44. Un momento de paz

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Esa noche, Jefferson y Madison se pusieron de acuerdo para seguir a Hamilton hasta su casa.

No sabían que Laurens vivía con él, hasta que lograron ver por una ventana sin que los dueños del lugar los notaran.

- Recuerdame por qué hacemos esto - Murmuró James.

- Porque ambos vimos ese encuentro en el callejón y tengo que asegurarme de que no sea solo cosa de amigos - Murmuró tambien.

- ¿Por qué es necesario que te asegures? Es muy obvio que ellos son sodomitas -

- No, no es tan obvio, puede que solo sea cosa de amigos, es normal -

- Tú nunca has hecho eso conmigo -

[Aclaración: en esa época en las amistades entre hombres podían ir de la mano en publico, abrazarse, besarse, dormir juntos y se seguían considerando completamente heterosexuales, había una delgada línea entre ser amigos y ser sodomitas (y vaya que Hamilton y Laurens pasaron esa línea)]

- James, podría besarte cuando me de la regalada gana y seguiríamos siendo solo amigos -

El menor rodó los ojos.

- Tch! Creo que la ventana de al lado da a la oficina de Hamilton -

Ambos fueron hacia esa ventana y efectivamente, ahí estaba el caribeño en su escritorio escribiendo quien sabe que.

Justo a tiempo para saciar la curiosidad de los virginianos, su famoso guardaespaldas entró al lugar con un mirar tan relajado que era difícil reconocerlo, por primera vez lo veían con la guardia baja.

Sin apuro alguno, caminó a paso calmado hacia el Secretario, sin mirarlo ni escucharlo Alex ya sabía que él estaba ahí.

Una vez llegó a la silla de su amado, colocó ambas manos en sus hombros sin intención de apretar y suavemente fue deslizandolas por su pecho hasta que sus brazos quedaron posando sobre el menor, apoyó su barbilla sobre la cabeza de este y cerró los ojos.

Al mismo tiempo, ambos suspiraron representando la paz del momento.

El pecoso bajo su cabeza quedando a la par de la del pelinegro. - Lexi... - Le susurró.

- Ahora no.. - Suplicó en un tono sereno.

El mayor comenzó a plantar diminutos y delicados besos en su pómulo.

- Tengo que hacer que el congreso apruebe mi plan... - Musitó con los párpados caídos, no quería caer cuando estaba ocupado.

- Lo sé, no quiero llevarte a la cama, solo quiero que te relajes, te noto tenso.. -

- Estoy bien -

El de risos tomó a su novio de la barbilla sin hacer mucha presión y volteó su rostro para que lo mirara. - ¿Haz visto las ojeras que tienes? No estas bien -

- Siempre tengo ojeras, no es algo nuevo -

Colocó la misma mano con la que sostenía su barbilla en su mejilla y la acarició delicadamente con el dedo pulgar, este cerró los ojos con una expresión débil.

- Estás cansado, en tu rostro se ve -

- Luego descansaré, si no hago esto ahora voy a descuidar mi trabajo -

Laurens desvió sus ojos hacia los papeles del contrario, y tuvo una idea. - ¿Qué te parece si te hago un masaje mientras trabajas? No te interrumpiré y te sentirás mejor -

- ...Está bien - Soltó luego de pensarlo un momento.

Regreso a lo que estaba escribiendo mientras el contrario volvía a llevar sus manos a sus hombros.

Continuara...

Sé que te dejé picando

"Él es imparable" - Lams (Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora