"Él es imparable" - Lams (Hamilton)

41. Los verdaderos problemas empezan

¿Cuanto tiempo pasó desde la ultima vez que nuestro cuarteto de amigos favorito se vio unido?

Los tres que se quedaron en New York le escribían miles de cartas a su amigo en Francia rezando porque respondiera.

Se preguntaban que tan ocupado podría estar para no escribir de regreso.

En el momento en el que mas necesitaban estar juntos se separaron, con Lafayette en Francia y Mulligan encerrado en su zona de trabajo cosiendo quien sabe que, Hamilton y Laurens solo se tenían el uno al otro.

Para su fortuna, Washington tuvo la brillante idea de nombrar a John como el guardaespaldas de Alexander, así tendrían una excusa para estar juntos en publico sin que nadie sospeche.

Todo era bastante rutinario, Alexander se la pasaba en el congreso y John entrenando a sus hombres, llegaban a casa cayendo la noche y solo les daba el tiempo y la energía para comer, mimarse un poco y luego dormir.

Así fue hasta que, llegó la hora de que el secretario del estado ponga un pie en el congreso.

Thomas Jefferson regresó a casa luego de un largo tiempo en Francia y ahora iba a trabajar con Washington y compañía.

- ¡Señor Jefferson, bienvenido de vuelta! - Lo saludó el presidente estrechando su mano.

- Es un honor poder ayudar bajo este nuevo gobierno, Señor - Respondió el saludo.

- ¿Te eh presentado a mi mano derecha? Es el secretario del tesoro, se verán mucho las caras a partir de ahora -

- ¿Del tesoro? - Cuestionó mirando a su amigo Madison que se estaba limpiando la nariz con su pañuelo.

- Oh si, trabajé con él, esto será interesante - Comentó con indiferencia.

- Creo que está en su oficina ahora, no se por qué no vino a presentarse - Con curiosidad, Washington guió a los dos hombres hacia dicho lugar.

(...)

- Jooohn~ - Musitaba el secretario del tesoro totalmente rendido ante los excitantes toques que le brindaba su pareja ensima de su escritorio.

- Me encanta como te queda el verde, Lexi~ - Murmuró el mayor haciendo referencia a su nuevo traje.

Pararon en seco al escuchar los toques que llamaban en la puerta.

Mientras el pelinegro se arreglaba entero su pareja fue a abrir.

- Presidente Washington - Atendió Laurens e hizo una pequeña reverencia.

- ¿Como estás, John? - Lo saludo y luego dirigió su mirar a su mano derecha. - Alexander ¿Te comenté que hoy venía alguien importante? -

- ¡Oh, oh si! Lo lamento, señor, estaba... completando unos papeles y no pude acompañarlo - Se excusó rápidamente.

- En ese caso, dejame presentarte al Señor Thomas Jefferson - Declaró haciendose a un costado para dejar pasar a dicho hombre.

- ¡Señor Jefferson! - Estrecharon manos. - Un gusto, soy Alexander Hamilton -

- El gusto es mio, conocer a mi compañero de tal manera - Desvió su mirar al otro hombre. - Pero mas curiosidad me da conocer a SU compañero -

- Oh, donde estan mis modales? - El de risos hizo una reverencia. - General John Laurens -

- General ¿Eh? -

- Así es, el orgulloso entrenador del primer régimen militar de hombres negros - Saltó Alexander colocandose al lado del nombrado. - Y mi guardaespaldas - Sonrió.

- ¿Régimen de hombres negros? Creo que ya ubico quien es usted ¿Viene de Carolina del Sur? -

- Precisamente -

- ¿No se supone que el congreso de Carolina del Sur jamás aprobó eso? -

- Talvez allá no, pero aquí si -

- Ya veo.. esta bien, buena suerte General -

- Gracias, Señor -

Cruzaron miradas por un minuto, hasta que Washington rompió el hielo.

- ¡Bueno, solo quería que se conocieran, mañana tenemos un tema a debatir y necesito que ambos estén preparados! -

- ¿Qué tema, señor? - Cuestionó el recién llegado.

- Hamilton planea asumir la deuda estatal y establecer un banco nacional -

- Enserio.. - Soltó en un tono algo superior y desafiante.

- Si, algun problema? - Cuestionó el menor.

- Ya lo discutiremos en su momento, un placer haberlos conocido -

- Lo mismo digo - Declaró John en un tono un poco sarcástico.

Continuara...