2. ¿Será?

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- Alex est un garçon très fou - Soltó Lafayette con una sonrisa cómica luego de escuchar lo que el muchacho había hecho en la habitación del rey.

- ¡Lo se! ¡Y no es la primera vez que hace algo así! Me hace sentir extraño... - Expresaba Laurens abrazándose a si mismo.

Ambos se encontraban en la casa del francés horas despues de haber realizado tal locura, Hamilton vivía con él hasta que la guerra pasara, Hércules los visitaba todos los días y John vivía prácticamente al lado, así estaban todos juntos.

- ¿Por qué extraño? Son solo bromas -

- ¡No, no lo son! Lafayette, su sabes que ustedes son las únicas personas a las que les conté de mi enfermedad, y me preocupa que Alexander se este contagiando -

- Pues yo no creo que eso sea una enfermedad -

- ¿De qué hablas? -

- Si realmente fuera contagioso ¿Por qué solo el monsieur Hamilton se contagio y Mulligan y yo no? - Se cruzó de brazos.

- No lo se, pero probablemente sea porque es él de quien estoy enamorado, es la segunda víctima de este problema - Se llevó una mano a la cabeza.

- ¿Pero a ti te gusta pensar que es una enfermedad? -

- ¿Qué? ¡No! Digo, obviamente me gustaría que no lo fuera, pero no le encuentro otra explicación -

- ¡Debe haberla! Y algo me dice que Alexander será aquel que nos la de -

- A todo esto ¿Donde está ese loco? Ya es de noche -

- Ooh oui, Suivez-moi - Rodó los ojos y comenzó a caminar hacia el pasillo.

En la casa existía una habitación sin utilidad y Alex le pidió, o mejor dicho, le suplicó a Lafayette si la podían convertir en su oficina para escribir en su propia privacidad.

Mala idea.

Al abrir la puerta, con la única luz de la única vela casi muerta en la habitación solo se podía ver un escritorio lleno de tinta y papel, el piso estaba inundado con papeles usados y tachados.

En la silla del escritorio podías apreciar a un Alexander Hamilton con la cabeza caída ensima de lo que estaba escribiendo, durmiendo a pierna suelta.

Era muy común encontrarlo así, pues tenía la mala costumbre de desvelarse escribiendo hasta que su cuerpo colapsa y se termina desmayando del cansancio, a sus amigos ya no les sorprendía.

- Ahí lo tienes al Stupide - Soltó el francés aun con la mano en el pomo de la puerta.

El pecoso negó con la cabeza haciendo soniditos de desaprobación, suspiró resignado. - Si sigue así morirá joven - Caminando hasta donde se encontraba su amado, lo levantó con cuidado de no despertarlo y lo cargó en sus brazos como si de un niño se tratara.

Inconscientemente y aun atrapado en su sueño, el pelinegro rodeó el cuello del mayor aferrandose a él y recostó su carita en su hombro para luego soltar un suspiro dormido.

Sorprendido, sus manchadas mejillas se tiñeron levemente de rojo y en sus ojos apareció un diminuto brillo.

Lafayette solo admiraba el plano con una sonrisa de lado.

- Llevalo a su cama y ve a tu hogar, ya es muy tarde -

- P-por supuesto.. -

Continuara...

¿Sabias que si buscas "John Laurens" en wikipedia te pone que su cónyuge fue Alexander Hamilton?

"Él es imparable" - Lams (Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora