Destruyendo la mira

137 27 35
                                    

—Deténgase aquí. —Ordenó un inexpresivo ruso al taxista.

Minho le había sugerido ir por su camioneta que yacía a pocas cuadras del palacio de gobierno, Key accedió solo porque necesitaba asegurarse de que el moreno no levantase sospechas, así que al llegar al lugar, arrojó unos billetes al conductor y bajó de inmediato del auto.

—Key, espera —lo alcanzó Choi para sostenerlo por el brazo— ¿qué vas a hacer?

—Obedece mis ordenes sargento que tu capitán lo manda.

Minho arqueó ambas cejas, aquello había sonado tan sexy en boca de Kibum que sumisamente asintió ya que no deseaba estropear los planes de quien tanto se esforzaba.

—Ve por la camioneta, espera ahí, necesito pasar a la farmacia.

—¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? —Preguntó preocupado.

Key rodó los ojos, su malhumor no ayudaba así que optó por ignorar la preocupación ajena.

—Solo vete y espérame, no demoraré más de lo normal.

Minho quiso objetar pero ver el rostro malhumorado del rubio le hizo pensar las cosas ya que no era momento de pelear, nuevamente volvió a asentir para obedecer lo ordenado.

Key se giró para ir hacia la farmacia que se encontraba a pocos metros de ahí, hizo una compra rápida, entre lo necesario iba un kit de viaje con cosas de aseo, toallas de bebé, aceite del mismo ramo y un par de desodorantes, tras concluir aquello acudió al cajero más cercano, la prisa le invadía y debía hacer una transferencia de las cuentas de Nam Key a las del real Nikite Vólkov ya que no tenía el tiempo suficiente como para tomar otra identidad.

Fue así que caminó de prisa a la camioneta donde un nervioso Minho le esperaba con las manos bien sujetas al volante, subió ignorando el dolor en su costado y resopló.

—Arranca.

Minho obedeció, en ningún momento habló por concentrarse en la carretera, al llegar al residencial estacionó el auto y esperó nuevas ordenes.

—Vas a ir a tu cuartel a informar que te irás de viaje, escoge cualquier país que te guste, dirás que tomarás unas vacaciones de dos semanas por el cansancio que representó el acabar tu misión.

—¿Revelaré mi misión?

—¿No saben cual es? —Preguntó un poco confuso.

—No, me contrató en privado Youngmin, mi capitán no me exigió saber la verdad ya que ese trabajo era solo para mí.

—Bien, entonces dirás que tu misión era proteger a Jonghyun.

—¿Qué?

—Dirás eso, que aunque fuiste contratado por Youngmin decidiste salvar la vida de Jonghyun —ver el desconcierto en el rostro ajeno le hizo suspirar—, a tu capitán no le convendrá que los medios informativos sepan que su mejor sargento fue contratado para acabar con alguien que ahora es querido, la gente se irá contra todo el ejercito de ser necesario y no deseamos un golpe de estado solo porque el niño no quiere cooperar.

—¡Basta de tu sarcasmo! —Frunció el ceño.

—Así que dirás eso —ignoró el malestar ajeno— y tomarás tu valiosa maleta con lo necesario para un viaje, me encargaré de comprarte un boleto, solo dime a donde quieres ir.

—¿No irás conmigo?

—No, tengo cosas más importantes que hacer. —Hizo amago de querer bajar pero Minho lo impidió.

—Kibum por favor, no me hagas esto, quiero protegerte. —Sujetó su mano con firmeza.

—Me he protegido durante años y la única vez que permití esa acción me heriste y eso no te lo puedo perdonar. —Jaló su mano intentando liberarla de la ajena.

The sniper «MinKey»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora