CAPITULO 50

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Ashley



05 de Julio del 2018.




- ¿Estás segura que no quieres que te acompañe?

Alzo mis cejas con un poco de diversión pero no es el mejor momento para reir, al menos no para nosotros, no con todo lo que ha sucedido últimamente a esta pequeña familia que me ha adoptado después de todo lo que he hecho.

Luca me da una sonrisa apenada y se inclina para dejar un beso en mi mejilla de forma tierna.

- Lo lamento, solo no quiero verte así de triste...

- Es que están pasando demasiadas cosas, me duele. Me duele verlos así porque es una pequeña familia que estaba tan feliz...y una tipa solo... los destruyo en muy poco tiempo.

- Hay gente muy de mierda en este mundo, Ashley. – el niega con la cabeza, se apoya en el asiento mirando hacia el frente. – Tú más que nadie lo sabe. Hay personas que su único objetivo es joder, al parecer esta tipa quería eso. Solo destruir.

Me volteo hacia el sintiendo una sensación extraña en el estomago, trago saliva.

- Yo también quiero destruir, Luca ¿Estoy siendo como ella?

Se voltea bruscamente hacia mí, realmente parece molesto con lo que acabo de decir.

- ¡Claro que no! Ella esta destruyendo una familia, gente que se ama y se apoya entre sí. Ella quiere destruir el amor que hay entre ellos. Tú, en cambio, estas intentado destruir una enfermedad, algo que destruye a la gente tanto su salud como sus familias. Esas escorias merecen extinguirse.

Le doy una pequeña sonrisa pero prefiero no hablar más del tema. Me despido de él diciendo que debemos volver a juntarnos y que pronto volveré al bar porque no falta demasiado para que terminen mis vacaciones, salgo del auto y me encamino hacia el hospital otra vez.

Ya estaba acostumbrada a ese extraño olor que recorría los pasillos, las luces tan blancas que si las mirabas fijamente te quedabas un poco ciego. Camine ya de memoria hasta la sala de espera donde se encontraba Ava acurrucada en una de las sillas de plástico. Estaba toda cubierta por una pequeña manta que le había puesto una de las enfermeras.

Me acerco a ella a paso lento y me siento a su lado, suspiro apoyando mi cabeza en la pared mientras cierro mis ojos intentado descasar. Estos días no hemos dormido nada, intentando cuidar a Ava y haciendo rondas para quedarse vigilando a Ethan. Además de que la policía ha estado sobre nosotros pero los hemos mantenido lo más lejos de Ava posible, no sería bueno para el bebe ni para ella.

- ¿Ash? – murmura una voz suave, abro los ojos y me encuentro con unos orbes verdosos que me observan con fijeza. - ¿Cuándo llegaste? – ella se acomoda en el asiento para poder verme, me da una pequeña sonrisa.

- No hace mucho, tranquila. Recién acabo de llegar.

- ¿Los doctores han dicho algo...?- murmura y su mirada se desliza hacia la puerta de la habitación donde se encuentra Ethan, cuando le doy una respuesta negativa un sollozo escapa de sus labios.

- Yo...yo lo siento. Pero el va a despertar, enserio lo hará.

- ¿Y si no lo hace? – se cubre el rostro con sus manos y descontrolables sollozos escapan de sus labios. Niega con la cabeza mientras balbucea cosas que no entiendo en absoluto. Acaricio suavemente su cabello y la abrazo acercándola a mí, intentando contenerla de alguna forma.

Mi destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora