Preludio de caza

191 29 11
                                    

Taemin mantuvo la mirada sobre Key durante la cena, el secretario mantenía su concentración sobre su plato de estofado ya que rara vez alzaba la vista; entrecerró los parpados intentando descifrarlo más fracasó en el intento ya que lo poco que sabía de psicología se había evaporado de su mente y Key no encajaba en un perfil criminal o psicópata ya que no tenía rasgos identificables, contrario a ello Taemin lo consideraba ciertamente asocial y hasta huraño, pero no creía o más bien no imaginaba al castaño siendo un traidor, no cuando se estaba esmerando por mantenerlos con vida.

—La semana está por acabar, finalmente nos queda el domingo para hacer el cierre oficial de campaña —expresó Jonghyun relajando los hombros—, después vienen las elecciones y espero con ello que toda la pesadilla acabe.

—Lo será señor. —Taemin observó al secretario, Key apenas alzó un segundo la vista antes de volverla al plato.

—¿Qué harás después Key? —Preguntó suavemente obteniendo la atención del castaño.

—¿Sobre mi trabajo? —al ver que Taemin asentía, Key se permitió sonreír un poco—, volveré a casa, a mi hogar.

—¿Seguro?

—Por supuesto, incluso esto lo había mencionado al señor Kim desde hace mucho. —Cortó tajante y casi fingiéndose herido.

Taemin observó a Jonghyun quien solamente asintió dándole la razón.

—¿Pero acaso no necesitarás de su ayuda después?

—Key tiene un contrato que abarca solamente la campaña política, no más, finalizado este él es libre —tomó un trago a su bebida restándole importancia—, después de todo lo merece por todos los problemas que le he causado.

El menor de los tres observó a Key, después a Jonghyun y retornó al secretario, las dudas crecían a consecuencia de su hermano quien yacía ahora en la cárcel a la espera de su juicio final, sin embargo el menor hizo de aquellas dudas su inseguridad puesto que Key era alguien demasiado hermoso y brillante, era inteligente, leal y firme en sus decisiones, transformándolo lentamente en su némesis aun cuando el castaño no mostrase interés alguno en Jonghyun.

Resopló causando que el dúo mayor le observara con curiosidad, bajó la mirada hacia su plato y continuó comiendo, tal vez imaginaba cosas donde no las había, él había visto el anillo de pareja que portaba el secretario y que no se quitaba en absoluto, quizá sí se estaba volviendo loco al dudar de él después de todo lo que había ocurrido.

Pensó en Jonghyun, en los problemas en los que se había metido y después en las palabras de su hermano sobre aquellos expedientes que nadie sabía que existían hasta que Jinki los mencionó superficialmente culpando directamente a Key; ¿qué había hecho el secretario el día en que había sucedido el hurto?

No lo recordaba, ni siquiera tenía buena memoria para sus encuentros, solo recordaba que una noche llegó a la casa de Jong solicitando ayuda y ahí estaba él detrás del escritorio, tecleando rápidamente lo que consideró avances políticos para la campaña, después solo recordaba verlo organizando la agenda y planeando los encuentros para con el tirador.

A esa duda acudió una más grande; ¿por qué seguía con vida? ¿Cómo pudo haber dejado ir al tirador si prácticamente lo había acorralado gracias al cuerpo de escolta?

Fijó la mirada una vez más en el secretario topándose con los ojos miel, tan fríos y gélidos que le causaron un escalofrío, internamente se abofeteó por no controlar su actuar, por no saber disimular ni siquiera cuando se ponía a pensar.

—¿Sigues pensando en el señor Woo? —Preguntó dejando los palillos sobre la mesa.

—Sí —mintió toqueteando con el índice la mesa—, estoy pensando en todo sobre él.

The sniper «MinKey»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora