Capítulo 13 "Plática necesaria"

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POV Valentina


En la primera oportunidad le pedí me escuchara y huyó sin decir su paradero.

En la segunda oportunidad me propuse darle el divorcio si regresaba y me dejaba explicarle todo el mal entendido. Se negó.

Ahora se presentó la tercera oportunidad y la que tiene la sartén por el mango soy yo, y esta vez tendrá que escucharme.

— Ehh si, yo... — Juliana no logra conectar su boca con el cerebro, ¿es normal que me encante esto?

— Fuimos compañeras de clase — replico salvándola, ella me sigue el juego asintiendo —... de anatomía para ser exacta. Éramos las mejores, hasta hicimos un proyecto juntas, en Las Vegas ¿te acuerdas?

— Si... si si, Las Vegas.

— ¿Las Vegas? Wow, sé sobre ese lugar, seguro se la pasaron genial — Brenda solo sonríe sin saber el doble sentido de la conversación.

— Ufff, si las paredes del lugar donde nos hospedamos hablara — un quejido se me escapa tras sentir un pequeño pellizco de Juliana, a quién aún mantengo abrazada.

— Val, ya tenem... wow — Piña se queda en el porche mirando hacia donde nosotras tres, detrás de ella salen Esme y una excéptica Vera, quien se baja un poco los lentes de mosca para enterarse del chisme — ella es... Juliana.

— Si, ¿qué casualidad, no? Te dije que era ella y no me creíste.

— No puedo creerlo, tanto la buscaste y te hallas a tu es... — Esmeralda le tapa la boca a Vera antes de que hable de más.

— Amiga, mejor amiga, lo éramos — volteo a ver a Juliana y nuestros rostro quedan muy cerca.

— Yo, tengo que ir con... la señora Rogers — se suelta de mi agarre sin darme tiempo a evitarlo.

—  Ok, después de todo si te urge — la rubia dice más para el aire que para Juliana, quien ya camina rumbo a la camioneta.

— Si, y me estoy atrasando por... — hace un ademán de englobar toda la situación —. Val... entina, espero... pásenla genial, amarán la isla.

No me queda duda de ello.

Verla toda nerviosa es algo que muy pocas veces presencie, cuando hizo su examen profesional fue una de esas veces. 

¿Acaso pensó que no nos íbamos a encontrar están en una isla? ¿y que fuera gracias a su no... nov... Brenda? Maldita sea, tiene una nov... ahhh eso, ¡no puedo creer que se olvidó de mi tan rápido!

Puede que estemos en su territorio, pero las reglas del juego son mías.

[...]

POV Juliana

Mierda, mierda y más mierda!!!

No se suponía que estos sucediera así. Cuando Brenda sepa... nooo, me va a odiar por no decirle la verdad, no quiero ni imaginarlo, hasta su papá me odiará y me exiliará de la isla.

Manejo dando golpes al volante mientras me dirijo a la zona sur de Tristán, donde casi nadie viene.

Sé que Valentina está enojada, Pamela me informó de las tantas veces que amenazó con pelear el despacho, algo que si puede hacer. Ahora que sabe donde estoy al menos lo de esa pelea jurídica cesará, pero lo que se incrementará es su hostilidad por contar la verdad.

Por Dios, recuerdo como se ponía con sus exes, lo de ahorita es multiplicado a la enésima potencia. 

¿Cómo afrontar esto? 

Tengo la opción de ganarle la partida diciéndole la verdad Brenda y eso significaría lastimarla, algo que no quiero, es una buen chica, no se lo merece.

También tengo la opción de hablar con Valentina y pedirle tiempo, algo que obviamente no querrá darme.

Tengo que ver los pros y contras... 

Demonios, ¿a quién quiero mentir? ¿A mi misma? Le lloré meses, y cuando pensaba la comenzaba a superar llega aquí reavivando las cenizas. 

Físicamente ha cambiado, se aclaró el cabello como cuando estábamos en la universidad, sus ojos tienen una mirada diferente, no me ve como antes y me duele. Esto es lo que temía si le decía mis sentimientos, pero la vida se empeñó en cambiar todo, en cambiar los planes originales. 

Me conformaría con tener su amistad, lo que no entiendo es porque su enojo ¿qué gana con seguir casada conmigo? ¿joderme la existencia? Lo está logrando.

— Tenemos que hablar — una voz bastante conocida se escucha detrás de mi.

— Ay no, ya me estoy volviendo loca, estoy oyendo voces — me masajeo las sienes.

— Amm no. Te seguí — Valentina se acerca lentamente para mirarnos cara a cara —. Es el único camino al sur y el auto no te ayuda a camuflajearte.

— Valentina... ¿en verdad llegaste caminando? Es algo lejano para venir a "platicar".

— Tenía que hablar contigo, es ahora o nunca, llevo un maldito año buscándote y no vas a huír más — sus ojos no parpadean comenzando a cristalizarse y no deja de jugar con sus manos —. Tu... nov... Brenda, ella se dará cuenta de la tensión entre nosotras.

Ninguna habla durante algún tiempo que no logro contar, mi vista se clava en las olas que rompen con las paredes peñasco cercano. No quiero desviar la mirada hacia Valentina porque sé que estaría perdida.

— ¿Por qué te fuiste sin decir nada? — ella lanza la primer pregunta, su voz se nota obstruida —. Estaba preocupada por tí luego de lo del ferry, no me despegué del hospital, pensé que te perdería. ¿¡Por qué demonios te fuiste sin dejarme explicarte todo!? Fue un mal entendido.

— Por que cuando amas a alguien que no te ama tienes que dejarle ir — confesé sin dejar de mirar a las entretenedoras olas.

— ¿Quién te dijo que yo no te amaba? 

— ¿Qué? — lo dicho por ella me obliga a al fin mirarla, está a solo dos pasos de mi.

— Que... — Valentina no alcanza a terminar de hablar ya que gotas de agua comienzan a precipitarse, esto no es bueno, una gran tormenta comenzará.

— Tenemos que irnos — digo caminando lo más rápido que puedo hacia la camioneta sin dejar de sentir el corazón agitado por la confesión de la ojiazul.

Ella corre resguardándose de la lluvia que ha tomado una gran potencia en pocos segundos, eso es normal en Tristán, pero no me había tocado el estar tan lejos del poblado, espero las llantas no se atasquen en el camino. Sube al lado del co piloto y sonríe tras casi tropezar con un piedra en ese lapso.

Su sonrisa, esa maldita sonrisa.

Trato de encender el auto pero es en vano, la lluvia arrecia tapando la visibilidad del camino.

Maldita sea, lo que faltaba.


"Por siempre en Los Angeles" - AU JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora