Capítulo 2 - "Mariana"

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POV Pamela

Bien, este caso no es tan complicado como lo aparenta, siempre existe un vacío legal que ayuda a alguna de las partes y, en este caso, nos será de mucha utilidad, tendremos un caso más a favor del bufete.

Un golpe en la puerta me sacaba de concentración pero a quien sea que estuviera del otro lado tenía mi permiso.

– Pamela, otro caso ganado – Sergio llegaba sonriente para sentarse frente a mi colocando una carpeta algo gruesa sobre el escritorio –, fue muy fácil.

– Bien Sergio, sin duda eso amerita un bono por lograrlo en tiempo récord – revisaba lo que contenía dicha carpeta, si que e talentoso.

– Gracias, y... esto no es de lo único que quería hablar contigo y perdón si soy indiscreto– el trajeado cambiaba su semblante a uno más serio –. Sé que no debería meterme en este asunto pero Valentina me preocupa, es una gran amiga y he tenido que ser su soporte durante todo este tiempo, le ha regresado la idea de buscar a Juliana, ¿sabes algo de ella? Val no está bien, tú más que nadie lo sabes, eres su hermana.

– Entiendo tus intenciones, sé que son nobles con Valentina, pero también quiero que entiendas que no puedo traicionar a Juliana, ella necesita su espacio.

– Lo ha tenido un maldito año, ¿acaso no le interesa el que Val está sufriendo por saber de ella? Si hablas con ella dile que deje de ser egoísta y le diga las cosas de frente a su esposa, sabes que Valentina no va a firmar el divorcio...

– Sergio, ese matrimonio no se consumó, sabes que existen los divorcios express...

– Los conozco a la perfección – él me interrumpe levantándose del asiento y colocando ambas manos sobre el escritorio – pero si Juliana usa ese recurso solo demostrará que no le interesa lo que sienta la que se supone es el amor de su vida. La conozco mejor que nadie, Pamela, Juls se guarda sus sentimientos para si misma y así evitar otros la lastimen, ¿pero adivina qué? Ella es la persona que más daño se hace. Piénsalo.

Sergio salía de la oficina dejándome pesando en lo que dijo. En este tiempo he conocido a mi hermana a pesar de verla poco, ella sufre aún cuando trata de sonreír.

– No lo hagas – el altavoz de mi teléfono me sacaba de trance, Juliana seguía en línea y había escuchado todo.

– Sabes que no lo haré, no te traicionaré luego de tanto que hemos pasado.

– ¿Por qué ella es tan caprichosa? Nada le cuesta firma el divorcio, así puede estar con quien quiera.

– Jul, he visto a Valentina sin pareja todo este tiempo, no es la misma chica de antes, no es la que conociste, ha cambiado y mucho.

– Yo también he cambiado, ya no voy a caer tan fácil. Si ella no quiere seguir con su vida es muy su problema, yo ya seguí con la mía y por eso necesito ese divorcio, así que házlo, usa el recurso express, estoy harta que mande a Sergio o Lucho a interceder por ella ante tí sabiendo que tienes contacto conmigo.

– Esta bien – muy en el fondo sabía que eso no es lo que en verdad quiere Juliana, ella sigue amando a mi hermana con todo y lo caprichosa que es –. Dejemos eso por la paz, mejor cuéntame como va todo con, ya sabes.

– Van bien, es una buena chica, quizás sea ella la correcta, a quien estuve esperando, quien me ayudará a pasar de página – notaba ese atisbo de alegría en sus palabras, si que le gustaba Brenda –, llevamos 4 meses en los que me ha hecho sentir bien.

– Me alegro por ti. Conozco a Brenda y es una persona íntegra, por algo es mi mejor amiga en la isla, me da gusto que estén juntas.

– Gracias...

El silencio se adueñaba de la conversación, estoy segura que quería decirme algo pero no se atrevía, su respiración la delataba.

El teléfono fijo rompió ese silenció.

– Dime, Sandra.

– Tengo aquí a una persona que dice llamarse Mariana Valdés y que es prima de la dueña del bufete.

– ¿Mariana? ¿Qué hace ella en Los Angeles? – Juliana preguntaba desde la línea de mi teléfono personal –, déjala que pase.

– Déjala pasar, y por favor cancela la reunión de las doce del día.

– ¿Quién es Mariana?

– Es mi prima por parte del Chino, ella vive, o mejor dicho vivía en México, no sé que hace en Los Angeles.

– ¡JULI... – una de chica de aproximadamente unos 20 años entró por la puerta para luego quedarse parada con cara de extrañeza mirándome –, ¿tú quién eres y qué hiciste con mi prima?

– Buenos días, mucho gusto, soy Pamela Carvajal, la encargada de este bufete mientras tu prima no está – respondo levantándome de la silla para acercarme a la chiquilla a la que le saco unos 10 centímetros de estatura, le ofrezco la mano para saludarla pero pasa de largo.

– ¿Dónde está ella? Necesito su ayuda – vaya, esta niña si que es una caprichosa en toda regla, es lo primero que pienso luego de verla sentarse en una de las sillas y subir sus pies en el escritorio –, ¿acaso no escuchaste? Comunicame con Juliana.

– Mariana, tranquila – la voz de Juliana se hizo presente en la oficina –, no estoy en Los Angeles, y la verdad no sé como llegaste hasta allá¿qué necesitas?

– Ay primis, tú eres mi salvación – Mariana toma mi teléfono sin siquiera pedirme permiso, vaya atrevida –. Vengo huyendo de Monterrey, mis papás quieren que me case con el hijo de uno de sus socios, ¿cómo se les ocurre? Tengo 21 años, ni siquiera me dejan manejar el auto y quieren que me case.

Camine hasta una de las ventanas del despacho, desde ahí tenía una vista completa del lugar, solo que en este momento mi vista se clavaba en la mujer que sentía rompería mi teléfono mientras hablaba.

– No puedo creer que quisieran hacer eso. Fuiste valiente al huir, pero también es muy peligroso el que lo hicieras sola.

– Lo sé, pero no encontré otra opción. Recordé que en algún momento me enviaste la dirección de tu casa, fui y no había nadie así que gogleé el nombre de tu bufete para llegar aquí.

– Ok, Mariana... mira, no estoy en Los Angeles y no sé cuando regrese.

–Juli tú tienes que ayúdame, no tengo donde dormir y vengo muriendo de hambre, además de que tu asistente aquí se me queda viendo con cara de... giu – esperen ¡no soy la asistente!

– ¿Sandra?

– No, la otra, la que está en tu despacho – la niña malcriada solo me lanza miradas desagradables, no puedo creer que sea familia de Juliana "humildad" Valdés.

– Oh, te refieres a Pamela, ella es mi mano derecha, está a cargo de todos mis negocios...

– Si si, bueno, ¿me vas a ayudar?

– Está bien, te puedes quedar en mi apartamento – ¿¡qué!?

– Juliana, un momento, yo vivo en tu departamento.

– Ah no, si tengo que vivir con esta mejor me quedo en la calle – esta niña me está sacando de mis casillas.

Ambas nos quedamos viendo seriamente, no han pasado ni quince minutos y ya queremos matarnos, y si compartimos el mismo techo eso se convertirá en un campo de batalla.

– No les hará mal vivir en el mismo apartamento, además no tengo donde te puedas quedar, Mariana. Ahora que si quieres un lugar aparte para vivir te lo consigo, pero tendrás que trabajar en el bufete para ganártelo ¿lo tomas o lo dejas?

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N/A: Comencemos esta segunda parte de "¿Debería quedarse en Las Vegas?" que como habrán visto cambié el título que pensaba ponerle.

Espero les guste este inicio y los nuevos personajes. Trataré de actualizar antes del siguiente sábado.

Nos leemos, bai!!!

"Por siempre en Los Angeles" - AU JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora