18. Dos pies izquierdos

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- Buenas noches, señorita Schuyler - Se acerco a la muchacha. - Permítame presentarme, mi nombre es Hercules Mulligan - La saludó haciendo una reverencia.

- Buenas noches, yo soy Margarita - Devolvió el saludo repitiendo la acción.

- Sabrá disculpar mi atrevimiento, pero eh notado que en lo que lleva de evento nadie la ha sacado a bailar, y un muy buen amigo mio esta realmente interesado en concederle una pieza -

- ¿Un amigo suyo? ¿Y podría saber quien es? -

- ¿Ve a aquel caballero solitario? - Lo miró guiándola con la mirada. - Se llama Marqués de La Fayette, un general francés de George Washington -

- Francés... - Entrelazó sus manos mirándolo con ojos soñadores. - ¿Y por qué no vino él mismo a pedirme un baile? -

- Es realmente tímido, por eso me pidió a mi que venga como su amigo a proponerte bailar con él, el pobre no sabe como hablar con mujeres -

- Ya veo... iré a hablar con él, muchas gracias -

Mulligan se cruzó de brazos con una sonrisa victoriosa, mirando a la chica ir ilusionada tras su amigo.

- Buenas noches, soy Margarita Schuyler - Se presentó haciendo una reverencia.

- Amh... - El francés la miró de arriba a abajo. - ...Marqués de La Fayette - Hizo una reverencia tambien.

- ¿Me concedería esta pieza? - Pidió un poco vergonzosa extendiendo su mano hacía él.

Lafayette se quedó helado por un segundo, miró la mano de la chica y luego dirigió su vista a la pista de baile, hizo una mueca como si se tratara de un matadero humano.

Suspiró y exaló como si intentara relajarse. - S-sería un honor... - Tomó la mano de la muchacha entrelazando dedos.

Mientras se acercaban a la pista, Hercules notó que al francés le temblaban levemente las piernas. ¿Qué pasaba con él?

Una vez en medio de todos los otros invitados que se encontraban bailando, Peggy colocó su mano libre en el hombro de Lafayette y este colocó la suya en la cintura de la dama, intentando ocultar sus nervios con una sonrisa.

La muchacha comenzó a mover los pies al ritmo de la música, esperando por que su caballero la guiara en la danza.

El mayor miraba de reojo a los otros hombres intentando imitar los movimientos que hacían con los pies, su cuerpo estaba muy tenso.

Y claramente esto no pasó desapercibido para la chica. - ¿Se encuentra bien? -

- ¿Eh?? ¡Ah, oui, oui! No se preocupe - Intentó mantener sus ojos en los de su pareja y no en el suelo, aunque le resultara realmente complicado manejarse así.

Tratando de disfrutar de la música y tomar el control en el baile Lafayette chocó espaldas con otra pareja.

- ¡E-excuse moi! - Se cara se tiñó de vergüenza, se apartó un poco, suspiró calmandose y continuando con el baile.

Para su desgracia, por no mirar al suelo pisó el vestido de Peggy provocando que tropiece y por ende chocaran frentes, ambos se llevaron la mano a la cabeza en reacción al golpe.

- Lo lamento, yo... - Su cuerpo completo temblaba y su rostro no podría encontrarse mas rojo.

Al escuchar un par de risitas el panico se apoderó de él y se separo de su pareja. - N-no puedo seguir con esto, perdoneme -

- ¿Señor Lafayette? -

- Señorita.. - Volteó a mirarla caminando de espaldas. - Disculpe, de verdad lo siento, pero yo.. -

Se tropezó con el pie de otro hombre cayendo de espaldas al suelo y ganándose la atención de todos en la pista de baile.

Se levantó rápidamente y salió corriendo mientras se cubría la cara.

Mulligan que lo había visto todo fue detrás de él. - ¡Lafayette, espera! ¿¿A donde vas?? -

Continuara...

F por el baguette

"Él es imparable" - Lams (Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora