CAPÍTULO 30

877 44 1
                                    



29 de octubre.




— ¡Oh, esa bebé es de lo más tierna!

— Lo sé – sonrío viendo la foto en mi celular, la pequeña Jess estaba toda rojita porque recién terminaba de estar llorando, pero se seguía viendo adorable. Atlanta sigue admirando las demás fotos que me ha pasado Aarón y suspira con dramatismo.

— A veces me gustaría tener un hijo.

Alzó una ceja volteando mi rostro hacia ella y se encoge de hombros con diversión, apunto a Thomas que se encuentra sentado justo frente a nosotras con sus trenes jugando y hablo.

— Tienes a tu sobrino ahí, primero aprende a cuidarlo y luego ve si puedes con un niño propio.

Ella forma un puchero haciendo que su labio inferior sobresalga, llama a mi hermano el que levanta la cabeza observándola y se acerca dando pequeños saltitos.

— ¿Tú me quieres, enano?

— ¡Mucho, tía!

— ¿Vez? Él me quiere — me saca la lengua mientras envuelve a mi hermano en sus brazos, él se queja al principio, aunque no se resiste porque sabe que será peor.

— Thomas quiere a muchas personas, incluso a Aarón.

Ella termina por soltarlo y el niño vuelve a sentarse a jugar con sus trenes, me volteo para verla, pero cuando lo hago quiero me arrepiento porque la sonrisa que me da, de ese tipo de las que asusta.

— ¿Y tú con Aarón? ¿Sacuden mucho la cama?

Le doy un manotazo en el brazo logrando que chille, me da una mala mirada y yo hago lo mismo haciendo una seña hacia mi hermano.

— Está Thomas delante de nosotras, no puedes decir ese tipo de cosas.

— Solo te estoy preguntando, no me golpees.

Suspiro y rasco mi brazo pensando en que responder. Me levanto del sofá haciéndole una seña para que ella también me siga hasta la cocina. Una vez que ambas entramos me apoyo en la mesada para observarla, Atlanta se sienta en un taburete.

— No quiero que menciones cosas así frente a Thomas, no necesito que lo ande repitiendo en la escuela, ¿Si?

— Está bien... ¿Pero vas a contarme que es lo que has estado haciendo con Aarón?

Cierto, aún no le he explicado de todo lo que he estado haciendo con el tatuado. Sí sabe que estamos pasando más tiempo juntos, pero no estoy segura de que, si ella confíe en mi compañero de piso, por eso no le he comentado de nuestras investigaciones.

— Hemos pasado más tiempo juntos, si – asiento confirmando sus sospechas y sus ojos celestes me observan expectantes –. Y nos hemos besado... y tenido sexo, aunque solo una vez... Pero luego de eso solo hicimos... Investigaciones. Nada más que eso.

— ¿Qué clase de investigaciones...?

— Eso es lo que quería hablar contigo, Atlanta – me acerco a ella sentándome en el taburete a su lado. Dejo ir un bufido y pasó una de mis manos por mi cabello desordenado —. No quiero que te molestes ni nada, pero he puesto a Aarón al corriente de lo que hacemos.

— ¡¿Qué?! ¿Cómo pudiste...? ¡Él va a decirle a su padre!

— ¡Atlanta! – la callo y ella me observa molesta. Levanto mis manos intentando calmarla – Déjame explicarte, puedo explicarlo.

Mi destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora