Capítulo 1 - "National Geographic"

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POV Omnipresente

– Esto no va a funcionar, Valentina – la chica coge la sábana para taparse el torso y luego tomar la blusa que quedó en el buró –, será mejor que me vaya.

La mujer castaña que quedó a medio vestir en esa cama que estaba casi intacta luego de que ella parara las acciones con esa compañera nueva del trabajo. Había tratado de acostarse con tantas chicas en tan poco tiempo sin embargo el final era el mismo, ella deteniendo todo porque no se sentía capaz.

– Sergio, ¿puedes venir por mi? – Valentina pedía por teléfono a una de las pocas personas que aún no se aburría de ella –, estoy muy borracha para manejar.

Su interlocutor aceptó en seguida, ya se había vuelto habitual ese rol en la vida de la periodista, el ser su Uber personal luego de cagarla con cada chica con la que salía de los bares.

La castaña llevaba casi un año con la misma rutina durante los fines de semana, creía que en algún momento lograría olvidar a Juliana. Sabía que no era la mejor estrategia, era la peor, pero el ya haber intentado de todo antes no le dejaba otra opción.

Valentina tomó las pocas cosas que llevaba, su teléfono, tarjeta de crédito y cartera, para luego salir de esa habitación de hotel en la que no pasó más de una hora. Salió lentamente del lugar debido al mareo luego de tanto alcohol ingerido, Sergio ya le esperaba con la puerta de su automóvil abierto, a lo cual ella solo aventó sus cosas y entró a la parte trasera.

– ¿Aún nada? - El chico preguntaba lo mismo de siempre luego de encender el motor y dirigirse al apartamento de la castaña – Val, ya debes parar.

– Lo habría hecho si tan sólo ella diera señales de vida, al menos sabría donde está, así me sería más fácil olvidarla – contestaba tras quitarse las botas y dejarlas a un lado de ella.

– Ya lo intentamos, el investigador no la halló, es como si se la hubiera tragado la tierra – él notaba como Valentina solo recargaba la cabeza en el asiento y lanzaba una respiración profunda, eso que se le había hecho habitual al sentirse frustrada.

– No la entiendo, no entiendo sus razones, ni siquiera me dejó decirle mis sentimientos – el ceño fruncido se hacía presente – una maldita falta de comunicación. Ha pasado un año, en algún momento me resigné pero no dejé de pensar en Juliana, me voy a volver loca si no sé algo de ella.

– Ya estás bastante loca, te convertiste en una mujeriega por despecho, desde el primer momento sabías que no funcionaría y aún así seguiste adelante – Sergio explicaba tratando de que su amiga entrara en razón.

– ¿Sabes qué? Voy a hallarla, no importa si tengo que ir a todos los lugares del mundo, necesito saber que está bien, necesito que me diga en la cara que ya no siente algo por mi.

– Pues en este punto de la vida lo que sentirá es lástima por ti, ¿cuándo fue la última vez que fuiste al spa, mujer? – el chico la espiaba a través del espejo – antes de emprender tu viajecito deberías relajarte, estás muy estresada.

Ambos llegaron al apartamento de la reportera, quien dejó que Sergio se quedara a dormir, es lo mínimo que debía hacer luego de sacarlo de su casa a las tres de la madrugada.

Valentina se quedaba por horas mirando a través del ventanal de su piso en ese edificio que le dejaba mirar el tráfico de Los Angeles en todo su esplendor, veía circular coches y se imaginaba lo que sus tripulantes hablaban, se imaginaba discusiones luego de que el marido no le prestara atención a la esposa durante esa cena importante de la que venía, en otro auto una hija ebria era regañada por su padre luego de ser sacada de un bar, y detrás de ellos venía un coche donde una pareja de chicas se tomaba de las manos mientras sonreían la una a la otra luego de regresar de donde los padres de una de ellas para decirles que pensaban casarse.

"Por siempre en Los Angeles" - AU JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora