecto al bufete o cualquier otra cosa.

Ya estando a punto de cerrar la puerta pienso en que, aunque el tiempo me apremia para irme a casa, tal vez ese correo sea importante. Regreso al escritorio para encender y desbloquear la PC, pero parece el clima no coopera ya que la luz se va en la oficina y el bar.

— Malas noticias, se ha ido la luz en toda la isla — Camilo me avisa llegando a la oficina con una vela encendida —, será mejor que nos vayamos antes de que esto empeore.

— Tienes razón, esto va a empeorar — cierro la oficina con llave y corro a la camioneta de Camilo.

[...]

POV Pamela

Vamos, contesta el maldito correo, debes estar alerta, Valentina va a la isla. 

No puedo creer que eso suceda, que justo la manden al lugar menos probable en todo el planeta, ¿no pudieron enviar al Amazonas o a Egipto? Juliana me va a odiar por no avisarle, debí saber que Valentina haría ese viaje, debió decirle a León aunque sea, pero no, y me vengo enterando por la escuincla que tengo en casa, bueno, al menos sirvió para saber los planes de mi gota de agua.

Ver como el correo que envíe con etiqueta de urgente no es respondido o al menos confirmado de haber sido leído me estresa, en estos momentos odio que no haya señal de teléfono en la isla, lo odio.

No quiero imaginarme lo que sucederá cuando Valentina desembarque en Tristán y vea a Juliana y viceversa, sus mundos colapsarán, será un caos total.

¡Maldita sea, contesta Juls! 

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N/A: Buenas, buenas, dos capítulos más de esta historia que ahora si está tensa, el encuentro se acerca Ahhhhhhh

PD: Le mando un saludo a las chicas del Drama Squad por presionarme a actualizar con la amenaza de quemarme el rancho con el Struggles Squad... Cumplí :) 

"Por siempre en Los Angeles" - AU JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora