Mi destrucción

CAPÍTULO 15

— No puedo creer que esté pasando – murmuró en voz baja mientras vuelvo a releer la petición que hace nuestro abogado hacia el nuevo juez que tendrá el caso de mi hermano.

Es simplemente increíble.

Las ganas de llorar me han abordado tan rápido que casi no pude detener las lágrimas, pero las retuve. No podía llorar aquí, frente a mi hermano y Luca, debía mostrarme fuerte. Para todos.

Siento el roce de unos dedos en mi brazo y levantó la cabeza encontrándome con esos profundos ojos azules, que envidie gran parte de mi vida y que estos últimos tres años añoré que volviera ese brillo de felicidad. Él me da una mínima sonrisa, no de sarcasmo, sino genuina.

— Voy a salir de aquí, vamos a estar bien y volveremos a estar como antes.

Ojalá todo fuera como antes.

Le sonrió con amargura y entrelazo mi mano con la suya apretándola con fuerza. Mi hermano mayor estira mi mano hacia su boca y le da un pequeño beso.

— Estaremos bien – es lo único que le digo, el abogado se levanta tomando sus papeles y dándonos indicaciones de cómo Alex debía comportarse. Nos despedimos y le dije que nos mantendremos en contacto. Luca le dio unas palmadas con fuerza en el brazo a Alex y se pusieron a hablar de cosas triviales.

Mi cabeza aún está abrumada por tanta información, me duele, pero era un dolor soportable.

Teníamos que intentar hacer que esto se adelante, necesitamos ayuda porque sé a la perfección que esto no sería seguro. Que quizás otro lo tome y no sea tan sencillo.

Necesito ayuda de alguien.

Y solo había dos personas con la capacidad de ayudarme, me aterran, pero tenía que hacer lo posible por ayudar a mi hermano.

— ¿Ashley?

Alce con rapidez la cabeza para verlos, ambos se encuentran con los ojos entrecerrados mientras me miran. Frunzo el ceño hacia ellos.

— ¿Qué?

— Que estabas en otro mundo – me acusa Luca. Me encojo de hombros y niego divertida.

— No, solo estaba pensando en que tan estúpido tiene que ser Alex para que le den un golpe. ¿Qué has hecho?

Maravillosa jugada, cambiar de tema.

Él suelta un bufido de molestia mientras se tira hacia atrás en su silla.

— Es que yo estaba fumando — inmediatamente le doy una mirada de desaprobación y él se encoge de hombros mientras seguía hablando – y uno quiso robarme la cajetilla No lo deje y me dio un golpe.

— Dime que no lo golpeaste, puedes tener problemas – dice Luca, pero él niega con la cabeza, ruedo los ojos mientras me cruzo de brazos y escuchó con atención su historia.

Había algo que no me llegaba a convencer.

¿Estás escondiendo algo hermanito?

— ¿Estás seguro de que eso es lo que paso, Alex?

Él me observa con fijeza a los ojos, sabe a la perfección que yo me doy cuenta cuando miente. Mi hermano asiente y desvió la mirada,

— Si, eso fue lo que pasó.

Mentiroso.