CAPITULO 47

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Ashley



- ¿Estás segura de lo que me dices, Atlanta?

- Muy segura, Ashley. Lo escuche con mis propios oídos.

- ¡Estabas detrás de una puerta! No sabes si la información es completamente certera.

- No, pero estoy en camino a averiguarlo.

Hay un silencio por largos segundos, suspiro porque aunque en verdad necesitemos esa información, no quiero que ella algo que tenga que denigrarla.

- No es necesario, yo confió en ti pero esta información puede ser muy delicada y si nos equivocamos...

- Ashley. – me detiene, su voz ahora tiene un tono más firme. – Soy la única persona de aquí adentro que él no desconfía, puedo acercarme y además de sacarle esa información puedo inventar algo como que alguno de sus chicos fue el que organizo el atraco.

- ¿Sabes que puede ser extremadamente peligroso no?

- Si, pero ya estamos hasta el culo. Es intentar o perder.

- O morir. – le corrijo con un gusto amargo en la boca, porque es la cruel verdad.

- Pues prefiero morir a que abandonar como una cobarde.

Parece determinada, mi mejor amiga es demasiado terca en cuanto a dar un paso hacia atrás, incluso así este su vida en riesgo. Niego con la cabeza aunque ella no pueda verme.

- Esta bien, avísame cada paso que des y mantén el GPS que te di activado. Yo le diré a Aarón lo que averiguaste.

- Esta bien, cuídate Ashy.

Me despido antes de que ella cuelgue, tomo una profunda respiración y volteo la cabeza hacia los lados verificando que nadie me siga. Y aunque las calles estén vacías, una mala sensación me invade así que simplemente apuro el paso.

En este momento estoy yendo hacia la casa del padre de Aarón, el me dijo que fuera allí para poder ir a cenar luego, además de que debo seguir con el papel de niña buena que no sabe nada de lo que pasa alrededor de la familia de su novio. Sé que él fue por información pero ahora yo también tengo, no es segura pero es una pista para que podamos enemistar aun más a ambos bandos.

Llego hasta la puerta de la gran mansión de los Evans, le hago una señal al guardia de seguridad para que me vea y cuando voy a sacar la identificación falsa que Aarón me dio, las puertas se abren delante de mí. El hombre, con una frondosa barba canosa, se asoma por la pequeña ventanilla.

- ¡No es necesaria la identificación, puede pasar!

Lo miro algo extrañado pero termino haciéndolo, antes de seguir avanzando me volteo hacia él. Por lo que imagine la seguridad se triplicaría, esto me parecía algo realmente extraño.

- ¿Pero...la seguridad no ha aumentado y debo mostrar mi huella digital o algo así?

El suelta una risa bastante estrepitosa, para ser alguien que trabaja para Ariel Evans no se parece en nada a los matones bestias que siempre lo rodean.

- Si, muchísimo. Pero como eres la primera chica que viene con el señorito Evans, ya bastantes te reconocemos aquí.

- ¿Y...si tengo armas?

- ¿Las tienes? - pregunta con curiosidad pero el brillo de diversión sigue ahí, niego con la cabeza.

- Entonces puedes pasar sin problemas.

Mi destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora