Mi destrucción

CAPÍTULO 45

23 de marzo.

— ¿Entonces todos listos?

Observo fijamente a nuestras personas alrededor las cuales asienten a lo que dice Aarón.

Estamos ya preparados porque hoy es el gran día. Hoy haremos el golpe más importante.

El tatuado comienza a dar órdenes a todos y ellos se empiezan a mover. Suelto un suspiro con cierto nerviosismo y acomodo mi ropa negra. Es algo incómodo, pero según uno de estos chicos es lo más práctico para movernos con agilidad. La gente se mueve con rapidez hablando en voz alta y caminando de un lado a otro.

El ambiente es pesado y tenso, si esto no sale como lo planeamos puede que la cosa se vaya al carajo.

Además de que nosotros podamos morir.

— Ashley.

Me volteo para encontrarme con unos hermosos ojos grises que me observan con cierta curiosidad y nerviosísimo. Sé que él también está muy nervioso. Le doy una sonrisa para calmarlo y acaricio con suavidad su mejilla.

— Estaremos bien, Aarón. Además, es solo entrar y salir.

Y eso es lo que haríamos, ya que no pretendemos matar a nadie. Todos estos meses nos hemos estado preparando para este día y con Aarón llegamos a la conclusión de que para desestabilizarlo primero tendríamos que robarle una enorme cantidad de dinero, una muy grande.

Ese era nuestro primer objetivo.

— Lo sé, Ashley – me dice él observándome, pero sé que algo lo inquieta. Hace una mueca con los labios aunque termina por hablar –. Quizás no sea buena idea que tú vengas. Las cosas pueden ponerse peligrosas y...

— ¡No! ¿Qué estás diciendo? Yo tuve la idea de esto y no voy a abandonar todo ahora porque puede ser peligroso. Sé que lo es y estoy asumiendo esos riesgos.

— Pero...

— Pero nada, Aarón Evans. Yo voy a ir. Si tengo que sacar mi arma y dispararle a alguien en la cabeza lo voy a hacer.

La camioneta se estaciona justo enfrente de la calle donde no dan las cámaras de seguridad. Aarón se levanta de mi lado para acercarse a uno de los chicos que está hackeando el sistema de alarmas y hablan en susurros luego de decirnos que nos preparemos.

Me pongo el gorro de lana o pasamontañas que sirve para cubrirme el rostro y lo acomodo en busca de tener una mejor visión. Suelto un suspiro de nerviosísimo y me repito mentalmente que no podemos fallar, que todo debe salir perfecto y que no puedo dejar solo a Thomas ni a Alex.

Que no puedo morir hoy.

— Listo, las cámaras de seguridad están todas apagadas.

Me sobresalto ante la voz. Levanto la cabeza para poder observar cómo Aarón se pone el gorro de lana y me es inevitable no morder mi labio al verlo así. Parece tan enigmático y serio, alguien tan sexy que da algo de miedo.

Pero no es la ocasión de pensar en eso ¡Concéntrate, Ashley!

— Recuerden que esto debe salir perfecto. En este momento será el cambio de guardias entonces es un poco más fácil, pero no menos peligroso. Recuerden que solo deben usar las armas si es necesario, y como les enseñe. Apuntan a lugares no vitales.