15. Mi querido niño

413 41 54
                                    

La feliz y secreta pareja se encontraba en su "zona sagrada" simplemente disfrutando de la compañía del otro.

A pesar de que ese era un lugar practicamente inhabitado, MUY de vez en cuando podías ver unas pocas personas muy a lo lejos.

Esta vez, en la lejanía había un hombre con un traje realmente elegante y cabello corto pero bien peinado, bastante atractivo para la época.

Estaba discutiendo con una mujer, por la apariencia de ambos parecía un tema de negocios o algo por el estilo.

Alexander no tardó en notar que su novio tenía la vista clavada en un punto fijo.

Miró en la misma dirección y notó al hombre de la lejanía, volvió a mirar a John y frunció el ceño.

Se sentó en su regazo y colocó las manos en sus hombros intentando llamar indirectamente su atención.

No sirvió de mucho, por lo que prosiguió a acurrucar su cabeza contra su cuello a modo de cariñito, otra vez no logró mucho.

- ¿Para qué me pides que te acompañe a dibujar si vas a estar mirando a otro? -

- ¿Eh? - Reaccionó y volteó rápidamente su mirada hacia el menor. - Y-yo no... lo siento, Lexi -

- Yo tambien puedo vestirme así de elegante -

- Alex, lo siento... no fue mi intención, lo miré sin pensar - Lo abrazó.

El menor forsejeaba intentando separarse. - ¡Eso no se hace sin pensar, no seas estúpido! -

- Que mire a otro no significa que los quiera mas que tu, Alex, yo te amo a ti.. -

Continuaba forsejeando y sacudiendose desesperadamente. - ¡No seas dulce cuando estoy enojado! -

El pecoso tomó el rostro de su amado entre sus manos y le dio un beso corto. - Fue sin querer - Otro beso. - No lo volveré a hacer - Otro beso. - Yo te quiero solo a ti - Beso. - Cálmate - Beso. - Yo amo - Beso. - A mi chiquito - Beso. - Precioso - Beso. - Que eres tu -

- ... - El menor cerraba fuertemente los ojos con la cara rojísima, intentando mantenerse enojado. - N-no me trates como a un niño... -

- Tu eres mi querido niño, Lexi - Acarició su carita con los pulgares.

El pelinegro gruñía mientras inflaba las mejillas intentando aguantar. - ¡Agh! ¿¿Por qué tienes que ser tan lindo conmigo?? -

Laurens rió enternecido y procedió a volver a abrazarlo. - Lo lamento mucho, bebé... -

- No soy un bebé... -

Continuara...

Lo que hace la cuarentena

"Él es imparable" - Lams (Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora