CAPÍTULO 26

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Me despierto de golpe saliendo de los tatuados brazos de Aarón. Miro la hora en mi celular y maldigo en voz alta haciendo que él despierte detrás de mí, me observa con cierta confusión y por un momento me quedo viéndolo. Su cabello todo despeinado, un poco de baba en la comisura de sus labios y estos más rojizos de lo que suelen ser siempre. Niego con la cabeza y me levanto con rapidez, él se inclina hacia mí y me tira la blusa.

— ¿Qué te pasa?

— Debo ir por Thom, voy a llegar tarde joder. Soy una pésima hermana – mascullo. Realmente me siento mal por esto, porque me olvide de él por un puto pene. Aarón se levanta también, quedando por completo desnudo y no puedo evitar darle una mirada rápida.

Suspiro.

Solo una vez, solo para aliviar un poco de la tensión que nos estaba asfixiando.

— Yo te llevo.

Dice mientras empieza a cambiarse, lo vuelvo a mirar, pero no le digo nada. Asiento con la cabeza agradeciéndole y termino de abrochar mi pantalón. Camino con rapidez hacia el baño y me encierro ahí.

Aún me cuesta creer que he tenido sexo con Aarón. Desde que lo conocí, había admitido que era un hombre caliente, pero... No me había imaginado que de alguna forma estaría con él.

Aunque por alguna razón no me sentía culpable ni asqueada, yo había querido y no solo por una calentura.

También... Admito que tiene una razón. Esto lo hacía para que él confiara un poco más en mí, porque era más que obvio que la desconfianza flotaba alrededor de nosotros. Quizás esto de alguna manera nos acercará de una forma más íntima.

No sabía si funcionaria, aunque debía intentarlo.

Me lleva a la escuela de mi hermano donde puedo retirarlo a tiempo. Él parece distraído, pero cuando le pregunto qué sucede, solo me dice que quería unas papitas y aunque yo le dije que no, Aarón lo termina consintiendo, llevándolo al McDonald 's.

El viaje es silencioso por mi parte, ellos platican de varias cosas y yo solo me limito a ver por la ventana. No estoy de ánimo para hablar de nada.

Pasamos un largo rato en un parque estacionados. Thomas parlotea sin detenerse y lo único que pudo escuchar de lo que dice son solo palabras sueltas debido a que mis pensamientos se vuelan con rapidez hacia lo que sucederá dentro de unos días.

Nos juntaremos Atlanta y yo con mi jefe a hablar sobre la información que había, supuestamente, recolectado para ellos. Debía seguir en confianza, si perdía el contacto me matarían. Además, el plan que tenía era exactamente ese. Darle información falsa para que pueda adentrarme más en la sociedad y destruirla, soy solo una persona, pero la haré mierda.

Tomo una respiración volviendo a la realidad y noto que Aarón me observa, alzó una ceja en su dirección y él vuelve su vista con rapidez hacia Thomas.

Extraño.




10 de septiembre.




Acabo de retocarme mi labial color vino y me observo en el espejo. Aún no termino de acostumbrarme a verme con maquillaje, pero según Atlanta me veo más imponente, incluso más mayor. Además, me veo más sexy y es algo que tengo que tomar en cuenta, ya que el cerdo de mi jefe siempre tiene pensamientos lujuriosos.

Mi destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora