1. El cuarto del rey

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Nos encontramos en el punto de la historia donde Alexander Hamilton apenas había llegado a New York y aun era un joven alocado.

El punto de su vida en el que solo se preocupaba por disfrutar de su juventud y convivir con su primer y unico grupito de amigos.

Tiempo antes de que comenzara la guerra por la revolución, nuestro cuarteto de protagonistas solo se limitaba a hacer travesuras para demostrar que estaban a favor de la causa.

Esta vez la idea de Alexander se fue a otro nivel, propuso colarse en el castillo del Rey George III y robar toda información que pudiera resultarles útil.

Al principio a los demás les pareció extremo, pero finalmente accedieron.

Y como no, las cosas se salieron de control y los guardias los estaban buscando, obligando al equipo a dividirse en dos.

Gracias a un movimiento ágil y astuto por parte de Jhon, lograron perderlos de vista y meterse a la habitación del monarca.

- ¡Hay que buscar una manera de salir! ¡Eso no los distraerá por mucho tiempo! - Anunció el mayor.

El contrario soltó un jadeo de sorpresa. - ¡No..puede..ser! ¡Jhon! ¿¿No te das cuenta en donde estamos?? -

- ¿Una... habitación? -

- ¡Fijate los lujos innecesarios! ¡¡Es la habitación del rey!! - Exclamó con emoción en su voz y ojos.

Laurens miró a su alrededor. - Wow... no lo había pensado.. -

- ¡¡Sabanas de ceda!! -

- ¡No! ¡Alex, espera! -

El menor corrió y de un brinco se dejó caer en la fina y cómoda cama, era como acostarse en una nube.

- ¡Sal de ahí y ayudame a buscar un modo de escapar! - Ordenó abriendo la ventana y buscando algo con lo que pudieran saltar sin hacerse daño.

De repente el inteligente pero alocado cerebro de Hamilton tuvo una idea.

Se recostó de lado colocando un codo en el colchón para poder sujetar su cara con su mano, acomodó sus piernas de modo que su cadera quedara un poco levantada y colocó su otra mano en su cintura, quedando así en una pose sensual pero mas usada por las prostitutas en aquella época. - Oh Laurens~ - Canturreó juguetón.

El llamado volteó y su cara se tiñó de rojo apreciando el plano.

- ¡E-eres un maldito loco, deja eso y ayudame ya! - Sacudió un poco su cabeza tratando de concentrarse. - ¿Quieres que nos encuentren y que nos corten la cabeza? -

- Talvez estoy loco, pero loco por ti... - Le dedicó una sonrisa atrevida.

- ¡Levantate de una vez o sino te quedas solo! -

- Ya estamos los dos solos aquí, ponle seguro a la puerta y podremos divertirnos -

- Enserio Alex, pareces una mujer así -

- Estoy en la cama del rey ¿Eso me convierte en una doncella en peligro? - Se llevó una mano a la frente dramáticamente y puso una expresión de vulnerabilidad. - ¡Oh, pobre de mi! ¡Atrapado en este cuarto donDE NADIE OIRÁ MIS GRITOS! - Gritaba imitando la voz de una mujer mientras el contrario lo shusheaba con desesperación.

- ¡Callate! -

- Callame -

El pecoso tiró fuertemente de las sabanas haciendo caer al pelinegro. - Haremos una cuerda con esto - Sentenció comenzando a anudarlo todo.

Alex se incorporó apoyando su cara en el colchón y mirándolo con el ceño fruncido.

(...)

Para cuando el menor accedió a ayudar sus otros dos amigos estaban afuera cerca de la ventana que el de risos había dejado abierta, lanzaron la soga de mantas y lograron salir justo cuando los guardias ya habían logrado entrar al cuarto.

Corriendo lejos del castillo Alex se paró un segundo para hacerles gestos de burla sacando la lengua y agitando las manos, a pesar de su mente adulta y astuta a veces podía llegar a comportarse muy infantil.

Laurens corrió hacia él y lo cargó en su hombro para luego volver con Lafayette y Mulligan.

Continuara...

Es la primera vez que escribo de este ship, espero que quede bien.

"Él es imparable" - Lams (Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora