Parte 12

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Era verdad, aun no estaba todo perdido. No mientras no se rindiera y no tenia pensado hacerlo, no ahora que sabia perfectamente lo que tenia que hacer y lo iba hacer. 

Con eso en mente, levanto su vista, sus ojos reflejaban seguridad y determinación, no iba a permitir que este fuera el final. Decidido, se adentro una vez más hacia las profundidades del bosque, con la esperanza de tener aunque sea, la mas mínima posibilidad de poder cambiar las cosas y así poder traerla de vuelta.

...

- ¿Donde?, ¿donde esta? – Ben recordaba que Alex le había contado tiempo atrás, que el Omnitrix había caído desde lo alto del cielo en lo que ella creyó en su momento, se trataba de un satélite. Pero no recordaba exactamente donde le había dicho que se había estrellado, fue hace tantos años que seria ridículo pensar que pudiera recordar donde y a que hora fue, cuando el junto a Gwendolyn la encontraron ya convertida en fuego, cuando inicio por accidente aquel incendio forestal. 

- Tal vez ya se estrello cuando estuve inconsciente – se dijo así mismo al observar uno de los pinos al frente.  Si ese era el caso, entonces solo necesitaba mas altura.

De inmediato, se apresuro en trepar uno de los pinos. Balanceando con dificultad su pequeño cuerpo para intentar alcanzar las ramas, en verdad no era lo mismo moverse como lo hacia con su cuerpo de 17 años, ahora con ese cuerpo de 10 años, pero tenia que hacerlo. Agotado, logro llegar hasta la copa, asomando su cabeza entre las ramas del pino. Comenzó a escudriñar con la mirada todo a su alrededor, buscando el punto de colisión del Omnitrix, pero por más que lo buscaba no lograba encontrarlo, lo único que lograba divisar eran las copas de los pinos bajo el cielo estrellado – maldición!! – grito en frustración, mientras golpeaba el tronco donde se encontraba – ¿donde esta?, ¿acaso aun no es la hora?, pero ya es muy tarde o tal vez... ¿eso también cambio? - comenzó a presionar con las yemas de sus dedos su frente, estrezandose por la idea de que no solo la inexistencia de su hermana en este retorcido universo no fuera la única diferencia en el y que el Omnitrix tampoco fuera una realidad.

pero la tranquilidad del bosque no le ayudaban a pensar en lo contrario, después de todo, el universo se a encargado infinidad de veces de demostrarle lo mucho que los odiaban. Haciendo que sus esperanzas comenzaran a derrumbarse cual castillo de naipes - realmente... ¿tenemos tan mala suerte? – se cuestiono abatido al subir su vista hacia el cielo nocturnal, sus ojos contemplaban derrotados las estrellas. Seria una vista hermosa, si no fuera por su amarga situación – ¿Realmente?, tenia razón el profesor y no existe nada que pueda hacer por ti?, solo... ¿solo dejarte ir y continuar?...

No, debía de existir una forma, siempre la había, solo tenia que encontrarla. Más tranquilo cerro sus ojos, tomo una profunda respiración, conteniendola por unos segundos, antes de soltarla lentamente. Al abrir sus ojos, fue ahí cuando una estrella fugas capto su atención, él cual al verla solo pudo soltar un suspiro decepcionado – ¿enserio?, se que pedí una oportunidad, pero jamás me imagine pidiéndole un deseo a una estrella fugas...

Pero antes de que Ben pudiera reaccionar, la estrella cambio dramáticamente su dirección. Esa cosa, no era una estrella y lo que era peor es que estaba apunto de estrellarse justo donde se encontraba él.

Ben al verla, hizo lo que pudo para apresurarse en salir de su camino, pero el aparato impacto directo en la copa del pino donde se encontraba, tumbándolo sobre las ramas hasta caer al suelo de golpe. Fue una larga caída, aunque las ramas se habían encargado de frenar su caída impidiendo que fuera mortal - Eso, dolió – se quejo mientras se sujetaba el costado derecho al intentar levantarse.

- Ese, debe ser el Omnitrix - pronuncio aliviado, al escuchar a lo lejos el estruendo del impacto del aparato, su suerte no lo había abandonado del todo.

Paradoja de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora